Monday, April 28, 2014

Argentina: El Incidente de Necochea

El Incidente de Necochea (Argentina)
Una Investigación de: GUILLERMO DANIEL GIMENEZ (*)

A través de mis investigaciones, he llegado a conocer un nuevo y sorprendente episodio de avistamiento de OVNI, ocurrido en agosto de 1962 (año este, muy visitado por estos objetos anómalos para nuestra tecnología terrestre), contando con un TESTIGO CALIFICADO principal, que parte de la ciudad de La Dulce, tomando la carretera Juárez - Necochea, dirigiéndose a esta última ciudad.
Y es así, que en las cercanías del Km. 28, es “acosado” por un OVNI. Un encuentro, en plena carretera argentina, situándose el “ ingenio volante” detrás del automovilista, para luego perseguirlo en su recorrido, y más tarde, situarse frente al mismo.
Quizá el por qué de tal extraña conducta, el motivo de sus acosos, de su “persecución”, es el saber del comportamiento de nuestras reacciones frente a algo desconocido.
Y es a través de ésta INVESTIGACIÓN EXCLUSIVA, se acerca a mí el OFICIAL PRINCIPAL (R) Juan José La Terza, que me brinda su Memorándum (de gran valor), para el Aporte Investigativo de este incidente.
Los voy a situar, en un nuevo y sorprendente episodio de Persecución OVNI.

EL SUCESO

Nos ubicamos en la República Argentina, en la ciudad de Necochea, Provincia de Buenos Aires, distante a 520 Km. de la Capital Federal.
Este es uno de los más importantes centros turísticos de nuestro país, contando con una excelente fachada edilicia, un sin número de hoteles de gran categoría y diversos centros de atracción. Además de numerosos balnearios para sus extensas y anchas playas, el Río Quequén para la práctica de diversos deportes, médanos y el parque Miguel Lillo, siendo su clima propicio para los miles de turistas que acuden a ella.
Los accesos a ésta ciudad, están dados por las rutas Nacionales Nros. 2 y 3 y las Provinciales Nros. 29, 86, 88, 226, 227 y 228.
Y es en ésta última, donde el miércoles 29 de agosto de 1962, Osmán Alberto Simonini, tomando la carretera Juárez-Necochea, partiendo de La Dulce, conduciendo un camión Chevrolet del criadero de visones “El Malabrigo”, a una velocidad de 25 km. por hora, -desplazándose así-, por dificultades mecánicas y sin luz, observa aproximadamente a las 20:10 hs. en las cercanías del km. 28, una intensa luz detrás del mismo. Pensando que sería un automóvil que quería pasarlo, y al ver que este no lo hacía, observa a su izquierda y, sobre la banquina, a una distancia de sólo tres metros y a dos metros de altura, volaba sin ruido alguno, un objeto similar a dos platos soperos invertidos, tomados por sus bordes, sin ventanilla alguna, y de color gris metálico, de unos cinco metros de diámetro, desprendiendo de su parte inferior un “rayo de luz” de aproximadamente dos metros de diámetro, y de color rojo y azulado, a semejanza de un reflector.
El objeto seguía una dirección paralela acompañándolo en su recorrido durante 200 metros, no sufriendo Simonini temor alguno.
A su paso, los pastos eran agitados muy violentamente, observando que el objeto no giraba en ninguno de sus ángulos.
Pasados los 200 metros el OVNI pica bruscamente a gran velocidad, adelantándose a unos 600 metros del camión y siempre sobre la banquina, a poca altura para luego girar en ángulo recto, introduciéndose en el semillero Rita Knudsen, en el km 27.
El objeto iluminaba un diámetro de unos 10 mts., iluminación ésta, sirviéndole a Simonini para desplazarse por no funcionarle los faros del camión, utilizando solo la guiñada.
Llegando al km. 27 observa el objeto detenido a menos de 1 metro de altura y a unos 300 mts. de la carretera. Bajándose del vehículo, para poder ver mejor al mismo, apoya las manos sobre el alambrado notando que éste, junto con los postes del alambrado y las varillas, se encontraban “muy caliente” donde había pasado el OVNI.
Simonini vuelve a apoyar las manos para comprobar nuevamente el fenómeno.
Luego de dos minutos de observar el OVNI, éste levanta vuelo bruscamente y a gran velocidad, casi verticalmente, para luego desaparecer en el cielo.
Allí se pierde no volviéndolo a ver más.

