Thursday, April 19, 2018

Casos de seres diminutos a comienzos del siglo XX




Proyecto CATENT: Casos de seres diminutos a comienzos del siglo XX

[El Proyecto CATENT de la colega Mariela de Tomaso aportó lo siguiente a la desaparecida lista de correo IMPRIMATUR. Los casos de ‘duendes’ y ‘enanitos’ siempre han formado parte integral de la alta extrañeza y tienen sus contrapartidas en seres parecidos de las distintas mitologías de las tribus amerindias de América del Norte. Los navajos, ojibwe y otros grupos los consideran sagrados y peligrosos – SC]

Relatos de Nilda Miranda del Carmen Miranda (Tinogasta, Catamarca) que sucedieron todos en el pueblo de Fiambalá (Pcia de Catamarca) donde ella vivía cuando era chica.

Relato 1:

Unas primas de mamá, margarita y otras chicas,(aprox1934)estaban jugando cuando eran niñas, en una higuera se acostumbraba a tomar unas ramas y hacerlas de caballito; era a la siesta, estaba prohibido ir a jugar en el fondo de la viña, porque siempre los mayores decían "te va a salir el duende"; estaban jugando y de pronto una de ellas se da vuelta y mira que detrás de ella estaba sentado "un chiquitito" como dijeron; se asustaron tanto, se cayeron de las ramas, les salió sangre de la nariz, y hubo que atenderlas, todo una gritería un lío bárbaro. Se dijo que fue "otra de las apariciones del duende". Muchas personas en Fiambalá tienen anécdotas al respecto.


Relato 2:

Recuerdo que era muy chica pero ya sabía leer, (año 1959 aprox.) y a la noche estábamos la abuela, mama y yo en la cocina y no había luz eléctrica, creo que se cortaba antes, y había un farol para alumbrar cuando se salía afuera y una lamparita a kerosén en la mesa; yo estaba leyendo; mamá bordaba y abuela estaba cebando mate; y había terminado y se puso después a hilar y a torcer, tenía un huso grande, con una panza grandota de lana y en eso sentimos que se asustan las gallinas, como si anduviera algún perro o alguien que las quería comer o robar; entonces abuela y mama salieron con la lámpara a ver qué pasaba y yo seguí leyendo con la lamparita más chica; y en un momento dado yo miro hacia la silla, una silla que todavía está en casa, de algarrobo chiquita donde se sentaba abuela y donde ella sabía dejado el huso, y cuando miro en la silla había un enanito y lo único que alcance a ver (porque me asuste muchísimo) era una ropa marrón, como un tapadito y un sombrero y tenía en la manos el huso de la abuela, la cara no le vi, entonces yo pegue un grito, me asuste tanto y volvieron corriendo mama, la abuela; y me daban agua, y me preguntaban, y yo les conté, y me dijeron "no, seguramente es lo que lees tanto, ves cada cosa vos". Pero hasta el día de hoy estoy segurísima que lo vi.


Relato 3:

Abuela me contaba que cuando era chica, o no tan chica, medianamente joven (aprox. año 1904), unos vecinos que eran más jóvenes que ella, siguieron una luz, cerca de la
"zanja", que viene a ser un río seco, que tenemos cerca de casa (Fiambalá). Eran muy curiosos y siguieron la luz por el medio de las jarillas, todo eso son arenales; y vieron que en realidad esa luz tenia forma de una "mesita", según la describieron ellos, y sobre la mesita había un angelito; y decían que la luz que veían la daban las "alas" que tenía el angelito; y bueno, la siguieron y no la pudieron alcanzar. Y bueno, la explicación que dieron era la apropiada para esa época.


Relato 4:

Lucia Miranda (sobrina de Nilda) era pequeña (año 1987) e iba en bicicleta con su papá, sentada adelante. En una vereda de la calle principal (Fiambalá) ve una personita verde y no le dice nada al padre. Esa personita era chiquita. Después le contó lo que había visto.



Sunday, April 15, 2018

Casos españoles del 2002



Casos españoles del 2002
Por Jordi Ardanuy

14.07.2002. Madrid. España. En la madrugada del domingo, a las 00:15, en el Barrio del Pilar, dos testigos que visionaban en un cine de verano"El Señor de Los Anillos" pudieron observar a su izquierda dos puntosluminosos. Una de ellas se encontraba entre dos edificios, que estaban bastante separados, y la otra más a la derecha encima de edificio. De repente una de los testigos llamó la tención de la otra sobre los puntos
luminosos. El que estaba entre los dos edificios se estaba moviendo. Había estado mucho tiempo estático y se empezaba a mover. Se movía más despacio que un avión, desplazándose hacia la izquierda y a medida que se movía se iba "apagando". Cada vez brillaba menos y era más difícil seguirla. Una de los testigos, afirmó que no era una avión, ya que notenía luces de posicionamiento; y si hubiese sido un helicóptero se le habría oído.Según la misma testigo tampoco podía tratarse de un satélite ya que avanzaba con cierta velocidad.

