Monday, May 28, 2018

El Ovni de Murmansk-130



Durante la Guerra Fría hubo una especie de esquizofrenia sobre los misterios detras del famoso “telón de hierro”. Por una parte, la URSS y sus satélites se jactaban de sus logros en la percepción extrasensorial, la telekinesis y los demás misterios de la mente, al grado de que las revistas de occidente hablaban de un “Pearl Harbor psíquico” durante el cual agentes de la KGB con dotes paranormales detendrían submarinos, bombarderos y cohetes, causando infartos a los generales del Pentágono y el almirantazgo británico.

Por otro lado, se hablaba poco del misterio ovni. Los soviéticos eran una auténtica trampa de oso en cuanto al asunto, temiendo que los informes sobre avistamientos – por inocentes que pudiesen parecer – sirviesen para delatar la posición de los radares y bases de proyectiles.

En fechas recientes el foro Astronomy.ru publicó una experiencia ovni inédita hasta el momento, supuestamente vivida por un marinero de la Flota Norte de la URSS, acantonado en la ciudad secreta Murmansk-130.


“Tuve la fortuna de presenciar lo que se denomina un ovni durante mi servicio con la Flota Norte. Muchas otras personas presenciaron este objeto. Lo describiré y aportaré un dibujo.

“Corría el mes de abril, la primavera. En la región de Murmansk, las noches son cortas, y las noches blancas comenzaron veinte días más tarde. Yo era un vigía en mi embarcación. Me cambié de uniforme, subí a la cubierta superior, me oculté detrás del polipasto y encendí un cigarrillo a pesar de las graves restricciones sobre fumar. No estaba mirando hacia el cielo en aquel momento, que estaba oscuro pero no del todo. Repentinamente, a unos doscientos o trescientos metros de mi posición, pude ver un disco negro con muchas luces. Estuvo suspendido en el cielo por algunos minutos y apuntó un rayo de luz delgado hacia las embarcaciones ancladas al final de la bahía, a una distancia de diez kilómetros de mi nave.



“No sabía qué hacer. ¿Era prudente llamar a alguien, o seguir observando el fenómeno hasta el final, cuando el fenómeno tocara a su fin, y luego llamar a alguien? El alférez de fragata, el más adulto de nuestra división, se me acercó y le enseñé el objeto. Se quedó atónito.

“Nuestro barco estaba a lo último. Se le preguntó al oficial de guardia que qué era aquello que estaba suspendido a nuestro lado. Teníamos cerca unos submarinos nucleares con proyectiles intercontinentales a bordo.

“Ahí fue que comenzó todo. Se corrió la voz de la presencia del objeto inusual, a pesar de que se dio la orden de permanecer en los camarotes, muchos marineros subieron a la cubierta de prisa. Mi dibujo muestra parte de la bahía y la flecha indica la dirección que yo miraba al objeto.



“Eran dos objetos. Dentro del círculo ardían luces como claraboyas, y giraban en un sentido y luego al otro. Desde el interior parpadearon dos luces cuatro veces. Una se apagaba, y la otra se encendía, resplandeciendo con la misma intensidad. Luego parpadearon luces arriba y abajo. El disco parecía zarandearse un poco, como una peonza. Su diámetro era de unos cincuenta metros y no hizo sonido alguno. Se desplazaba en zigzag, subiendo un poco, bajando un poco, antes de acercarse a nosotros súbitamente y retirarse. Todo esto duró tres horas. El segundo objeto estaba sobre el arsenal de ojivas atómicas. Una bola amarilla se materializó de repente. El disco que se cernía sobre el arsenal voló hacia la bola y se evaporó. El otro disco también hizo lo mismo, y la bola se apagó.

“El sistema de defensa aéreo llegó a captarlo. Dos interceptores y seis helicópteros salieron a batirse con los intrusos. Volaron cerca del objeto, pero los interceptores cambiaron de rumbo. Pensé que abrirían fuego contra el objeto, pero no lo atacaron. Esto se supo en toda la ciudad militar.”

Thursday, May 24, 2018

Argentina: Actividad OVNI en Necochea y Quequén



MAYO 2018:

ACTIVIDAD OVNI EN NECOCHEA Y QUEQUÉN – ARG –

Un informe de: Guillermo D. Giménez

La primer semana del mes de Mayo de 2018 recibió a la ciudad bonaerense de Necochea, en la costa de Argentina con buen clima para la época del año –ya otoño- donde el frío y la humedad harían de las suyas, pero esta vez el clima estaba muy bueno con Sol, tardes placenteras de caminatas por la playa y/o el Parque Miguel Lillo y las noches no tan frescas.

Es así que el Reverendo Carismático M.A.F. en compañía de su mujer, la co-pastora M.L.A. –los nombres forman parte de mi archivo- deciden ir a la zona del Puerto Quequén en la ciudad de Necochea, donde el río del mismo nombre separa las localidades de Quequén y Necochea. En nuestro lado necochense una gran familia de lobos están asentados desde años y es lugar de visita para locales y turistas en la zona de la escollera sur. Mientras disfrutaban la tardecita ambos son testigos de las evoluciones de un gran objeto de color blanco-amarillento que venia del sur necochense y se dirigía hacia el norte perdiéndose sobre la ciudad de Quequén. Ya estaba anocheciendo y no era producto de un fenómeno natural o hecho por el hombre. Ambos sorprendidos y felices de protagonizar este encuentro.

Días después los mismos protagonistas en la tercera semana del mismo mes –Mayo- se encuentran descansando en la costa quequenense observando una gran tormenta que azotaba la zona. Es allí que frente al mar y entre las nubes y los rayos se observaba claramente un gran objeto metálico que brillaba por los rayos y luces de la tormenta. Era un objeto sólido, metálico y de gran tamaño que estaba frente al mar y a las localidades de Quequén y Necochea, allí detenido observando todo. Su forma era como redondo, lenticular y totalmente metálico. La observación duró unos minutos para luego el objeto desaparecer entre la tormenta. Lamentbalmente no poseían máquinas fotográficas para captar al fenómeno.

Ellos afirman que eran objetos reales y que sin duda de origen extraterrestre ya que Dios –cualquiera sea para nosotros- ha creado la vida por doquier .

El día 22 de Mayo recibo un correo de un amigo (que prefiero mantener su nombre) quien me envía dos imágenes fotográficas obtenidas por su hija de un objeto que estaba sobrevolando entre las nubes el cielo necochense. Se aprecia en las imágenes un objeto tipo lenticular, grande que estaba volando y distinguiéndose entre las nubes rojizas de un atardecer limpio.

Lamentablemente no tengo más datos ya que quien fotografió este objeto no quiere meterse en el tema, considera que es algo que estuvo ahí y luego desapareció. Eran las 17.30 hrs del martes 22 de Mayo sobre la ciudad propia de Necochea.