OTROS AVISTAJES EN LA ZONA

Durante el año 1962, toda la zona aledaña a Necochea, particularmente en los meses de julio, agosto y septiembre (meses cumbres en actividad OVNI, según la gráfica mensual que así lo establece), se observan numerosas presencias de estos objetos físicos No Identificados (el comienzo fue con un avistaje ocurrido el 13 de enero, a las 23 hs., cuando cuatro personas de la cuidad de Bahía Blanca, observan un OVNI en la región de Necochea), constituyendo una gran “micro-oleada” en esta región. (Similares episodios se registraron en las oleadas de 1965, 1967, 1968, 1972, 1978 y 1980); presentando los objetos diversas formas, muy luminosos, de diversos colores, algunos de éstos, para situarse frente a las costas de Necochea (emergiendo y sumergiendo en algunos casos), en el océano Atlántico.
Detallemos a modo de ejemplo, una observación ocurrida el 28 de agosto de 1962, a solo un día anterior a los hechos protagonizados por Simonini en la zona de Juan E. Barra, Tres Arroyos.
Dos trabajadores rurales que se hallaban en el campo Itatí, de Martini y Martínez, ubicado en la zona de Juan E. Barra, fueron los testigos del fenómeno. El tractorista Benigno Méndez se encontraba a sus tareas en la noche, cuando divisó imprevistamente una luz extraña sobre la tierra, la que fue cobrando rápidamente extraordinaria fuerza hasta convertirse en un resplandor rojizo de gran potencia, del cual surgió un artefacto en forma de habano que se elevó verticalmente para luego detenerse a cierta altura, donde comenzó a evolucionar de un lado a otro a una velocidad increíble. Corrió a llamar a su compañero Norberto Rosotti, quien también pudo observar el fenómeno.
Siguieron todos sus movimientos durante una hora. Vieron que salían llamaradas sin ninguna clase de ruido, hasta que lo vieron dirigirse hacia el Norte y perderse en el espacio, siempre de color rojizo.
“Cuando eso estaba en tierra y se produjo la llamarada silenciosa para surgir el ´habano´ entre sus resplandores, se iluminó la zona como si hubiese sido de día”.



Dibujo demostrativo de los eventos protagonizados por Osmán A. Simonini el 29 de Agosto de 1962 en Necochea, Pcia.Buenos Aires, Argentina
MICRO-OLEADA OVNI EN NECOCHEA


El año 1978, marcó una importante oleada OVNI en nuestro país, como así también en otros de América del Sur, África, España y Australia.
Estos hechos tuvieron amplísima resonancia periodística nacional e internacional.
Nuevamente (y van...), la ciudad de Necochea -en los meses de Agosto y Septiembre-, se desarrollaron numerosos “encuentros”, dando lugar a una verdadera micro-oleada, cuya existencia sólo fue conocida por una reducida cantidad de personas.
Estos incidentes, se desarrollaron en el extremo sudeste de la provincia de Buenos Aires, teniendo como epicentro la ciudad de Necochea.
Citaré brevemente los siguientes episodios, que me servirán -junto al caso que estoy principalmente analizando-, para formular una Hipótesis de Trabajo, que podrán leer en el final de este informe:


Caso 1: 22 de Agosto de 1978, Necochea, 20:20 hs. Un objeto circular muy luminoso con luz intermitente, pasó ésta, en dirección E a O.
La jornada del Martes 22 de Agosto, tuvo su origen en el sudeste de la provincia de Buenos Aires (región de Necochea), para luego extenderse a La Pampa, Río Negro, Neuquén, y extenderse a Chile, junto a otras provincias y países. (Observación simultánea en más de 30 ciudades).


Caso 2: 22 de Agosto, cercanías de Coronel Dorrego, 20:30 hs. Tres cazadores oyeron extraños pasos como de un hombre o un animal pesado, que provenían de un bosquecillo. Tras indagar sin resultado, comprobaron que la carne que estaban asando en un fogón, tenía gusto a azufre, teniendo luego síntomas de indisposición. Al ascender a su camioneta, vieron un objeto, de 30 metros de diámetro por 1 metro de alto, circundado por una fuerte luz blanca y con una torreta negra. El OVNI comenzó a acercarse, se anuló el sistema eléctrico del vehículo y el OVNI pasó a una altura de 50 metros por encima de ellos, alejándose. El vehículo arrancó y los cazadores comprobaron que estaban avanzando en el sentido opuesto al que se dirigían antes de ver el OVNI.


Caso 3: 22 de Agosto, Ramón Santamarina, Necochea, noche, 21:45 hs. Desde un automóvil vieron una “extraña nube gaseosa” con una marcada aureola trasparente que emitía una intensa luz.



Caso 4: 22 de Agosto, Ramón Santamarina, Necochea, noche. Un objeto más grande y brillante que la Luna llena volaba a baja altura, y se aproximó velozmente al automóvil de los testigos, luego pareció acompañarlos un trecho y se alejó emitiendo destellos.


Caso 5: 22 de Agosto, Coronel Dorrego, noche. Un OVNI evolucionaba lentamente sobre la ciudad.


Caso 6: 25 de Agosto, Ramón Santamarina, Necochea, 20:30hs. Suspendido sobre un monte de árboles se vio un objeto que emitía fuerte luminosidad intermitente, con vivos destellos rojos y naranjas, desapareciendo después.


Caso 7: 31 de Agosto, Estancia La Dulce (cercanías de Necochea) 21:55hs. Los testigos, Leonor Beatriz Turiella de Arias y Manuel Arias, observaban un objeto oscuro y ovoide, situado cerca de unos cables de alta tensión. Del objeto se desprendían dos luces rojas, sostenidas por bultos extraños oscuros, estos últimos desplazándose esquivando obstáculos. Más tarde el fenómeno desaparece.
Un encuentro con extraños seres que atemorizaron a los testigos.