21.07.2002. Navalsaz. España. Durante la 6ª Jornada ufológica de observación y vigilancia del cielo organizada por la Asociación Calagurritana de Investigación de Fenómenos Paranormales GRUPO UFO, se observó a las 00.15 horas , desde el punto de observación de Navalsaz, en el que se encntraba el colaborador y radioaficionado Alfredo y sus
acompañantes, la extraña presencia de tres puntos brillantes en el cielo en posible formación. Estos puntos se desplazaban por el cielo siguiendo una misma trayectoria. En un momento dado, uno de los puntos abandonó la formación y comienza a desplazarse en dirección contraria a los otros dos. Nuevamente los puntos que seguían en formación se habían detenido,
permaneciendo estáticos. El otro punto cambió de color blanco al rojo e inició una serie de maniobras de ascenso y descenso que fueron perfectamente visibles desde la posición de alerta OVNI en Calahorra. En una de las maniobras que este punto realizó desciendió rápidamente hacia el monte en el cual se encuentra nuestro testigo desplazado, provocándole un acceso de pánico sumado al inexplicable fallo de los equipos de trasmisión. Por último el objeto inició una maniobra de
ascenso elevándose hasta alcanzar los otros puntos que aun permanecían estáticos, cambiando la formación triangular por una formación lineal que avanzó en dirección a la luna despareciendo de la vista de los testigos de Navalsaz y Calahorra.

xx.08.2002. Matalascañas. España. Un objeto volador no identificado fue observado en los cielos de esta población onuvense.

15.08.2002. Aracena. España. Un ovni fue visto en los cielos de esta ciudad onuvense, que posteriormente el investigador J. M. García Bautista identifico con el pasó de un meteorito.

17.08.2002. Ubrique. España. Sobre las 2:30 horas de la madrugada, unos testigos informaron de la aparición de una enorme bola de luz blanca. Investigaciones ulteriores aclararón que podria haber sido un bólido o meteorito cruzando la atmosfera.

Monday, April 09, 2018

Visualizadores a distancia: en pos de los OVNIS ocultos (agosto 2004)



VISUALIZADORES A DISTANCIA: EN POS DE LOS OVNIS OCULTOS
Por
Scott Corrales
2004-08-30


Una de las películas de ciencia-ficción de mayor importancia sobre el tema de los no identificados es una que muchos interesados en la ovnilogía nunca han visto. Titulada The Bamboo Saucer (el platívolo de bambú) y retitulada Collision Course (rumbo de colisión) posteriormente, este largometraje dirigido por Jerry Fairbanks y protagonizado por Dan Duryea nos transporta a la China Comunista de los años ’50, donde un platillo volador clásico – estructura metálica parecida a dos platos soperos invertidos con un domo en su parte superior – se ha estrellado en una comarca rural. Un misionero ha logrado ocultar el artefacto desconocido en una granja antes de que los “rojos” se apoderen de él, y se comunica con el gobierno estadounidense para rescatar el platillo.

Un comando liderado por el personaje de Duryea llega a China y se hace cargo del proyecto, pero resulta imposible internarse en la nave extraterrestre, que carece de puertas o ventanas. Casualmente, uno de los comandos decide afeitarse con una rasuradora eléctrica, cuyo zumbido hace que se abra un agujero en el fondo del platillo, dando a conocer sus secretos. Pero como en toda producción de Hollywood, los villanos están próximos a llegar, y los “buenos” no tienen otro remedio sino salir volando de China a bordo del platillo, que se desplaza por el espacio usando “redes magnéticas naturales”.
El final es obligatoriamente feliz.

De este rodaje poco conocido han surgido muchos conceptos que aceptamos como cosa normal en la investigación ovni, y detalles que han formado parte los supuestos ovnis de Bob Lazar en la zona S-4 o Area 51 y la explicación de propulsión magnética que aparecería en numerosas crónicas tanto de contactismo como de secuestro por extraterrestres.

Aunque la influencia de la ciencia-ficción en numerosos casos de ovnis es innegable, ello no significa que los platillos chocados, ocultos por un gobierno u otro, o rescatados igualmente por un gobierno u otro no tengan una realidad independiente, como veremos a continuación.