Tres episodios interesantes, teniendo a testigos serios -conozco a todos ellos- que fueron protagonistas de las evoluciones de extraños objetos sobre las ciudades de Necochea y Quequen en la costa bonaerense argentina en este Mayo de 2018.

¿Seguirán los episodios sobre la ciudad?, estaremos atentos ...


Informó: Guillermo D. Giménez,
desde la costa de Necochea - Argentina -
gdgneco@yahoo.com

Wednesday, May 09, 2018

Guillermo Giménez: El Caso Vidal - La verdad al descubierto



EL CASO VIDAL
La Verdad al Descubierto



Un Informe de: GUILLERMO D. GIMÉNEZ (*)

Dentro de la casuística ufológica argentina hay numerosos incidentes que han acaparado la atención no sólo a nivel nacional sino también internacional por las características de los sucesos.
Uno de ellos es sin duda el Caso Vidal ocurrido en la Provincia de Buenos Aires en mayo de 1968 cuando una familia de apellido Vidal mientras iba en automóvil por la ruta bonaerense Nro. 2 desde la localidad de Chascomús a Maipú pierde la consciencia al entrar en un espeso banco de niebla y al despertar aparecen luego de 48 horas de desaparecidos en las cercanías de la ciudad de México en América Central.
El incidente tuvo la atención de todo el mundo y semanas después un "manto de silencio" cubrió los hechos. Ni periodistas ni investigadores pudieron acceder a los protagonistas directos, donde esta cortina de silencio cayó sobre el caso ya nadie se atrevía a hablar. Conjeturas, suposiciones rodearían el incidente.
El Caso Vidal quedaría como uno de los espectaculares incidentes argentinos de teleportación o teletransportación, término utilizado en ufología para informar de casos de personas y/u objetos, (en este caso el vehículo, junto a sus tripulantes), cuando son transladados en corto tiempo por medios desconocidos de un lugar a otro, violando de esta manera las barreras de espacio-tiempo. Aquí desde América del Sur en Argentina, a América del Norte, en México.

EL INCIDENTE

Numerosos periódicos argentinos se hicieron eco de esta noticia, el diario de Buenos Aires, La Razón publicaba la información bajo el título "¿Qué es esto?", los demás también lo hacían como La Nación (que no menciona la niebla) y La Mañana (que fue el único en informar acerca de la presencia de OVNIs en este caso), entre otros periódicos.
El destacado ufólogo argentino Dr. Oscar A. Galíndez, que investigó estos hechos, detalla el episodio en Flying Saucer Review Vol. 14 Nro. 35 de Sep-Oct de 1968 bajo el título: "Teleportation from Chascomús to México" de esta manera:

"... A comienzos de mayo de 1968, un conocido abogado de Buenos Aires, el doctor Gerardo Vidal, decidió asistir, en compañía de su esposa, la señora Raffo de Vidal, a una reunión familiar que debía celebrarse en la ciudad de Chascomús, distante menos de 120 km de Buenos Aires, en dirección sur. Salieron de la reunión poco antes de la medianoche y decidieron ir en su automóvil hasta Maipú, localidad que se encuentra a unos 150 km al sur de Chascomús, pues tenían allí amigos y parientes.
Tomaron la carretera nacional número 2. Frente a ellos, en otro coche, iba otro matrimonio que también tenía familia en Maipú. Esta otra pareja, cuyos nombres no se conocen, llegó a Maipú sin el menor incidente, pero no ocurrió así con los Vidal, cuyo retraso empezó a preocupar a quienes los esperaban. Entonces el otro matrimonio decidió regresar por la misma ruta para ver de encontrarlos, pero tuvo que volverse a Maipú sin haber conseguido y sin haber hallado la menor traza del coche o de sus ocupantes.

LA EXTRAÑA LLAMADA DESDE MEXICO

Cuarenta y ocho horas después de la desaparición de los Vidal, en la residencia de la familia Rapallini, en Maipú, se recibió una llamada telefónica procedente del consulado argentino en Ciudad de México -distante 6.400 km a vuelo de pájaro-. Mediante esta llamada, el doctor Gerardo Vidal informaba a sus amigos que estaban bien, dándoles la hora exacta de su llegada al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la capital del Plata.
A su debido tiempo, el matrimonio Vidal llegó a Ezeiza, donde ya lo esperaban amigos y familiares. La señora Vidal fue llevada directamente del aeropuerto a una clínica privada, pues se hallaba bajo un shock nervioso, y a continuación el doctor Vidal contó a sus familiares el extrañísimo suceso del que habían sido protagonistas.
Contó entonces el doctor Vidal que cuando se hallaban ya en las afueras de Chascomús, la noche de su desaparición, una "densa niebla" se materializó de pronto frente a ellos, y a partir de aquel instante ambos son incapaces de explicar lo que ocurrió durante las 48 horas siguientes. Cuando volvieron a ser conscientes de lo que ocurría a su alrededor, vieron que ya era de día, y que su coche, con ellos en su interior, se hallaba aparcado en un camino desconocido. Ellos no tenían ningún rasguño, pero a los dos le dolía la nuca y tenían la sensación de haber dormido muchas horas.
Estupefactos, salieron del coche y observaron que la pintura de la carrocería parecía haber sufrido los efectos de un soplete. El motor, sin embargo, funcionaba perfectamente. Pusieron el automóvil en marcha y avanzaron por la carretera desconocida, que atravesaba un paisaje que no les resultaba en absoluto familiar. Preguntaron a diversas personas que encontraron por el camino y todos respondían lo mismo: en México.
Los relojes de ambos se habían detenido, pero con ayuda de un calendario pudieron establecer que se hallaban ausentes de la Argentina desde hacía 48 horas.

DESDE EL CONSULADO ARGENTINO EN CIUDAD DE MEXICO

A su debido tiempo llegaron a Ciudad de México, donde preguntaron por el consulado argentino. Allí refirieron su increíble aventura, y el cónsul les permitió llamar por teléfono al escribano (notario) Martín Rapallini, de Maipú. A continuación el cónsul argentino, don Rafael López Pellegrini, les pidió que guardasen total mutismo sobre el caso, para dar tiempo a que las autoridades efectuaran una investigación.
El automóvil del doctor Vidal, un Peugeot 403, fue enviado a Estados Unidos para su estudio, conviniéndose la entrega de un vehículo nuevo de la misma marca y modelo pagado por las autoridades norteamericanas".
Hasta aquí los hechos, y nuevamente esta "cortina de silencio" cubría el caso, confirmándolo el mismo Dr. Galíndez informando que nadie ya se atrevía a hablar de lo ocurrido.