Caso 8: 31 de agosto, cercanías de La Dulce, Necochea, noche. Otro vecino ve: “un objeto volador de singular luminosidad detenido sobre unos árboles” en momentos que la ciudad se hallaba a oscuras debido a un corte de corriente eléctrica. “Fuí a buscar otros testigos, pero como no los encontré, regresé al lugar justo a tiempo para ver cómo la luz se alejaba despidiendo unas luces verdosas’”.


Caso 9: 31 de agosto, noche. Aproximadamente a la misma hora, unos automovilistas que se desplazaban por la ruta Provincial-Nacional Nro. 88, también vieron al extraño objeto.


Caso 10: 4 de septiembre, San Cayetano, noche. Un joven ve una fuerte luminosidad de 30 metros de largo, tras un monte de árboles.


Caso11: 4 de septiembre, San Cayetano, noche. Un agricultor que se dirigía a esta ciudad, observa un OVNI, alejándose hacia el oeste.


Caso 12: A principios de septiembre, Paraje San José, Necochea, noche. Dos testigos ven el paso de un OVN luminoso.


Caso 13: 5 de septiembre, ruta 86. La señora de Arias (protagonista del suceso del 31 de agosto), ve una nube blanca y brillante que se transforma en una medialuna rojiza. Aumenta su tamaño y se esfuma.


Caso 14: 8 de septiembre, La Dulce, Necochea, 20 hs. Un falso Sol iluminó el campo, palpitando con luz rojiza durante cinco minutos.


Caso 15: 8 de septiembre, ruta 86, Km. 20 (a pocos Km. de Necochea). A las 20:15 hs., un foco de cegadora luz rojiza, ilumina una Estancia desde un monte de árboles. Los caballos se espantaron y dos corderos recién carneados, comenzaron a asarse solos por el calor que emitía el OVNI.


Caso 16: 9 de septiembre, Necochea, mediodía. Tres objetos luminosos evolucionan sobre la zona céntrica de esta ciudad.


Caso 17: 10 de septiembre, ruta 86, Km.85, noche. Una fuerte luz parecía “posada” sobre una línea de alta tensión, luego de 15 minutos, se alejó raudamente.


Caso 18: 12 de septiembre, La Dulce, Necochea. De una fuerte luz se desprende una estrella que va descendiendo en 8 etapas sucesivas.


Caso 19: 14 de septiembre, Necochea, noche. Un objeto que emitía luces alternadas rojas y verdes, pasó a gran velocidad de O a E.


Caso 20: 14 de septiembre, Juan N. Fernández, Necochea, 22:30 hs. Ocurrió a 500 metros de una casa y a 30 metros de altura. Un objeto plateado del que surgía una fuerte luminosidad, oscilaba sobre un monte de árboles.


Caso 21: Mediados de septiembre, Necochea, noche. El paso de un objeto muy luminoso de color rojo, siendo de forma ovalada, pasa la ciudad a gran velocidad en dirección al Norte.


Esta micro-oleada, por mi descubierta y estudiada, se halla dentro de la basta región necochense.
Ahora cabría preguntarse,: ¿Cual es la razón por la cual los OVNI se acercan a los testigos? (como sucedió en algunos de estos incidentes), y ¿Porqué la zona de Necochea, es tan intensa en actividad de OVNI?





Gráfico mostrando el extremo sudeste de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, situando a la ciudad de Necochea y ciudades vecinas como lugares de activa presencia OVNI en toda esta región bonaerense



APORTE INVESTIGATIVO


En este episodio, del 29 de Agosto de 1962, un Oficial Principal (R), al enterarse del suceso, ante la noticia publicada en Ecos Diarios de Necochea, el Jueves 30 de Agosto, cita al testigo, a sólo un día posterior de los hechos, a efectos de realizarle la investigación del mismo que ya detallo a continuación:


MEMORANDUM


Del Oficial Principal (R) Juan José La Terza.-
OBJETO: Informar sobre raro artefacto.-


Con motivo de la publicación en Ecos Diarios de Necochea el día de hoy, 30 de Agosto, de un artículo relacionado con los llamados “platos voladores”, me puse en contacto con la persona que el día de ayer vio uno de esos artefactos, a efectos de establecer la veracidad de sus dichos, por considerarlo de sumo interés, dada la frecuencia de las noticias de hechos similares que se están produciendo en la zona.

La mencionada persona es OSMAN ALBERTO SIMONINI, nacido en Necochea el 23 de febrero de 1935, casado, 2 hijas domiciliado en calle 72-3625 Necochea, quien accedió de buen grado a acompañarme al lugar donde se produjeron los hechos que a continuación expongo: Informa Simonini que salió ayer, miércoles 29 de La Dulce con un camión Chevrolet modelo 1957 del criadero de visones “El Malabrigo” de Ernesto Arias, tomando la carretera Juarez-Necochea a una marcha de 25 kms por hora por dificultades mecánicas y sin luz, cuando al aproximarse al kilómetro 28 y siendo las 20 hs10´ notó una luz intensa que atribuyó a un coche que quería pasarlo; sorprendido que no lo hiciera dada la poca velocidad que llevaba, miró hacia atrás advirtiendo entonces que a su izquierda, sobre la banquina, siguiendo una dirección paralela y a una distancia de 3 metros y a una altura de 2 metros volaba, sin ruido, un artefacto semejante a dos platos unidos por su parte más ancha, de color de las armas pavonadas; tendría un diámetro de 5 metros y desprendía de su parte inferior un rayo de luz color rojo y azul a semejanza de un reflector, rayo que tendría un diámetro de 2 metros.