El platívolo abandonado

En el otoño de 1992 el fallecido investigador norteamericano Kenneth Willoughby me hacía llegar un relato totalmente increíble: en medio de la confusión y emoción delirante que se respiraba en el entorno de aquellos primeros años de la segunda “gran década de los ovnis”, entre las afirmaciones de bases alienígenas subterráneas en Dulce, Nuevo México y platillos estrellados en Roswell, sobresalía un relato que poseía cierta lucidez a pesar de estar relacionado con la dudosa disciplina denominada “visualización remota” y supuestamente empleada por operativos del ejército estadounidense para discernir objetivos militares y civiles que no podían hallarse con métodos convencionales. De hecho, a pesar de su nebuloso origen, el relato que me ofrecía Willoughby era mucho más verosímil que las descripciones de extraños trozos de carne flotando en un líquido ambarino en las profundidades de una meseta en el suroeste americano.

El 29 de abril de 1987, un corresponsal del investigador Willoughby había realizado una experiencia de visualización remota pero desde una perspectiva muy original: el visualizador intentaba ponerse en el lugar del piloto de un OVNI sobrevolando nuestro planeta. “En gran silencio”, reza la narración “percibí como la pequeña nave flotaba sobre un panorama oscuro con matices plateados de páramos, ríos, y granjas silenciosas. Parecía ubicarse en alguna parte de la costa este de los EE.UU., tal vez Connecticut o Vermont...” Satisfecho con el aparente éxito de la visualización, el sujeto lo intentó de nuevo, pero esta vez acompañado. Su compañera le formulaba preguntas y él las contestaba según las imágenes que le llegaban. La primera interrogante era si efectivamente había chocado un ovni en Roswell.

La respuesta fue sorprendente. No había chocado uno, sino tres: uno de ellos había sido trasladado a otro punto en el sureste de Nuevo México, alojado en un enorme y oscuro hangar u almacén. En su informe escrito, el visualizador manifestaba poder ver una variedad de objetos esparcidos por el suelo, alumbrados por algunas luces. El ambiente en este lugar le inspiraba extrañeza y la sensación de que los que custodiaban el lugar tenían miedo de él, tal vez por motivo de radiaciones desconocidas.

El segundo objeto—rezaba el informe—se localizaba directamente al este de Roswell en otra base militar. A diferencia del primer lugar visitado por el visualizador remoto, este lugar gozaba de buena iluminación y contenía un platillo volador de configuración clásica y con un domo en su cubierta superior. “Existe una zona desgarrada de unos ocho o diez pies de ancho en la que los científicos concentran su atención. Personas en batas blancas operan ordenadores y examinan el vehículo a través de un instrumental complejo. Han podido penetrar el interior del ovni a través de la zona desgarrada, pero no han tenido mucho éxito en lo que se refiere a analizar sus piezas a pesar de haberlo tenido bajo su custodia por 40 años”.

Aquí el informe adquiere matices interesantes que van contra lo establecido: “Los militares responsables del OVNI desean que jamás hubiera aparecido, ya que su investigación ha consumido recursos y dinero por 40 años sin aportar ninguna información de valor. Les gustaría enterrarlo de una vez por todas, aunque no lo han hecho porque trasladar el platillo resulta difícil bajo condiciones de hermetismo total; es dificil de camuflar y no hay manera de desmantelarlo”. El visualizador se permite un comentario jocoso: que los viejos comandantes de esta base se guardan el secreto al jubilarse, permitiendo que los nuevos comandantes descubran “aquello” y sus operaciones por sí solos.

A estas alturas del informe, el visualizador parece estarse comunicando con alguna especie de inteligencia o su “yo superior” (tan popular en la Nueva Era), formulando preguntas sobre el alcance efectivo de la nave espacial y recibiendo una respuesta sumamente confusa: el alcance era de seis veces la orbita de la tierra alredor del sol, incluyendo el movmiento del Sol y la tierra alrededor de la galaxia durante el plazo de seis años. Perplejo, el visualizador preguntó que si el aparato era capaz de llegar a las estrellas más cercanas. La fuente desconocida le hizo saber que el platívolo podía llevar a ¼ de la distancia en cuestión, citando una especie de punto de relevo en medio del espacio exterior. “Recibí la respuesta de que se trataba de un lugar oscuro, como un desierto o vertedero, con piezas de refacción esparcidas por doquier. No había señales de vida, tratándose tan solo de un punto de descanso o de reparaciones”.

Afirmando sentirse frustrado con esta información, el visualizador comenzó a describir un pasadizo en las entrañas de la tierra, un lugar de “fuerte carga emocional”. A pesar de la oscuridad del pasillo, resultaba posible ver puertas de vidrio translúcido en un extremo. “Una gran caja fuerte sobresalía unas 6 pulgadas del muro. El secreto se encontraba dentro de ella. Comencé a sentirme preocupado. Repentinamente experimenté una sensación de peligro, como si una bestia feroz nos estuviera acechando.”

Saliendo del trance de la visualización remota, el sujeto comentó a su compañera que parecía haber alguna especie de protección psíquica contra la penetración por “yoghis o fakires”.