BUSCANDO LA VERDAD


En esas fechas la prensa argentina continuaba informando del episodio y el diario La Razón detallaba que la familia Vidal se había comunicado desde el Consulado argentino en México con una familia de apellido Rapallini residente en Maipú.
Todos lo relacionaron con el escribano Martín Rapallini, amigo o familiar de los Vidal (se sabría luego que no sería éste su legítimo apellido, sino que era un seudónimo para proteger de esta manera a los verdaderos protagonistas), aunque enseguida el escribano declararía desconocer totalmente el asunto.
Esta "negativa" del escribano había actuado como una "confirmación" de los hechos, pues había prohibición de hablar sobre el caso.

Sólo pocas semanas después un supuesto testigo, familiar de los Vidal, un joven de apellido Mateyko se presentaría en el ciclo de gran éxito en esa época "Sábados Circulares de Mancera" conducido por el periodista Pipo Mancera, hablando de estos hechos.

También se sabía que la Sra. del Dr. Vidal, supuestamente de apellido Raffo, según algunas fuentes como la del Dr. Galíndez, había sido internada afectada de los nervios por los hechos sucedidos, e inclusive Patrice Gaston en su obra "Desapariciones Misteriosas" de Plaza & Janes, Barcelona 1975, página 72 detalla: "Pero entonces, ¿Qué han hecho con nosotros durante estos días?, ¿En manos de qué criaturas hemos estado?", habrían sido las palabras de la Sra. Vidal.

Mientras tanto, otros autores detallaban del fallecimiento de la misma en 1969 de cáncer, más precisamente de leucemia, producto de los sucesos vividos.
El caso seguía sumando misterios.

TODO UNA MENTIRA


Tendrían que pasar 28 años para que la verdad salga a luz y más de 36 para informar sobre el mismo.

Habían sido tantos los impedimentos del caso de acceder a los verdaderos protagonistas, y por las características de los hechos, que el incidente se convirtió en un clásico de la ufología mundial. Autores de todo el mundo lo tomarían como un espectacular caso OVNI.

Luego de esto numerosos casos de teletransportación acontecían en el mundo entero.

Fue tanto lo escrito en diarios y posteriormente en libros como así también lo presentado en conferencias y TV, acerca del incidente, que hasta los escépticos también se hicieron eco.

Fue Peter Rogerson en "Notes to a Revisionist History of Abduction (Part 4): Recovering the forgotten records", Magonia Nro. 50, Septiembre de 1994 quien informó que en la ciudad de Buenos Aires le confirmaron que el caso había sido toda una mentira para ocultar y así justificar los días de desaparición de la Sra. Vidal mientras estuvo internada en un psiquiátrico.
Pero la verdad tarde o temprano saldría a luz.

El periodista e investigador argentino Alejandro C. Agostinelli investigó estos hechos y confirmó que todo fue armado para promocionar una película argentina de ciencia ficción de aquellas épocas.

El periodista en su trabajo "Coches Voladores a Estrenar: Fraudes, Rumores y Ciencia Ficción" desarrollado junto a Luis R. González (España), Anuario, Cuadernos de Ufología, Nro. 29, 3ra Epoca 2003. Fundación Anomalía, España, cita que se entrevistó con el cineasta Aníbal Uset en 1996 quién reconoció haber inventado la noticia del Caso Vidal con la ayuda del periodista de espectáculos Tito

Jacobson y otros amigos para promocionar la película estrenada 2 meses después de los hechos, llamada: "Che OVNI".

En esta película participaron los actores Marcela López Rey, Jorge Sobral, Perla Caron, Juan Carlos Altavista, Javier Portales, Erika Wallner, entre otros, bajo la dirección de Aníbal Uset y libro de Gius.

Che OVNI, fue destrozada por la crítica de la aquella época. La película pasó inadvertida y sólo obtuvo reconocimiento años después cuando algunas personas la convirtieron como objeto de culto de inicio de la ciencia ficción argentina.

La película detalla que un cantor de tangos en plena noche mientras hacía dedo es recogido en un Peugeot 403 tal como el Caso Vidal por una hermosa rubia. Luego de una escena de amor él toma el volante y mientras conduce el vehículo una luz potente proveniente de un OVNI detiene el auto y adormece al conductor. La rubia, asustada sale del auto y es desnudada por el OVNI. La secuencia continúa mostrando al conductor conduciendo el vehículo ya de día pero con una morena al lado, supuestamente extraterrestre en una carretera en las cercanías de Madrid, España.
La teletransportación se había llevado a cabo tal el Caso Vidal.

Y continúan otras escenas y teletransportaciones a Londres, finalizando la película en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, Argentina cuando su representante es atraído a un avión, supuestamente un OVNI camuflado, lleno de lindas azafatas.

Uset también le reveló al periodista Alejandro C. Agostinelli que el supuesto testigo del Caso Vidal que se había presentado en el ciclo "Sábados Circulares de Mancera" había sido, nada más ni nada menos, su ayudante personal y actor de reparto en la película, Juan Alberto "Muñeco" Mateyko, hoy un famoso animador televisivo.
Uset se declaró alarmado como había cobrado notoriedad la historia del Caso Vidal y que el efecto de "bola de nieve" fue una de las razones que lo llevaron a callar.
"Vino tanta gente a contarme que había conocido al matrimonio Vidal que empecé a dudar, es más, la confusión fue tan grande que llegué a pensar que nuestra historia coincidía con algo que había pasado realmente", declaró.

Uset no le interesa remover el asunto, más aún fue muy difícil lograr su testimonio, nos dice Agostinelli.

Toda la historia fue creada junto al periodista Tito Jacobson para promover la película, ideada entre ambos durante un viaje entre Montevideo y Buenos Aires.
Sobre las fuentes de los hechos no lo recuerda aunque piensa que pudo haber sido tomado de un caso acontecido en Argentina o Inglaterra, lugar donde vivió varios años.
Han pasado casi 40 años de aquellos hechos y hoy sabemos la verdad: Todo fue una mentira.
Afiche del film argentino de ciencia ficción "Che OVNI", película por la cual se inventó el Caso Vidal. Su Director Aníbal Uset confirmó que todo fue armado para promocionar dicha película. Agradezco al periodista Alejandro C. Agostinelli (www.dios.com.ar) por esta imagen.

Es importante destacar estos hechos, la verdad tiene que saberse a pesar de que haya sido un clásico de la ufología mundial, hoy el famoso Caso Vidal pasará a la historia como un triste recuerdo donde la mentira reinó desde los inicios, urdido por periodistas que pretendieron dar fama a una película de ciencia ficción argentina.