Fue acompañado por el artefacto a esa velocidad durante 200 metros, dándole tiempo a observarlo detenidamente y sin ningún temor que influyera en su psiquis, por estar convencido de su inoperancia a través de los relatos de hechos similares.

En observación no advirtió que el aparato girase, ni tuviera ventanilla alguna, ni hiciera el menor ruido; a su paso los pastos eran agitados violentamente como si recibieran una fuerte corriente de aire desde arriba. Pasados los 200 metros en esa marcha y siempre junto al camión que marchaba lentamente, el aparto “picó” bruscamente a gran velocidad, adelantándose al camión unos 600 metros siempre sobre la banquina y a poca altura y al llegar al km. 27 giró violentamente en ángulo recto internándose en un semillero.

Continuó Simonini la marcha hasta ese punto y vio al artefacto detenido en el semillero a unos 300 metros de la carretera y a una altura de menos de un metro; se apeó y acercándose al alambrado apoyó las manos en éste para observarlo mejor; la impresión que recibió al encontrar el alambrado caliente le hizo apartar las manos, que volvió a apoyar para comprobar ese fenómeno encontrado que estaba “muy caliente” siéndole difícil soportar esa temperatura que también tenían las varillas y uno de los postes de alambrado.

Al cabo de dos minutos de observación, el artefacto levantó vuelo bruscamente y a fabulosa velocidad desapareció en el espacio, casi verticalmente.

Aclaro que en el trascurso del relato, le fui inquiriendo los más insignificantes detalles y también medidas y distancias que dió con absoluta seguridad.

Producido estos hechos ayer 29, hoy decidimos inspeccionar el lugar, Simonini y su cuñado Héctor Orler, Profesor de la Escuela Nacional de Educación Técnica y siendo las 13 horas recorrimos en los lugares por donde había pasado ese aparato, inclusive el potrero donde se detuvo por 2 minutos, sin encontrar rastro alguno. Decidí entonces, averiguar en el semillero referido que resultó ser el semillero Rita de Knudsen sito entre el km. 28 y 27 de la ruta mencionada más arriba, y al preguntarle a uno de los peones, Julio Vidaurre, argentino, casado, nacido en 1919, si en la noche anterior había advertido algo, contestó que sí, llamando a otro peón, Salvador Pacarino, Italiano, soltero, nacido en 1905, quien expresó que alrededor de las 20hs. había advertido una potente luz que se acercaba y que repentinamente desapareció; y lo atribuyeron a gente con malas intenciones, y se ubicaron los dos en la oscuridad entre los árboles hasta que después de media hora
abandonaron la guardia introduciéndose en las habitaciones, recelosos de lo visto.

La hora coincide con la indicada por Simonini quien ya había manifestado que en el transcurso del episodio no pasó ningún coche, por lo que puede afirmarse que la potente luz que vieron los peones era la del artefacto.

En resúmen, a pesar del escepticismo con que recibimos a diario las noticias relacionadas con este tema, opino que el hecho que señalo merece una seria atención.

El señor Simonini, propietario de un taller mecánico goza de excelente concepto en todo sentido; en las dos horas que estuve en su compañía pude advertir sus ya reconocidas condiciones de persona circunspecta, muy sereno, equilibrado y demás condiciones que hacen a la buena fe que merecen sus palabras.

La comprobación efectuada con los peones del semillero en cuanto a la luz del aparato advertida a la misma hora aproximada, eliminan la remota posibilidad de que Simonini haya sido víctima de alucinaciones u otros fenómenos psíquicos.

Las personas que conocen a Simonini de muchos años atrás coinciden en que les merece una fe absoluta.

Analizadas prolijamente por el suscripto todas las circunstancias del hecho en sus más insignificantes detalles obtenidos por observación directa, me atrevo a opinar que los hechos se han producido tal como los relata Simonini.


Juan J. Laterza
Oficial Principal (R)
Agosto 30 de 1962.-



N.B: La zona iluminada por el artefacto tenía un diámetro de 10 metros, que era aprovechada por el camión para desplazarse cómodamente, ya que hasta ese momento solo utilizaba la “guiñada” en forma intermitente, por no funcionar los faros.


Hasta aquí estos hechos, ésta INVESTIGACIÓN EXCLUSIVA, realizada también por un OFICIAL PRINCIPAL (R), que este episodio, el que lo he dado en llamar, EL INCIDENTE DE NECOCHEA, ha llegado a la Fuerza Aérea Argentina, en manos del propio Oficial, por haber llamado poderosamente la atención, este sorprendente caso de contacto OVNI.

Nuevo incidente de persecución OVNI en una carretera argentina, teniendo como epicentro de los hechos a la ciudad de Necochea
y contando con un excelente testigo calificado


ANÁLISIS COMPARADO


Con respecto a esta observación OVNI en el km. 28 de la ruta Juárez- Necochea, epicentro de los hechos, en Necochea (Pcia. de Bs. As, Argentina) podemos compararlo con la abundante y rica casuística mundial que existe sobre el mismo.
Encontramos un testigo frente a algo que le es desconocido. Y allí, nuevamente una constante del Fenómeno OVNI: una ruta casi sin tránsito en horas de la noche y un clásico OVNI a muy baja altura.
Con respecto a este último, es el del tipo número ocho de la clasificación de Claude Poher, dos platos soperos invertidos, unidos por sus bordes.