El visualizador finaliza su informe expresando sus dudas sobre el proceso utilizado para recabar los datos. “En cuanto a la exactitud de la visualización remota, ¿quien sabe? Ambos éramos novatos, y la sesión produjo la información más detallada de todas mis experiencias en este campo. No podemos decir si captamos eventos objetivamente reales, o las proyecciones de una conciencia en masa, o una fantasía detallada. Se trata de algo que no podemos contestar. ¿Adónde trazamos la línea entre lo real y lo que no es?”

Ahí concluye el escrito enviado por Kenneth Willoughby. Curiosamente, los nombres del visualizador y su ayudante, claramente una mujer, no aparecen en el texto aunque se hace mención de un tal “Keith” que puede ser el visualizador o el encargado de la operación. Aunque corremos el riesgo de apartarnos del tema de este trabajo, cabe señalar que gran parte de los visualizadores remotos que llegaron a pertenecer al proyecto GRILLFLAME auspiciado por el ejército de los EE.UU. tenían un marcado interés en el fenómeno ovni, y uno de ellos – el capitán Ed Dames – llegó a recibir una repimienda de sus superiores por usar el fenómeno como material de entrenamiento para sus principiantes. Pero el mismo Dames, ahora uno de los pocos visualizadores remotos “comerciales” al servicio de la industria privada, afirmó que los extraterrestres tenían numerosas bases en todo el mundo—bajo el mar, bajo la tierra y en lugares remotos. No sería ilógico suponer que el interés en buscar extraterrestres se extendiera a la búsqueda de ovnis capturados por su mismo gobierno...o por otros.

Sin embargo, hay un detalle sumamente curioso: el detalle de la enorme caja fuerte y su contenido, protegido por un supuesto “resguardo psíquico”. Se trata de una realidad concreta que aparecerá más adelante, aunque lejos del estado de Nuevo México.



Los hombrecillos verdes del hangar 18

La base aérea Wright-Patterson del estado de Ohio ha adquirido proporciones legendarias dentro del mundo de la investigación ovni. Además de ser la sede de ATIC (Advanced Technologies Investigation Center) y del proyecto “Libro Azul” de la década de los ’60, inmortalizado por la serie de televisión del mismo nombre, Wright-Pat, como se le conoce en inglés, posee otro atractivo igual de mítico: el hangar 18.

Algunas versiones de la leyenda dicen que el hangar 18 contiene un platillo volador intacto; en otras versiones el platillo está despedazado. También se comenta que hay tripulantes humanoides conservados en formaldehído, y que estos son o enormes o diminutos. La narración ha sufrido cambios con el paso de los tiempos, pero aún se cita como parte del legado ufológico de épocas anteriores.

La leyenda del hangar 18 fue dada a conocer al público no especializado en 1980 a través de un largometraje titulado Hangar 18, protagonizado por Darren McGavin, Robert Vaughn y Gary Collins. Este rodaje de la Sun Classic Pictures presenta el estregamiento de un clásico platillo volador con la muerte de sus dos tripulantes, y que acaba siendo estudiado por los militares estadounidenses. Aunque la película incluye situaciones que nada tienen que ver con el mito, como los astronautas fugitivos que huyen de la ley por haber visto un ovni, se le considera como una representación fiel los alienígenas, su lenguaje basado en jeroglíficos y otros detalles.

Sin embargo, una visita a la base Wright-Pat (convertido en museo de aviación y abierto al público en general) en la ciudad de Dayton, Ohio confirmará que no hay, ni tampoco hubo, un hangar 18. ¿Qué pasó entonces con los hombrecillos verdes y el platívolo estrellado? Vamos por partes.

La doctora Irena Scott del Mid Ohio UFO Research Association (MORA) tuvo la oportunidad de vistar la base Wright-Pat repetidas veces para asistir a reuniones relacionadas con su trabajo en el Battelle Memorial Institute. En conversaciones con los directivos de la base-museo, descubrió que durante la Segunda Guerra Mundial la base fue utilizada para alojar prisioneros alemanes. Entre doscientos y cuatrocientos nazis capturados durante las campañas norafricanas e italianas de 1943-1945 acabaron cruzando el Atlántico después de que los campos de concentración en el Reino Unido llegaran a estar peligrosamente llenos.

Algunos prisioneros de guerra, comenta la doctora, fueron empleados para cargar y descargar los vagones de trenes con material que llegaba a la base, mientras que otros acabaron cocinando o sirviendo comida en los comedores de la base. Para distraerse, los prisioneros se dedicaron a pintar murales que representaban las tradiciones folklóricas de su patria – toda suerte de elfos, dragones, “kobolds” y otros seres fantásticos de piel verde...ese sería el origen de la leyenda de los “hombrecillos verdes” en la base Wright-Patterson (Ohio UFOs and Others, Greyden Press, 1997: p.43)

La respuesta sobre el hangar 18 es mucho más compleja y menos pintoresca. La enorme base militar esta dividida en una zona “A” y otra “B”. Se cree que el segundo de tres hangares a lo largo de una pista de aterrizaje en desuso pueda haber sido el célebre “18”, aunque en ningún momento se les dio numeración ordinal o cardinal. No obstante, la base Wright-Patterson sí cuenta con una serie de edificios numerados, entre los cuales figuran el 18 A, B y C respectivamente.