No obstante esto, quería nuevamente yo confirmar todo. El caso se lo merecía. Había sido tan espectacular y tanto se había escrito de él que quería saber aún más del mismo. Y es así que durante el mes de Enero de 2004 me puse nuevamente en contacto directo con mi amigo y periodista "Ale" Agostinelli (editor del portal hispano dedicado a creencias extraordinarias, www.dios.com.ar), quien fue la persona que indagó estos hechos, y "habló" con el responsable directo del caso.
Ante mi requisitoria, acerca de este incidente, me respondió lo siguiente:

- G.D.G.: ¿Cómo llegaste al Caso Vidal?

A.C.A.: Era un caso intrigante y popular cuando empezábamos a interesarnos por el tema OVNI, a mediados de los 70. Quién más, quién menos, conocía a alguien que aseguraba haber tratado a los protagonistas del hecho, "los Vidal". Pero cuando intentabas acercarte al núcleo, te enterabas que esa persona no había estado con los Vidal, sino que habían escuchado el relato de una tercera persona... Y así. Era el bucle infinito del rumor. Por entonces no sólo ignorábamos todo sobre las características y el proceso de transmisión de un rumor sino que lo alimentábamos activa, inocentemente. Luego seguí con interés las peripecias de mi amigo, el investigador Alejandro Chionetti, cuando allá por 1980 viajó a Maipú, provincia de Buenos Aires, para entrevistarse con la familia Rapallini, a quienes para la prensa eran los "únicos protagonistas indirectos" localizables del caso. Nunca se supo quién relacionó a esta familia con el misterioso matrimonio "teleportado a México". Cuando el escribano Martín Rapallini afirmaba desconocer todo el asunto, los diarios "La Razón" y "La Capital" (los medios que "cocinaron" la presunta primicia) reprodujeron su desmentida con un estudiado aire de esceptismo, como tratando de deslizar entre líneas que ­al negar todo- en realidad él estaba "encubriendo al matrimonio Vidal-Raffo" ya que, según argumentaban, "había una estricta prohibición de seguir difundiendo el caso". Si mal no recuerdo fue "La Capital" de Mar del Plata el diario que bautizó "Vidal" a los hasta entonces anónimos teleportados. El apellido pudo originarse de Coronel Vidal, localidad cercana al escenario de los presuntos sucesos. Se dijo que era un seudónimo para protegerlos de la voracidad de la prensa, ya que el "doctor Vidal" era un "prestigioso profesional". Ese anonimato inviolable que garantizaba la inverificabilidad del caso luego sería esencial para que deviniera en leyenda urbana.

- G.D.G.: ¿Las evidencias confirmarían que es un fraude realmente?

A.C.A.: Se puede asegurar ­con el holgado margen de certeza que dan el esfuerzo de muchos estudiosos del tema y el paso del tiempo- es que jamás hubo evidencia cierta sobre la existencia de un matrimonio que hubiese protagonizado una aventura con esas características en ese lugar y por esos días. También está confirmado que dos meses después se iba a estrenar "Che OVNI", una película con ingredientes calcados al caso cuyo rodaje había comenzado hace mucho antes de que se lanzara al ruedo la "noticia". Creo que fue a principios de los 90, si no me equivoco, Aníbal Uset, director de "Che OVNI", le confió a Chionetti que el caso había sido un ardid para promocionar la película. Alex estaba en EE.UU y yo seguía la pista. En 1996 localicé a Uset y comenzamos a reunirnos. Entre el segundo y el tercer encuentro, cuando habíamos entrado en confianza, comenzó a desgranar su versión sobre cómo se habían dado los hechos. El testimonio de Uset fue crucial. Pero aún sin él, los paralelismos entre el contenido del film (la teleportación hasta un país distante de un automóvil que va por una ruta solitaria, que tanto en el caso Vidal como en la película el auto fuera un Peugeot 403 blanco...) y la estructura del relato provisto por los medios, se advierte claramente que la relación entre la "noticia" y la película, que se estrenó poco después, es obvia. ¿Más coincidencias? El único "testigo" indirecto de los sucesos que apareció en la tele (concretamente, en "Sábados Circulares..."), era un joven a quien Pipo Mancera presentó como "familiar directo de los Vidal". Ese testigo era Juan Alberto "Muñeco" Mateyko. El ahora popular animador televisivo trabajaba con Uset y de hecho era un actor secundario del film.

- G.D.G.: ¿Cuál es tu opinión sobre el mismo?

A.C.A.: Pienso que hay suficiente evidencia para afirmar que uno de los casos que contribuyeron a originar la oleada OVNI que tuvo lugar en la Argentina en 1968 fue un fraude periodístico para promocionar a una película. Y que gracias a la precisa construcción del relato y a la predisposición cultural que había para aceptarlo en esa época, ese mismo relato creció en credibilidad cuando logró instalarse en el imaginario social, convirtiéndose en lo que ahora se conoce como leyenda urbana. Lo persuasivo del relato hizo que se le fuera a sus creadores de las manos e incluso adquiriera vida propia. También dice algo sobre cómo se construyeron los inicios de la ufología. Los estudiosos de estos temas que brillaban en la época dieron al caso por bueno ¡sin que nadie hubiera entrevistado jamás a "los Vidal"! Se publicaron artículos en revistas como "Flying Saucer Review" o "Lumieres Dans La Nuit", se escribieron libros, se citó el relato una y mil veces en conferencias, programas de radio y televisión... Y, claro, también aparecieron "contrarumores escépticos" como el de Peter Rogerson en "Magonia", quién ­citando a un informante anónimo- escribió que el caso había sido "un fraude para justificar la ausencia de la señora Vidal mientras estuvo internada en un psiquiátrico"...
Pero lo que más me sorprendió no es quizá que en aquella época se creyera con tanta liviandad en una afirmación así de extraordinaria sino un comentario que una vez me hizo de paso Uset. Cuando se dio cuenta de la magnitud de la historia, el director me dijo que llegó a pensar que a lo mejor ... ¡el caso había sido verídico! "Vino tanta gente a contarme que había conocido al matrimonio Vidal que empecé a dudar", me dijo. "Es más, la confusión fue tan grande que llegué a pensar que nuestra historia coincidió con algo que había pasado realmente". En su momento, que dudara de su propia creación me sobresaltó. Pero creo que ayuda a comprender cómo se construyen las historias ufológicas, y muchas otras mitologías modernas. Si hasta el propio creador de un fraude es capaz de dudar, eso quiere decir que el misterio es capaz de sobrevivir a cualquier refutación. Por eso creo que los mitos son invencibles.
Numerosos incidentes de teletransportación han ocurrido en la Argentina y en el mundo, pero el famoso Caso Vidal fue todo una mentira, urdido por periodistas que quisieron dar fama y promoción a una película de ciencia ficción argentina.