CASO FRANCESCONI: Ruta 188, entre Necochea y Tres Arroyos, Provincia de Buenos Aires, Argentina, 7 de mayo de 1967.
Domingo Aníbal Francesconi, junto a cuatro compañeros y un hermano de él viajaban en una Ford modelo 1939, debido a que quería ablandar el automóvil, dado que el motor estaba ajustado. Arribados a la ciudad de Necochea, se detienen en ésta para comer algo, partiendo luego hacia Tres Arroyos.
Ya en la ruta 188 y a unos 80 km. de Necochea, siendo la 1:30hs. de la madrugada, en las cercanías de Energía, estando detenidos para analizar el rodado, observan una luz blanca, muy nítida. Su forma era compacta y se encontraba a una altura de 3000 metros, sin emitir ruido alguno. No había Luna y la noche estaba muy estrellada y limpia, aunque sin darle importancia a lo observado se introducen en el coche, pues la noche era muy fría.
Momentos después observan una nueva luz proveniente del Norte (de aspecto similar a la anterior). Inmediatamente una tercera luz aparece detrás de un monte, ésta iluminaba todo el monte, pudiendo ver los árboles sin dificultad.
Los dos objetos luminosos descienden a unos 300 metros encendiendo su luz. Un cuarto objeto venía lentamente en dirección al automóvil, deteniéndose a unos 150 metros. Este objeto, giraba sobre sí lanzando rayos luminosos.
Su forma era como la de dos platos soperos invertidos, unida por sus bordes con una cúpula o torrecilla en la parte de arriba, y unas ventanillas iluminadas de formas rectangulares.
Este objeto se mantuvo evolucionando sobre el mismo lugar, posándose en la ruta a unos 150 metros del vehículo. El mismo no despedía rayos, sino que su luz era compacta, de brillo muy intenso, molestándole a los testigos la vista.
Esta luz era parecida al de una lámpara de mercurio.
Los otros tres objetos se elevaron sin emitir ruido alguno, dirigiéndose hacia el vehículo pareciendo una colisión. Los testigos, instintivamente se agacharon.
Estos le hicieron señas con las luces, sin recibir respuesta alguna. Mientras tanto en sentido contrario aparece un micro de larga distancia. Este se detiene bajándose el chofer (aunque no lo hizo el pasaje), observando también el OVNI que se encontraba detenido frente a ellos.
Cuando el chofer retorna al micro, con la intención de continuar el viaje, el objeto desaparece de repente, dejando libre el camino.
Todos continuaron viaje, perdiéndose el micro en la ruta por ser más veloz que el coche. Nuevamente aparece el OVNI, a sólo 100 metros delante y a unos 2 metros sobre la ruta, marchando adelante y siguiendo su trazado.
Cuando aparecía otro rodado, éste desaparecía, apareciendo luego, al desaparecer el mismo. El OVNI tomaba contacto con el suelo por breves instantes, dejando en el asfalto una huella oscura y alargada.
El objeto los acompañó un largo trecho, y al comenzar a aclarar, el OVNI sale de la ruta, elevándose velozmente, y uniéndose a los otros tres objetos. Todos en zigzag, se movían alejándose de los testigos.
Allí los perdieron no volviéndolos a ver más.


CASO PIERES-NECOCHEA: 17 de julio de 1979, carretera entre Pieres y Necochea. Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Pasadas las 21 hs. del 17 de julio, tres hermanos, Mónica, Graciela y Javier Antonio Esquivel, y Miguel Forgeau, -los mismos residentes en la ciudad de Necochea-, quienes regresaban de un viaje desde Tamangueyú, en un automóvil Chevrolet, luego de haber transladado a una amiga que reside en el vecino punto, son testigos de un hecho anómalo.
Al llegar al cruce de Pieres ( a sólo 11 km. de la ciudad de Necochea), divisaron una potente luz de tono azulado, que se fue acercando lentamente.
Graciela Esquivel informó que en un principio, cuando el reflejo era tenue, pensó en una estrella que caía. Pero a los pocos minutos las risas se apagaron. La nerviosidad ganó a todos los ocupantes del rodado, que prácticamente se mantuvieron en silencio.
Esa luz se fue acercando y en determinado momento quedó fija sobre el coche, motivando que el conductor, Javier Antonio, detuviera la marcha y se deslizara hacia la banquina.
No pudieron precisar la altura, pero estimaron que eran varios metros con relación al rodado en el cual viajaban.
Consignaron que el fuerte reflejo no se movió por espacio de unos 20 minutos, hasta que se fue elevando desapareciendo abruptamente en dirección a Balcarce.
No pudieron precisar si se trataba de algún aparato extraño, ya que la misma potencia de la luz que se abatía sobre el coche, le impedía divisar ningún objeto o forma.
Al mismo tiempo que la luz se abatía sobre el rodado, los jóvenes observan el paso de algunos vehículos, pero ninguno de ellos se detiene.
Recién 20 minutos después, cuando la luz ya era recuerdo, reanudaron el viaje a la ciudad de Necochea.