Suponiendo por un momento que un ovni efectivamente chocó en Roswell (o en Aztec, o en Corona, o en cualquier otro punto de la geografía del suroeste de los Estados Unidos) y habiendo bases militares de mayor tamaño e importancia en estados contiguos--Twenty-Nine Palms y Muroc en California, Kirtland en Colorado, Dugway en Utah, etc.-- ¿qué sentido tenía transportar el supuesto platillo y sus presuntos tripulantes al otro lado del país?

En 1992, el escritor Michael Collins siguió una pista sumamente interesante que le llevaría hasta la base Wright-Patterson, determinó la existencia de una serie de pasadizos y bóvedas subterráneas localizadas debajo del edificio 167 de la base – una estructura de una sola planta y dos puertas. Esta estructura servía un fin muy especial dentro del Cuerpo Aéreo del Ejército: era el almacén del altamente peligroso y explosivo nitrato de plata empleado por el Escuadrón Fotográfico en la ciudad de St. Louis, Missouri, un mando militar conocido en la actualidad como el Escuadrón de Cámarografos de Combate, Destacamento 2. La única manera de asegurar la integridad de los nitratos era mediante niveles de enfriamiento que rayaban en lo criogénico.

“Según una fuente confidencial, un coronel jubilado de la USAF que pude entrevistar”, escribe Collins en su trabajo Wright-Patterson’s Secret Underground, “ En 1953, el guardián del edificio y sus enormes bóvedas subterráneas recibió aviso de sus superiores que era necesario evacuar el gran acervo de nitrato de plata en menos de tres días, ya que el uso del edificio 167 sería modificado.”

Tres días después, según el testimonio del militar anónimo, un avión de carga aterrizó en la “Zona B” de la base y se descargaron cuatro recipientes de cuatro pies de largo que fueron colocados a su vez en un camión y transportados hasta el 167 rodeados por fuerzas de seguridad. Cuando el encargado del edificio preguntó qué había en los envases, se le contestó “Ufonautas, y no preguntes más.”

Aunque hay conflictos sobre si las fuerzas armadas estaban utilizando nitrato de plata con fines fotográficos en 1953, todos los entrevistados por Collins parecen coincidir en algo: las bovedas subterráneas de Wright-Patterson no fueron para fines fotográficos desde comienzos de esa decada. Es comprensible que el frío necesario para impedir desgracias con el nitrato fuese útil para mantener la integridad de los supuestos alienígenas, explicando así la necesidad de transportar los cadáveres no humanos a miles de kilómetros del punto de impacto.

Se rumora que otra posible estructura empleada para el almacenamiento de los restos extraterrestres fue el edificio 620, el laboratorio de electrónica de aviación, cuyos subsótanos son numerosos y acaban en un túnel sumamente extenso interrumpido por al menos tres grandes puertas contra explosiones. Al final del gran túnel, “a veinte pies por debajo del estacionamiento del edificio 620”, según las puntualizaciones de Collins, se halla una enorme bóveda que ha recibido mantenimiento constante desde 1982.

¿Sería esta la bóveda percibida en 1987 por los dos visualizadores remotos anónimos en el informe de Kenneth Willoughby, con su caja fuerte que sobresale a seis pulgadas de la pared? La interrogante seguirá en pié por mucho tiempo...

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Tuesday, April 03, 2018

Vehículos de origen desconocido: el aspecto militar



Vehículos de origen desconocido: el aspecto militar

Por George A. Filer - Filer's Files
Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi

Los militares que se encuentran con estos fenómenos cuentan historias sorprendentes. Un ejemplo concreto de esto lo es la experiencia del crucero de misiles USS Princeton en noviembre de 2004. Dicha nave detectó aviones no identificados repetidas veces en las cercanías del grupo de combate del portaaviones Nimitz, que vigilaba la costa de San Diego. En algunos casos, de acuerdo con los informes de incidentes y entrevistas con personal militar, dichos vehículos descendieron desde alturas superiores a los 60,000 pies a velocidades supersónicas solo para detenerse en seco y cernirse a tan solo 50 pies sobre la superficie del océano. EEUU no dispone de nada capaz de semejantes proezas.

En al menos dos ocasiones, los interceptores F-18 fueron despachados para interceptar estos vehículos con el fin de verificar su localización, aspecto y rendimiento. Estos encuentros tomaron lugar a plena luz del día y fueron vigilados independientemente por radares en múltiples barcos y aviones.