Y así "Ale" me confirmaba nuevamente estos hechos...

Hoy el Caso Vidal ocurrido en mayo de 1968 donde una familia es teletransportada desde una ruta argentina de la provincia de Buenos Aires desde la ciudad de Chascomús a México, está esclarecido.
Sabemos que la historia real es otra.

Un nuevo episodio ufológico aclarado que tanto llamó, en su momento, la atención en el mundo entero y hoy bajo estas circunstancias reales de los hechos, sorprenderá a la comunidad ufológica mundial.
Todo esto demuestra lo importante de llevar a cabo reinvestigaciones de incidentes OVNI, aún en aquellos casos que son considerados como clásicos de la Ufología.
Debemos los investigadores, los ufólogos estar abierto a todas las posibilidades, ser flexibles, conduciendo nuevas investigaciones, desprendernos de conceptos incuestionables y reformulando además, si así lo requiere, nuestros propios conceptos. Ver la otra realidad por más oscura que sea e ir depurando los casos.

Todo esto a favor de la Ufología.

De esta manera debemos separar la verdad de la mentira, para emprender así una seria divulgación e investigación del Fenómeno OVNI, desenmascarando casos como éste.


NOTA:

A 50 AÑOS DEL CASO VIDAL - MAYO 2018 -




Este trabajo investigativo que me demandó años de viajes y entrevistas por todo el país, fue publicado en diferentes revistas y páginas web de Argentina y el mundo y traducido a distintos idiomas. Fue muy criticado por quienes consideran que el Caso Vidal fue real pero NUNCA pudieron aportar pruebas para confirmarlo. Reinvestigué los pocos aportes que ofrecían pero siempre lo mismo, NINGUNA CONFIRMACION, NINGUNA PRUEBA FEHACIENTE.

Como lo fue criticado, también fuí felicitado por aquellos que investigan y difunden el estudio e investigación del Fenómeno OVNI con seriedad. Aquellos -que como yo mismo-, hemos dejado de lado conformismos y hemos reformulado nuestros conceptos. Debemos reinvestigar los incidentes, debemos estar abierto a todas las posibilidades. Sin duda uno de los casos más espectaculares de la Argentina, como lo fue esta falsa teletransportación de la desconocida familia Vidal fue totalmente un engaño. No hay ni una prueba, ni una certeza del mismo. No hay protagonistas, no hay testigos, no hay evidencias. Sólo comentarios de comentarios. Es decir: NADA.

Sabemos que el Caso Vidal fue todo una mentira, urdido por periodistas que quisieron dar fama y promoción a una película de ciencia ficción argentina de la época. Esta historia está totalmente esclarecida. Caso totalmente cerrado.-



(*) Guillermo Daniel Giménez
Necochea, Argentina
E-mail: gdgneco@yahoo.com

Fuente:


- Investigaciones propias realziadas en diferentes ciudades de la Argentina

- “Coches Voladores a Estrenar: Fraudes, Rumores y Ciencia Ficción”, desarrollado por: Alejandro C. Agostinelli (Argentina) y Luis R. González (España). Anuario, Cuadernos de Ufología, Nro. 29 – 3 Epoca 2003, Fundación Anomalía (España)

Saturday, May 05, 2018

El misterio de los apagones ovni




El misterio de los apagones ovni

Por Scott Corrales
[Extracto del libro Entre ovnis y quimeras, 2da edición, 2015]

El ordenador se apagó repentinamente, seguido por la interrupción de la estación de radio. En un abrir y cerrar de ojos se reestableció la normalidad, y el que esto escribe maldijo el no haber guardado oportunamente el material que segundos antes había ocupado la pantalla.

Eran justo las 4:11 p.m. del 14 de agosto del 2003.

En cuestión de minutos, la radio comunicaría que se había producido un apagón de dimensiones inusitadas en las ciudad de Nueva York, justo a la peor hora del día, cuando decenas de miles de personas se disponían a regresar a sus hogares; como si fuese poco, otras ciudades se veían privadas de sus acondicionadores de aire, sus televisores, radios y otros enseres de la vida moderna en uno de los días más calurosos del año: Toronto, Ann Arbor, Lansing, Detroit, Cleveland, Buffalo, Rochester...una letanía de urbes sorprendidas por la repentina desaparición del flujo eléctrico. Las estaciones de televisión presentaron escenas de multitudes medio muertas de calor abriéndose paso entre automóviles atrapados en embotellamientos causados por la inacción de las señales de tránsito. Los políticos no demoraron en aparecer y asegurar al público que no se trataba de un atentado terrorista y que la electricidad fluiría como el agua en cuestión de horas...bueno, no horas, pero para el día siguiente...o para la tarde del día siguiente...

Los servicios públicos intercambiaban acusaciones de culpabilidad: los neoyorquinos culparon a los canadienses, diciendo que "un relámpago" había fulminado unos conductores en la estación Sir Adam Beck de Niagara Falls, uno de los centros hidroeléctricos más importantes de la región; los canadienses no tardaron en rechazar la acusación, apuntando el dedo hacia una central nuclear en Pennsylvania donde supuestamente se había desatado "un incendio" que la comisión reguladora estatal jamás supo localizar; los cínicos no tardaron en invocar la existencia de un Homer Simpson de carne y hueso, devorando rosquillas y desatendiendo importantes señales de sus tableros de control que advertían de un desastre inminente...
El apagón del 2003 no tardaría en convertirse en una de las interrupciones energéticas más grandes del siglo, afectando a 50 millones de personas desde las orillas del río Misisipí hasta las costas del Atlántico, y desde las Apalaches hasta el norte de Ontario, Canadá. Tal vez nunca se sepa la causa real detrás de los hechos, y dentro de muchos meses, cuando ya nadie se acuerde, una subcomisión presente al gobierno un fajo de papeles que "explique" con ambages lo sucedido.

¿Resulta ingenuo invocar la presencia del fenómeno OVNI como la causal del gran apagón? Si consideramos que los no identificados se pasean por los cielos del estado de Nueva York y sus regiones limítrofes casi a diario (703 casos en lo que va del 2003), se trata de algo que no debemos descartar ligeramente, considerando el pesado trasfondo histórico de los ovnis y los apagones que examinaremos a continuación. Cuarenta y ocho horas después del apagón, las autoridades aún seguían buscando una causa satisfactoria, citando como posible explicación una rara "inversión de potencia" en el Lake Erie Loop (bucle del lago Erie, una serie de cables de alta tensión), pero sin poder dilucidar qué agencia externa pudo haber ocasionado el fenómeno. Según el comunicado emitido por el North America Electric Reliability Council (NERC) el mismo día del apagón, "no queda claro si estos eventos ocasionaron el apagón en su sentido más extenso o si fueron producto de otros eventos". Alan Schriber, director de la agencia de servicios públicos para el estado de Ohio, protestó la manera irresponsable en que el gobierno asignó la responsabilidad a ciertos estados o paises. "Todo el mundo apunta el dedo hacia Ohio. Por Dios, tal vez no haya sido Ohio. No sé quién habrá sido [el responsable] y ellos [la NERC] tampoco lo saben".