Como vemos, en este análisis comparativo, dos nuevos episodios de acercamiento a los testigos, y ocurrida en la región de Necochea.
“¿Casualidad o causalidad?”, No existen las casualidades, todo tiene su causa y efecto.



ANÁLISIS COMPARATIVO FOTOGRÁFICO

El fallecido investigador español, Antonio Ribera, ha hecho notar que dos fotografías pueden comprobar mutuamente su autenticidad, si procediendo de lugares y fechas distintas muestran un objeto de muy similares características.
Tal es el caso, de las fotografías obtenidas el 16 de enero de 1958, en la Isla Trinidad, Brasil, por Almiro Barauna, y la otra, es la lograda en Passo Fundo, R.G.S, Brasil, el 12 de mayo de 1977 por Joshua Da Silva.
En ambos casos muestran objetos muy similares: dos platos soperos invertidos, unidos por sus bordes, con una especie de alerón en su parte central. Idénticas características a lo observado por Osmán A. Simonini.



MORFOLOGÍA DEL OVNI

EL OBJETO: lo observado por nuestro TESTIGO CALIFICADO, tendría un diámetro de 5 metros, del color gris metálico. De la parte inferior del mismo, se desprendía un rayo de luz rojo y azul, semejante a un reflector ó a un tubo luminoso, cuyo diámetro era de 2 metros.
El OVNI no emitía ruido alguno, tampoco giraba, pero a sus pasos, los pastos eran agitados violentamente. El mismo, no poseía ventanilla alguna.
La luz del OVNI iluminaba una zona de 10 metros.
Luego, el objeto, pica bruscamente, girando violentamente en ángulo recto, deteniéndose el mismo a menos de 1 metro del suelo, para el cabo de dos minutos elevarse casi verticalmente, a gran velocidad, desapareciendo después.
EL OVNI es el tradicional objeto de 5 a 8 metros, los habituales dos platos soperos invertidos, tomados por sus bordes (como tantos testigos así lo han descripto), realizando sus habituales maniobras de viraje.


EL HAZ DE LUZ: el rayo de luz, es el habitual Haz de Luz Compacto y Coherente. Compacto porque responde a las propiedades de las fibras ópticas, y Coherentes, porque no se han observado bifurcaciones, un campo magnético dirigido, según el ingeniero en electrónica francés, Jean Goupil.

Aunque no todos los informes OVNI así lo registran, una gran parte sí, cuyo común denominador es el haz o rayo luminoso, a pequeña semejanza con el rayo LASER (Light Amplification by Simulated Emission of Radiation).

Durante toda la observación, el haz de luz siempre mantuvo el mismo diámetro. Sus contornos, perfectamente definidos.
Este haz de luz, presenta diversas variantes de emisiones de luz, según la casuística mundial que así lo establece.
Quizá el motivo de ese haz de luz, compacto y coherente, ese “rayo luminoso” tal como lo describe Simonini en este episodio, sea el de sondear determinadas áreas que resultan de interés para nuestros “visitantes”


AUSENCIA DE SONIDO: el OVNI no emitía ruido alguno, por ende, no existía fricción contra el aire. Y aquí llega nuevamente el Ing. Jean Goupil que encuentra una respuesta a esto. Se formaría una campana de vacío alrededor del objeto, permitiendo el no movimiento de aire, a través de un campo repulsivo.


HUELLAS O ARTEFACTOS SOBRE EL LUGAR: la investigación in situ, realizada por el Oficial Principal (R), a sólo un día posterior a los hechos, registró ninguna huella o artefacto alguno.


EFECTOS FISICOS Y/O FISIOLÓGICOS: en este episodio se registra un efecto físico y/o fisiólogico, cuando los alambrados, las varillas y los postes del alambrado se encontraban “muy calientes”, donde pasó el objeto, encontrando el testigo estas características, al tocar los mismos.
A tal efecto, el Dr. Bernard Find, sostiene su teoría de que los efectos fisiológicos acusados por los testigos de OVNI, se deberían a la acción de un campo de fuerza generada por el OVNI; mientras que el ingeniero James M. Mc Campbell, sostiene que dichos efectos se deben a la acción de microondas emanadas del fenómeno.

INFORME COMPLEMENTARIO


Detallemos a continuación los siguientes informes que resultan de interés en el presente episodio:


a) El camión que conducía Osmán A. Simonini (Chevrolet, modelo 1957), no sufrió alteración alguna.
b) El testigo no percibió olor alguno, ni antes de la observación ni después de la misma.
c) El mismo, no tuvo ninguna sensación de paralización, cosquilleo, etc.
d) Al paso del OVNI, los pastos eran agitados violentamente.
e) Un detalle de importancia: durante la observación, el testigo quedó admirado, sorprendido ante lo observado.
f) Otros testigos, en las cercanías de los hechos, observan una potente luz a la hora aproximada de lo ocurrido a Simonini.
g) En el momento de la observación, el cielo se encontraba despejado. Condición meteorológica muy buena para observar el fenómeno.