Según los aviadores navales con los que he podido hablar detenidamente, los vehículos tenían una longitud aproximada de 45 pies y eran de color blanco, siendo capaces de esquivar los mejores interceptores de línea de la marina estadounidense sin ningún medio de propulsión visible.


Si el origen de estos aviones es un misterio, igual lo es la parálisis del gobierno de EEUU ante semejante evidencia. Hace 60 años, cuando la URSS lanzo el primer satélite artificial, los estadounidenses reaccionaron ante la idea de ser superados tecnológicamente por un rival peligroso, y el furor sobre Sputnik desembocó en la carrera espacial. Estados Unidos respondió con fuerza y en poco menos de una década, Neil Armstrong pisaba la luna. Si estos aparatos significan que Rusia, China o algún otro país ha logrado este sorprendente avance tecnológico para tomar la delantera, debemos responder hoy como lo hicimos entonces.

Tal vez los comentarios recientes del presidente Vladimir Putin sobre los avances en propulsión no son meras fanfarronadas. Por otro lado, si estas naves no provienen de la Tierra, entonces la necesidad de averiguar lo que son resulta más apremiante todavía. Putin afirmó en diciembre (2017) que Rusia había culminado el ciclo de prueba de un drone nuclear sumergible. El éxito de tales pruebas, dijo, "permitirán el desarrollo de un arma totalmente nueva - un complejo estratégico de armas nucleares con cohetes equipados con motores de propulsión atómica capaces de volar a cualquier punto del planeta y atacar desde cualquier rumbo".

El 18 de marzo (2018) Putin, de 65 años de edad, ganó las elecciones a su cuarto sexenio desde su toma del poder en 1999. Los comentarios sobre armas de tecnología avanzada, según expertos, sugieren a los votantes rusos que Putin está garantizando su seguridad por más que queden muchos problemas domésticos por resolver. "Rusia puede realizar un ataque nuclear en cualquier punto que le plazca".

En fechas recientes, la cobertura mediática del tema de los 'vehículos aéreos no identificados' se ha enfocado en una asignación presupuestaria caducada de USD$22 millones para Bigelow Aerospace, contratista vinculado a Harry Reid del estado de Nevada, líder del partido demócrata. Dichos fondos fueron destinados a investigación y análisis por dicha contratista sin la participación de la USAF, NORAD u otra organización militar clave.

Monday, April 02, 2018

Asedio: Las oleadas OVNI localizadas



Asedio: Las oleadas OVNI localizadas
Por Scott Corrales © 2018

El condado de Huntingdon en Pennsylvania (EEUU) es un entorno rural y montañoso. Fue en este rincón del estado, durante el mes de enero de 1981, que el matrimonio Veitch dio parte sobre un objeto triangular "con tres luces en cada esquina" - avistamiento que fue tachado de fraude en un país que había comenzado a perder interés en los no identificados tras el auge de la película Encuentros en tercera fase y la marejada de avistamientos y encuentros platilleros de los '70. No obstante, algunas noches después del avistamiento de los Veitch, la señora Lois Turner se pondría en contacto con la policía local para advertirle que había salido a verificar si aún nevaba cuando se dio cuenta de repente que había dos brillantes "faros" en el cielo. Las luces de color anaranjado eran cegadoras, pero se apagaron repentinamente, permitiéndole ver la estructura de un objeto que jamás había visto antes: un aparato con la forma clásica de dos platos soperos invertidos, pero "del tamaño de dos alcobas". El objeto tenía ventanillas rectangulares por las que podía verse una iluminación interna amarillenta.

El intruso presenciado por la Sra. Turner se dirigió hacia un cementerio (destino frecuentado por estos objetos, por extraño que pueda parecer) pero el objeto realizó una maniobra de elevación abrupta, saliendo disparado hacia el cielo. Se daría a conocer posteriormente que otros habían visto un objeto parecido aquella misma noche.

El 14 de enero de 1981, el Sr. Paul Veitch y su familia serían nuevamente testigos de lo desconocido. Presenciaron, desde su hogar, las maniobras de un gran objeto anaranjado que se desplazaba por el cielo y que parecía tener un resplandor interno. El objeto realizó maniobras sobre una de las casas del poblado antes de desparecer.

Intensa Actividad OVNI en Indiana

Durante el mes de abril de 2004, los condados del centro del estado de Indiana (EEUU) experimentaron una oleada intensa que atrajo la atención de investigadores de gran parte del país. La micro-oleada se concentró entre el 8 y el 16 de aquel mes.