Para fines del 16 de agosto, la Casa Blanca anunció que un equipo de trabajo canadiense y estadounidense investigaría a fondo las causas del apagón para identificar acciones correctivas que impedirían su repetición.

La ficción se convierte en realidad


En 1952, el ya fallecido Isaac Asimov deleitó a los entusiastas de la ciencia ficción en todas partes del mundo con el libro Foundation and Empire, la segunda parte de su genial trilogía Foundation. En dicho libro, los defensores del planeta Terminus son asediados por el enemigo incógnito conocido sólo como "The Mule" (la Mula), cuyo poderío reside en una elegante super arma: el depresor de campos atómicos, capaz de dejar a mundos enteros sin energía, derrotando así a sus adversarios sin disparar ni un tiro. Las posibilidades de tal ingenio ficticio se hicieron realidad cuando los investigadores de la disciplina conocida como ufología aún en pañales enfrentaron casos en que los OVNI eran capaces de interferir con la energía de carros, motocicletas y enseres domésticos. Jacques Vallée hace referencia a un incidente ficticio anterior a Asimov: una obra teatral escrita en 1933 por Arthur Koestler, titulada The Twilight Bar (El Bar del Ocaso), en la cual el paso de un meteorito sobre una pequeña isla/nación causa un apagón general que sirve de preludio a la llegada de seres extramundanos, portadores de un mensaje apocalíptico.

Uno de los primeros casos verídicos de interferencia con el flujo eléctrico a zonas residenciales sucedió en el mes de noviembre de 1953, cuando un OVNI del tamaño de una pelota de fútbol americano descendió de los cielos sobre New Haven, Connecticut, procediendo a estrellarse a través de una cartelera cercana a una comunidad de viviendas, remontando después el vuelo y desapareciendo. Las luces en todo el vecindario se atenuaron mientras que se desarrollaba el insólito evento. El paso de un OVNI gigantesco sobre la aldea de Tamaroa, Illinois en 1957 también tuvo como consecuencia un apagón.
¿Resultaba inconcebible, acaso, que estos aparatos desconocidos, propensos a sobrevolar los cables de alta tensión, fuesen capaces de afectar objetos de mayor tamaño? Estas preguntas, que entonces eran sólo meros ejercicios de especulación, adquirieron una nada agradable solidez durante lo que se conoce como el Gran Apagón del Noreste un incidente que se nos aseguró "jamás se volvería a repetir".

En fechas recientes, Brasil se ha visto afectado por apagones relacionados con el fenómeno: El 3 de febrero del año en curso dos OVNI de conformación esférica y color plateado se pasearon por los cielos de Atibaia, en el estado brasilero de Bahía, a las 2:30 AM mientras que se producía un apagón. En 1999, cuando un apagón dejó sin luz a los estados de Río Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná y tres más en la oscuridad el 11 de marzo a las 11:00 p.m., le gobierno insistió que la central eléctrica de Bauru habia sido impactada qué curioso por "un relámpago", a pesar de que varios testigos afirmaron haber visto tres objetos resplandecientes, plateados y de dimensiones mayores que las de un avión, sobrevolando la región, cerniéndose sobre los cables de potencia que transmiten electricidad desde la hidroeléctrica en Itaipa hasta Sao Paulo.

Un objeto circular que despedía luces anaranjadas fue visto sobre Mar del Plata, Argentina, a fines de abril de 1996. La empresa eléctrica en dicha ciudad admitió que se produjeron averías parciales en el tendido eléctrico mientras que el objeto sobrevolaba la zona.

Hace casi cincuenta años en Nueva York...

El 9 de noviembre de 1965, 29 millones de almas en el noreste de los Estados Unidos y millones más en el Canadá quedaron hundidas en las tinieblas al ser afectada la electricidad por un fenómeno desconocido. A las 5:30 PM ese fatídico día, miles de aterrorizados neoyorquinos quedaron atrapados en los túneles de los trenes subterráneos y dentro de los ascensores en el corazón de los rascacielos. Veinticinco millones de personas pasaron aquella insólita noche en los recibidores de los hoteles de la ciudad, en bares, coches y museos. Ninguna instalación quedó ilesa, ni siquiera las bases militares.

El apagón se expandió como una mancha de tinta, en cuestión de minutos, desde la región de Niagara Falls a las ciudades de Buffalo, Rochester, Utica y las comunidades más pequeñas a lo largo de los Grandes Lagos. Acto seguido, abarcó los estados de Pennsylvania, Massachusetts, Connecticut, Nueva Hampshire y Vermont. En una nación hundida en el temor de la Guerra Fría, en donde el recuerdo de la Crisis de los Misiles en Cuba aún estaba fresco, se temió en un principio que el apagón presagiaba la hecatombe nuclear. Un piloto comercial exclamó que el acto de ver la oscuridad que reinaba en la tierra que sobrevolaba su avión le hizo pensar que "había llegado el fin del mundo".

Estaciones radiales operando con fuerza de respaldo consiguieron tranquilizar a la población, aunque algunas noticias hacían referencias a "problemas sucedidos en el Norte" sin ofrecer nada concreto. Un instructor de aviación al norte de Syracuse, NY, dijo haber visto una colosal bola de fuego cerniéndose sobre las líneas de alta tensión de cuarto de millón de voltios pertenecientes a la estación de la empresa Niagara Mohawk en Clay, NY. Precisamente en ése momento, los operarios en la zona de Nueva York registraron una masiva arremetida de potencia hacia el norte, tal vez atraída por la "bola de fuego". Miles de testigos en las oscurecidas ciudades y comunidades rurales presenciaron esa tarde extrañas luces que surcaron el cielo inpunemente.

Otros dijeron haber visto "bólidos" balanceándose sobre las líneas de transmisión mientras que mudaban colores desde el azul al verde y al anaranjado. Una hora antes de la interrupción del flujo eléctrico, dos pilotos de aviación civil Jerry Whittaker y George Croniger, afirmaron haber visto dos interceptores de la fuerza aérea persiguiendo dos objetos desconocidos.
La explicación oficial producida en aquel momento fue que la disyunción de un relé en la enorme central Sir Adam Beck No.2, ubicada unas cuantas millas al norte de Niagara Falls, había producido el apagón. Según los expertos, la disynción alegadamente sobrecargó las líneas en EE.UU. y los detectores de carga no fueron capaces de funcionar según su diseño otro hecho que tampoco fue explicado satisfactoriamente.