PERSONALIDAD DEL TESTIGO

En breve podemos mencionar lo siguiente:
Osmán Alberto Simonini, nacido en Necochea, Provincia de Bs. As, Argentina, el 23 de febrero de 1935. Vive actualmente, en la zona urbana de la playa. (Hoy se encuentra fallecido).
Propietario de un taller mecánico, de gran importancia en ésta.
A través de las charlas mantenidas con el testigo, ha demostrado ser una persona equilibrada, serena y demás condiciones que lo hacen digno de buena fé. Las personas que conocen a Simonini, le merece ser dueño de una garantía absoluta.
Es una persona culta, afable, siendo su relato ante lo observado, siempre coincidente y firme. No registrándose contradicción alguna.
Iguales condiciones ha arribado el Oficial principal (R), sobre su persona.
Analizadas todas las circunstancias del hecho, demuestra ser un TESTIGO CALIFICADO, de digna creencia.



CONCLUSIONES SOBRE ESTE CASO


1º) En el presente incidente se descarta todo tipo de alucinación o fraude realizado por el testigo.

2º) La existencia de varias constantes durante los avistajes OVNI (estos hechos, tan reiterativos en observaciones OVNI): a) zona boscosa (quizá recurren a ésta para ocultarse), b) el haz de luz compacto y coherente (ese “rayo de luz”, como lo describe Simonini), c) ausencia de sonido (como en tantos otros avistajes), d) horario del avistaje (las estadísticas demuestran mayor afluencia horaria entre las 19 y 3 hs.), e) época de aparición (el gráfico mensual establece los meses de julio, agosto y septiembre, como mayor afluencia del Fenómeno), f) cables de alta tensión (en las cercanías de los hechos), g) la existencia de agua (el paso de uno de los afluentes del Río Quequén Grande y otros, junto a la Laguna La Salada), h) vías férreas (el paso de una red de ferrocarril entre la ruta Juárez-Necochea).

3º) Similares episodios registrados en todo el mundo, dan pruebas a favor del mismo.

4º) Las declaraciones del protagonista siempre fueron coincidentes y reiterativas. Hechos éstos muy importantes que elevan lo sucedido.

5º) El análisis comparativo fotográfico, nos revela una prueba más en favor del testimonio Simonini.

6º) El testigo puede calificarse como TESTIGO CALIFICADO, ya que es reconocido por el Oficial Principal (R) como una persona digna de crédito. Iguales condiciones lo considera quien realizó esta INVESTIGACIÓN EXCLUSIVA.

7º) Coincidente con este episodio, hubo una manifestación OVNI (¿el mismo?) en las cercanías de los hechos, en el semillero Rita de Knudsen.

8º) El objeto es el Número 8 de la clasificación del Dr. Claude Poher. Los dos platos soperos invertidos, tomados por sus bordes, con una especie de alerón o anillo.

9º) En la investigación in situ, no fue hallada ninguna huella o prueba física, pero si se registra un efecto físico/fisiológico cuando el testigo, al apoyar las manos sobre el alambrado, siente que éste, las varillas y el poste del alambrado estaba “muy caliente” donde había pasado el OVNI.

10º) En el presente episodio, se aplica las apreciaciones estimadas por los Belgas Guy Vanackeren y Francis Windey, quienes sostienen que el testigo se siente fascinado ante la presencia de un Fenómeno excedente de los límites de lo comprensible, pudiendo generar en éste, un estado de hipnosis o sofronización, es decir, una modificación del estado de conciencia del sujeto. De ahí que el testigo, quede sorprendido ante lo observado.
A tal efecto, recordemos también, la ley dictada por Jacques Valleé que dice: “El grado de sorpresa aumenta ante la proximidad del Fenómeno”.

11º) Este episodio, contado con un TESTIGO CALIFICADO, y que ha llegado a la Fuerza Aérea Argentina, presenta nuevas pruebas a favor del mismo.

12º) El presente incidente, lo damos como un nuevo y sorprendente caso de Contacto OVNI produciendo una aproximación notable del objeto hacia el testigo que circulaba al atardecer en una ruta solitaria argentina en el sudeste de la Provincia de Buenos Aires, en la región de Necochea.



HIPÓTESIS DE TRABAJO

¿Cuál es el motivo que mueve al OVNI a acercarse a los testigos?. En este episodio de Osmán Alberto Simonini, el objeto se encontraba a tan sólo 3 metros del mismo, no sufriendo el testigo temor alguno permitiendo observar el fenómeno con objetividad y tranquilidad.

¿Es acaso qué los tripulantes de los OVNI eligen a los testigos para un acercamiento hacia ellos? (como tantos incidentes , cuyo común denominador es la “no agresión”, de personalidad afable y tranquila de estos ocasionales testigos). Todos estos hechos determinan que así es.

Quizá, el motivo del acercamiento a los testigos sea conocer las reacciones de éstos frente a algo desconocido para nuestra técnica terrestre,

Pero vuelvo a preguntarme: ¿A qué se deben todas éstas asiduas manifestaciones OVNI en la región de Necochea?