El 8 de abril a las 22:00 horas, seis bolas de luz se desplazaron sobre los cielos parcialmente nublados del condado de Marshal. Los testigos se desplazaban a lo largo de la carretera Muckshaw cuando presenciaron el fenómeno. Las luces – inicialmente tres – se subdividieron para formar un total de seis antes de desaparecer repentinamente. Los investigadores de MUFON de Indiana señalaron el hecho de que el caso era un CE-I rayando en CE-2 (según la escala Hynek) puesto que la aparición y desaparición de estos objetos coincidió con un apagón y pérdida del servicio telefónico celular en la región.


La vecina ciudad de Rochester comunicaría su propio caso de alta extraña aquella noche. Un informe presentado por la oficina del comisario del condado de Fulton dice así: “[Vimos] un objeto en el cielo que se cernía sobre las copas de los árboles a unas 300 yardas al sur de mi hogar. El objeto era enorme y sus luces (tres a cada lado del platillo) eran como las de un estadio. Las luces estuvieron encendidas por aproximadamente 30 segundos antes de apagarse. Al día siguiente, comuniqué lo que vi a la estación de radio local, dónde se recibieron tres llamadas adicionales de personas afirmando haber visto lo mismo. Mi vecino me escuchó por la radio y me dijo que él también había experimentado problemas eléctricos en el mismo momento en que se produjo el avistamiento. “

Los investigadores de MUFON de Indiana recibieron otro caso sucedido a la “hora mágica” de las 22:00 horas, también en Rochester, donde una familia que miraba su programa de televisión favorito esa noche pudo ver grandes luces a través de la ventana de su sala. Las luces parecían formar parte de un objeto con forma de domo que se cernía a unas 100 yardas las sur de su hogar, al otro lado de una calle y por encima de un barranco lleno de árboles. No se escuchó sonido anómalo alguno, y los miembros de la familia anónima apuntaron que la combinación de emoción y temor les impidió salir a presenciar el desconocido con mayor precisión.

Steve Hile, uno de los pesquisidores, observó que sí existía un dato peculiar. Esa primavera, una cabra dio a luz una cría ciega en una granja a 60 yardas al noroeste de la casa de los testigos. Después del avistamiento del objeto desconocido, el pequeño cabrito parecía haber recuperado la vista y se mostraba muy activo. Pero este detalle se vio opacado por lo que Salvador Freixedo denominaba el “aspecto engañoso/hostil” del fenómeno: el cabrito desapareció sin dejar rastro tres semanas tras el evento ovni, su madre murió tres días después de su desaparición.

El 9 de abril, también a las 22:00 horas, un vecino de Star City, Indiana, condado de Pulaski, sacó a pasear a su perro cuando el animal comenzó a demostrar un comportamiento inusual, fijando su vista en un campo baldío hacia el sur, posteriormente tratando de guiar a su dueño hacia el norte, como si tratase de alejarlo de un peligro. El hombre se percató de una “esfera roja” en el cielo a una milla de distancia, seguida por la aparición de otro objeto parecido 30 segundos después, y otro más. Más interesante aún fue la aparición intempestiva de interceptores militares que parecían estar rastrillando un perímetro de al menos 20 millas.

El asedio de Mt Annan, Australia

En diciembre de 2013 los lectores del periódico australiano Macarthur Chronicle se enteraron de la sorprendente actividad ovni sobre su comunidad en Nueva Gales del Sur.

A las 20:30 horas del 1ro de diciembre, un lector del periódico envió fotos de cuatro objetos no identificados que sobrevolaron la zona. “Volaban alto en el cielo, demasiado altos para ser helicópteros. Su forma era redondeada y no eran aviones de ninguna clase. El primero de ellos tenía forma de disco de color verde fosforescente. Vimos cómo se desplazaba desde Campbelltown con rumbo a Camden. Durante este tiempo no perdió ni su color ni brillantez, viajando a velocidad constante.

El investigador australiano Bill Chalker señala en su informe "UFO Flaps - A Context for Scientific Study" que su país ha tenido oleadas platilleras localizadas que rayan en el asedio de comunidades debido a la intensidad con que se producen. Prueba de ello lo son las experiencias ovni sobre Tyringham-Dundurrabin, Nueva Gales del Sur, en 1973; los eventos en Leitchville-Echuca, Victoria y Gisborne (Nueva Zelanda) en 1977-78 y los avistamientos en Cressy, Tasmania en 1960. "Las oleadas localizadas," escribe Chalker, "tienen la capacidad de colocar al fenómeno OVNI bajo el escrutinio de la experimentación directa, lo que a su vez puede proporcionarlos la respetabilidad del fenómeno que tanto exige la ciencia legítima. La experiencia personal ha demostrado que tales investigaciones aportan cantidades considerables de datos, y que esta clase de datos servirán para impulsar a los OVNIS a la corriente principal de la investigación científica".