El noreste de los EE.UU., presa de la oscuridad, fue un tema que despertó el interés mundial. No puede decirse lo mismo de los apagones que sucedieron después: semanas más tarde, Nuevo México, Texas y la República Mexicana quedarían a oscuras. El 3 de diciembre de 1965, Ciudad Juárez en México y las principales urbes del suroeste estadounidense fueron víctimas de apagones inesperados, mientas que Socorro, NM, la base aérea Holloman, y el campo de misiles White Sands y otras instalaciones de interés estratégico quedaban inservibles. La culpa recayó sobre un par de unidades defectuosas en algún rincón de Nuevo México; sin embargo, testigos locales afirmaron haber visto un objeto resplandeciente sobre la central eléctrica.

Discusiones en torno a las medidas que podrían tomarse contra los apagones causados por los OVNI se hicieron sentir justo después de los eventos. Milton L. Scott, un investigador de Filadelfia, hizo la siguiente recomendación: "Podemos empezar por avisar a las empresas de servicio público del país sobre el peligro inminente de los apagones repentinos, y advertir a las centrales eléctricas que deben cerrar todos los interruptores dentro de su alcance si llegan a detectar un enorme sobretensión de procedencia desconocida desplazándose a lo largo de las líneas". El físico James McDonald, apasionado apologista de la existencia de los ovni hasta su trágica muerte, no dudó en afirmar que la fuente del apagón eran los no identificados.

Sudamérica también experimentaría apagones en masa, así como la gran oscuridad que arropó a Buenos Aires el 26 de diciembre de 1965. La mayor parte de la ciudad quedo a oscuras por espacio de siete horas sin que hubiesen plantas de emergencia disponibles a los círculos oficiales. Como resultado, la falta de comunicación con las autoridades causó un pánico tremendo entre la población. Sin embargo, platívolos capaces de "chupar" energía ya se habían dado a conocer en América del Sur años antes: un resplandeciente ovni en forma de platillo voló pausadamente sobre la comunidad brasileña de Mogi Mirim en 1957, extinguiendo las luces a sus paso. Los espectadores pudieron observar zonas completamente negras directamente debajo del trayecto del OVNI y otras zonas adyacentes en dónde la luz sólo se había atenuado. La situación se normalizó justo después de que el platívolo había abandonado la zona.

El oficial de patrulla Herbert Schirmer, el malhadado protagonista del secuestro ovni de Ashland, Nebraska en 1967, alegadamente fue conminado por uno de sus anfitriones alienígenas a asomarse por una ventanilla: el policía pudo ver que la "nave espacial" en la cual se encontraba había extendido una sonda sobre un cable de alta tensión. Se produjo un fogonazo breve y la sonda empezó a alimentarse de electricidad a partir del cable. Los ovninautas supuestamente le dijeron a Schirmer que tenían "dificultades en almacenar electricidad" y que el sobrante sería devuelto al cable de alta tensión. ¿Podría haber sido esta clase de operación la causal del Gran Apagón del Noreste, así como de otras averías de origen desconocido?

¿Del cine a la realidad?

Al hablar del fenómeno OVNI y su supuesto impacto sobre el tendido eléctrico de nuestro mundo, la primera imagen que entra en nuestra mente es la del confuso electricista Roy Neary (encarnado por Richard Dreyfuss) respondiendo a un apagón masivo en la ruralía estadounidense durante una de las mejores secuencias de Encuentros en tercera fase. Su misión averiguar las causas del apagón de parte de su empresa de servicio público se convierte en una experiencia de contacto que cambia su vida por completo.

Pero la extraña relación que existe entre el cine y los apagones producidos por la presencia de aparatos desconocidos en nuestros cielos no acaba ahí: Mientras que miles de estadounidenses visitaban cines en todo el país para presenciar el espectáculo cinematográfico llamado Independence Day (un rodaje parecido a La Guerra Entre Mundos en el cual una civilización extraterrestre intenta apoderarse de la Tierra, antes de ser derrotada por heroicos pilotos terrícolas), se estaba produciendo un incidente que resucitaba el incómodo espectro de los "apagones ovni".
El 2 de julio de 1996, algo desconocido consiguió incapacitar los sistemas de comunicación y de potencia a lo largo de una región de once estados de la unión americana, desde Montana hasta Nuevo México. La reacción en cadena tuvo como consecuencia alucinantes problemas de tránsito, obligó a los centros médicos y a los aeropuertos a activar sus plantas de emergencia, y dejó consternadas a millones de personas en un caluroso día de verano.

Al día siguiente, los informes de prensa indicaron que el problema residió en tres líneas de transmisión de 500 kilovoltios cada una que iban desde las centrales hidroeléctricas en la zona del noroeste hasta los estados del suroeste. Las autoridades manifestaron que las tres líneas cayeron simultáneamente, pero no eran capaces de explicar lo sucedido. El resultado fue que mas de una docena de centrales eléctricas quedaron fuera de línea, junto con siete bombas en el acueducto del Río Colorado. Un portavoz para Bonneville Power, empresa que administra el tendido eléctrico en el noroeste de los EE.UU., señaló que el problema estaba en Rock Springs, Wyoming, donde cuatro centrales de quinientos megavatios repentinamente quedaron fuera de línea.
1.2 millones de personas en Nevada, el oeste de Oregon, el sur de Idaho y el estado de California quedaron sin suministro eléctrico. Joe Marshall de la Idaho Power Co. dijo en un cable de la Associated Press: "Probablemente fue una sobrecarga, o hubo alguna falla, pero nadie sabe a ciencia cierta lo que ocurrió".

La revista Newsweek citó a un funcionario anónimo quien dijo: "Podemos decir que no fueron los OVNI, y creo que tampoco fue obra de los hackers". Pero la sospecha de que el fenómeno ovni pudo haber guardado alguna relación con el apagón no pudo eliminarse de la mente del público. Aunque no existen pruebas fehacientes que indiquen que el fenómeno haya sido la causa de los eventos, abundaron rumores en la Internet en cuanto a actividad ovni en Coeur D'Alene, Idaho (lugar conocido por sus avistamientos) y en otros puntos del tendido eléctrico nacional. Tal vez aún haya algo de cierto en el viejo dicho de que aquellos que olvidan el pasado están condenados a repetirlo.