Asedio en Alaska

Lo cierto es Alaska nos ofrece muchos misterios, y la mayoría de ellos recientes. Hace tan solo dos años, la aldea inuit de Noorvik estuvo asediada por luces extrañas – estructuras altamente brillantes que iluminaban la oscuridad de los breves días de invierno como si de faros se tratase. Las descripciones de estos objetos variaban de testigo en testigo – torres con luces, tres luces superpuestas en línea recta, y la más curiosa de todas: una luz parecida a un estrobo que giraba en torno a la “torre de luces” que se desplazaba silenciosamente en la noche polar. La mini-oleada de la costa norte de Alaska fue dada a conocer al mundo muchos meses después por el periódico North Slope Arctic Sounder de la ciudad petrolera de Point Barrow.

Teresa Pungalik, encargada de los socorristas de esta remota región del cuadragésimo noveno estado de la unión americana, manifestó a la prensa que el primer avistamiento se produjo el 23 de diciembre del 2002, cuando un vecino de Noorvik que cabalgaba por la tundra afirmó haber visto “un estrobo” en el fondo de la cantera local. Pensando que podía tratarse de un avión estrellado que utilizaba una especie de baliza para pedir ayuda, los socorristas se comunicaron con la Agencia Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) para preguntar si se tenía conocimiento de algún avión derribado. En las solitarias regiones del norte, las avionetas representan para muchos la única forma de comunicación con el mundo exterior, y sus pilotos son a menudo médicos y especialistas que brindan sus conocimientos a comunidades aisladas.

"El oficial Leath en Kotzebue me llamó a las 0400 horas,” dijo Pungalik a los medios, “así que enviamos cuatro trineos motorizados para revisar la zona. Llegaron hasta Sivu y dijeron: estamos justo sobre Sivu, sobre los cerros, podemos ver las luces, están hacia allá. Dijeron que iban a seguir un poco más allá, porque pensaban que estaba en Sivu. Teníamos contacto mediante VHF. Dentro de poco informaron que las luces se les habían adelantado.”

Los socorristas comenzaron a darse cuenta de algo no encajaba. Las luces no correspondían a un objeto en el fondo de ninguna cantera, sino parecían tratarse de otra cosa. La comunidad inuit de Sivu estaba a veinte millas de Noorvik por trineo motorizado, lo que indicaba que las luces estaban en movimiento. Pungalik dio la orden de interrumpir la misión de rescate.

Pero la extraña experiencia sólo estaba a punto de comenzar: "Había muchas personas despiertas a esa hora, viendo las luces”, añadió Pungalik. "Vieron que el primer trineo motorizado regresaba al pueblo, hacia ellos, y repentinamente vieron que eran más de cuatro. Los cuatro chóferes de los trineos motorizados dijeron que las luces les habían seguido hasta llegar al pueblo".

Los OVNI también se hicieron sentir en el norte de Canadá durante el mismo macroavistamiento de fines de los ’60 a comienzos de los ’70. En el mes de noviembre de 1967, los controladores de tránsito aéreo de Fort Simpson quedaron perplejos al ver en sus instrumentos un objeto que ejecutaba una serie de virajes de 90 grados; meses después una luz amarilla-anaranjada voló a baja altura sobre la población de Whitehorse en el Yukón. Dos motoristas que cruzaban la tundra en sus trineos motorizados afirmaron que el objeto era “más brillante que el sol” y que se cernía al nivel de los árboles, emitiendo una energía desconocida que hizo que ambos trineos motorizados se detuvieran hasta que el objeto se alejó del lugar.

En febrero de 1968, una mujer que vivía a las afueras de Fort Norman pudo ver un colosal bólido anaranjado que se movía lentamente sobre los cables de alta tensión del tendido eléctrico. La testigo, que afirmaba haber estado cortando leña cuando se produjo el incidente, no tardó en subirse a su trineo y dirigir sus perros de tiro hacia el asentamiento para comunicar lo sucedido.

Los avistamientos en el ártico canadiense se prolongaron más allá del macroavistamiento. En fechas recientes, el periodista P.J. Harston exploró los avistamientos que tomaron lugar en enero de 1996 sobre Fort Resolution, en las orillas del Great Slave Lake. Más de 50 vecinos de esta población vieron extrañas luces verdes y azules que fueron captadas en cinta de vídeo. La magnitud del avistamiento fue tal que altos oficiales del ejército canadiense visitaron la población, acompañados de investigadores militares. La cinta de vídeo, según las averiguaciones de Harston, fue confiscada por estos funcionarios y remitida a su cuartel general en North Bay, Ontario, para analizarla. El periodista añade el curioso detalle que según el coronel Pierre Leblanc, el militar que visitó Fort Resolution, los estamentos militares canadienses “llevan el registro de las investigaciones paranormales, aunque el presupuesto para tales actividades se reduce cada vez más”.