Tuesday, May 01, 2018

Humanoides en el Centro de Texas, EEUU (1949)



Humanoides en el Centro de Texas, EEUU (1949)
Por Rick Hilberg, Flying Saucer Digest
Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi

[El siguiente testimonio fue remitido al National UFO Reporting Center el 8 Marzo 2018 por un testigo del sexo masculino descrito como sincero y profesional de la medicina con doctorado]

“En 1949 tenía siete años de edad. Mi hermana y su amiga ambas tenían diecisiete años y caminábamos a la escuela juntos en Moody, Texas, una mañana nevada, posiblemente en el mes de diciembre. Eran eso de las 7:30 a.m. La calle tenia hileras de casas de dos pisos y un lote vacío donde una vez estuvo una casa. Fue ahí que vimos un objeto con forma de platillo y tres individuos de tamaño diminuto. No presenciamos el aterrizaje de la nave, pero sí su despegue.

“La zona estaba cubierta en varias pulgadas de nieve, pero debajo de la nave no podía apreciarse nieve alguna, y el suelo parecía estar seco. Al borde de la nieve derretida bajo la nave, la maleza estaba levemente chamuscada. Nos encontrábamos a unos treinta pies de la nave cuando nos topamos con ella, y el vehículo parecía estar sostenido un pedestal circular. Dicho pedestal era de color plateado y tal vez de de 3 pies en diámetro. La nave entera media unos 30-40 pies y tenía forma de platillo, con unos 12-14 pies de alto en su centro y con lo que parecía ser un segundo nivel debido a la forma de platillo más pequeña en su parte superior. No había ventanas visibles ni luces, que pueda uno recordar. La nave era lisa, sin remaches ni costuras y de aspecto ligeramente mate. Había algunos símbolos negruzcos presentes en la nave, pero no fuimos capaces de leerlos. Mi estatura en aquel entonces era de tres pies y medio, y hago estas medidas con base a mi estatura. El aparato no emitía sonido alguno.

“Cuando la vimos por primera vez, la nave tenía una rampa inclinada de color plateado bajo su estructura. Al pie de la rampa pudimos ver formas semihumanas inmóviles que nos miraban con detenimiento. Sólo era posible ver la rampa de lado. Dentro de uno o dos minutos, aparecieron otras dos figuras idénticas en la rampa que descendieron a tierra sin mover las piernas. La rampa parecía ser una banda transportadora. Los dos recién llegados caminaron juntos hacia nosotros, deteniéndose a unos diez pies de distancia. Eran de mi misma estatura, más o menos, delgados y con cabezas abultadas, pero sólo ligeramente, y parecían alargadas en la parte posterior. Tenían grandes ojos lustrosos y negros, casi el doble de los de un ser humano, y su aspecto era casi asiático. No parpadearon, que yo recuerdo. Tampoco recuerdo que hayan tenido orejas ni bocas, pero contaban con una pequeña protuberancia a modo de nariz y barbillas pequeñas y alargadas. No recuerdo bien, pero me pareció ver algo distinto en sus manos, y creo que es que solo contaban con cuatro dedos en cada mano. Estas figuras semihumanas estaban vestidas en trajes ceñidos de color verde claro, de textura parecida a la felpa, y salvo por algunas arrugas que parecían sombras, sus uniformes prescindían de costuras, bolsillos o cinturones. No se les veía ninguna otra parte del cuerpo. Sus rostros y manos tenían el mismo color que su indumentaria. No podían verse atributos sexuales, y parecían idénticos. Uno de ellos se acercó a nosotros, asintiendo con la cabeza y contemplando el paisaje circundante. Tras de mirar unos cuatro o cinco minutos, los dos volvieron a la rampa y al interior de la nave. El primer ser que vimos regresó flotando al interior también. Ninguno de ellos articuló sonido alguno que pudiéramos reconocer.
Recuerdo bien que la rampa se deslizó silenciosamente hacia arriba, y la compuerta no dejó indicios de su presencia. Segundos mas tarde, la nave emitió un tono grave y casi inaudible que pudo haberse aunado a la ligera vibración en el aire que todos sentimos más que escuchamos. El cilindro sobre el cual descansaba la nave se retractó rápidamente al interior del fuselaje, y la nave se elevó rápidamente en el aire, justo por encima del techo de la casa adyacente al terreno vacío. Se mantuvo inmóvil en el aire antes de bascularse a la derecha y hacia arriba, despareciendo de nuestra vista en menos de dos o tres segundos. La nave carecía de rotación alguna.

“Ninguno de los tres sentimos miedo durante el evento, ni tampoco amenazados. Sencillamente nos quedamos parados ahí, mirando en silencio, y a día de hoy, no sé por qué nos sentíamos tan complacientes mientras que esto tomaba lugar ante nuestros ojos. Tan pronto como desapareció la nave, mi hermana y su amiga gritaron de terror, llorando. Salimos corriendo hacia el negocio de mi padre, a unas cuatro cuadras de distancia.

“Mi padre era farmacéutico además de ser Jefe del Departamento de Bomberos Voluntarios. Al enterarse del evento por boca de mi hermana y su amiga, se comunicó con la policía y los bomberos voluntarios. Un grupo de hombres se desplazó rápidamente al lugar. Los bomberos inspeccionaron la zona circular, maravillados por la ausencia de la nieve y el hielo y el aspecto quemado del pasto. No recuerdo el factor tiempo, paro justo después de haber sonado la alarma de incendios, las autoridades estatales (policía, etc.) se dieron cita ahí con un grupo de soldados del ejército, que inmediatamente cercaron la zona y prohibieron la entrada a la propiedad. En algún momento de aquel día, un oficial del ejército le dio a mi padre un portapapeles con formularios y un contador geiger. Le pidió que tomase lecturas frecuentes de radiación en el terreno vacío y que hiciese las notaciones correspondientes en los formularios. Mi padre cumplió con ello. No recuerdo por cuanto tiempo el sitio estuvo bajo investigación. No obstante, la zona estaba, y aún está, a pocas millas de un centro nuclear de investigación militar y creo que dicho sitio aún opera como alguna clase de instalación de investigación o producción nuclear prohibida a los civiles.

“Después de que el militar visitara a mi padre, se nos dijo a mi hermana y a mí que jamás deberíamos mencionarle el evento a nadie. Se nos prohibió abordar el tema en nuestro propio hogar. No sé si a la amiga de mi hermana se le obligó al mismo secretismo.

“Poco después, mi familia se mudó a otra ciudad en Texas. Mientras que el ejército regresó por los formularios que había cumplimentado mi padre, le dijeron que podía quedarse con el contador geiger, que estuvo en sus manos por 33 años. Según mi padre, las lecturas de radiación habían sido elevadas.

“He tratado de presentarle esta narrativa sin adornos y a mi leal saber y entender. Puedo asegurarle, de cierto, que el evento quedó marcado en mi mente. En fechas recientes, antes del fallecimiento de mi padre y hermana, abordamos el tema del suceso una sola vez, y teníamos el mismo recuerdo después de tantos años de silencio. Hay cosas que sencillamente no se olvidan”.