Siempre he sostenido la creencia que existe un “pasaje” ó “corredor aéreo” (similar a los que utilizan nuestros aviones convencionales) utilizados por los OVNI, y la ciudad de Necochea (junto a su zona aledaña), sería una de las “rutas de pasajes” o bien, un “centro de dispersión” utilizados por estos objetos físicos No Identificados (teniendo en cuenta lo abundante desde un punto de vista cuantitativo de episodios OVNI).

Los hechos así lo demuestran.

Pero asímismo encontramos al Río Quequén Grande que separa las ciudades de Necochea y Quequén, que recoge las aguas de numerosos arroyos formando en algunos casos, pequeños saltos desembocados en el Atlántico, siendo la cuenca del río Quequén Grande un importante conector del Sur de la Provincia de Buenos Aires, situados éstos en las cercanías de los principales puntos de actividad OVNI.

Dos imágenes fotográficas del Río Quequén, que separa las ciudades de Necochea y Quequén. Lugar también de visualizaciones OVNI en la región

¿Qué sucede en la región del Parque Miguel Lillo (de aproximadamente 700 hectáreas, cubriendo allí más de un millón de árboles, en su mayoría pinos y coníferos sirviendo de resguardo a las distintas especies de aves de esta zona) y en las costas de Necochea y Quequén (con sus extensas y anchas playas de aproximadamente 300 mts. en algunos lugares y que se extienden a lo largo de más de 70 km. de longitud)?.


El Parque Miguel Lillo de la ciudad de Necochea, en el extremo sudeste de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Lugar que abarca unas 700 hectáreas de pinos y coníferas, además de distintas aves y animales, situada frente al mar. También lugar de activa presencia OVNI


Las costas argentinas de las ciudades de Quequén y Necochea, lugares típicos de observaciones OVNI. Desde décadas existen testimonios brindados desde las costas y/o desde el propio Mar Argentino de visualización de extraños objetos, que en algunas ocasiones se acercan a lanchas y barcos emergiendo y/o sumergiéndose en el mar, para luego sobrevolar la zona o desaparecer en la región del Parque Miguel Lillo


¿El Parque, sus médanos de gran altura y el mar Argentino les sirven de ocultamiento para estos visitantes?

La gran cantidad de observaciones OVNI en estas zonas desde décadas pasadas demostrarían que es una región rica en avistamientos (emergiendo y sumergiendo del mar, volando por nuestros cielos, apareciendo y desapareciendo por el Parque, avistajes en las zonas adyacentes, etc. encontrando a diferentes tipos de testigos para estos encuentros. Desde amas de casa, estudiantes, pescadores, profesionales, turistas, etc., contando en algunos casos con evidencias fotográficas y/o fílmicas de estos sucesos).


¿Será el Río Quequén Grande y sus afluentes, junto a las playas de este sector del sudeste bonaerense la causa de tanta actividad OVNI, ó la existencia de este corredor aéreo o centro de dispersión en la región de Necochea?

El tiempo nos dará la respuesta, pero la cantidad de hechos lo estarían confirmando...



Guillermo Daniel Giménez
Necochea – Argentina
Email: gdgneco@yahoo.com

Tuesday, April 15, 2014

Alguien nos vigila: Los misteriosos hombres de negro



ALGUIEN NOS VIGILA,
LOS MISTERIOSOS HOMBRES DE NEGRO

El caso que hoy les voy a presentar (extraído de una revista extranjera especializada), sucedió en la ciudad de Victoria, B.C. en la provincia más occidental del Canadá, el 2 de octubre de 1981.
Tuvo como protagonistas a dos jóvenes desconocidos entre sí, que observan -y uno de ellos logra fotografiar-, la presencia de un Objeto Volador No Identificado.
Pero ahí no terminaba todo. Ya que en este incidente actuaron nuevamente los Hombres de Negro (esos seres que tanto dan que pensar) pero no sólo "molestaron" a los testigos, sino también a quien los investigó.
Las consecuencias que sufre uno de ellos, señala constantes en otros hechos.
Prestemos atención a las declaraciones de los protagonistas, para entender aún más los hechos acontecidos.
Un incidente -sin duda- extraño, muy extraño...

-- Guillermo Daniel Giménez



EL INCIDENTE DE VICTORIA
Por P.M.H. Edwards

La ciudad de Victoria B.C. está ubicada en la extremidad sur de la Isla Vancouver, y es la Capital de British Columbia, la provincia más occidental del Canadá, sobre el Océano Pacífico. Esta área ha sido muy poco frecuentada por OVNIs en el pasado, y muy pocos incidentes han sido reportados desde aquí, a comparación de muchas otras regiones. Aproximadamente 65 millas al norte de Victoria B.C., pero sobre el continente, está el puerto de Vancouver B.C., terminal de los ferrocarriles y autopistas transcontinentales del Canadá. La ciudad; de más de un millón de habitantes, no debe ser confundida con la mucho más pequeña ciudad pesquera de Vancouver, Washington (EE.UU.), que queda cruzando el río Columbia, al norte de Portland, Oregón.

El 2 de octubre de 1981, dos importantes incidentes ocurridos en Victoria, B.C., envolvieron a dos jóvenes desconocidos entre sí. El testigo principal es Grant Breiland (16 años, 1507 Winchester Road, Victoria, B.C. V8N 2B6, Canadá); él ha suministrado en efecto toda la información. El segundo testigo (19 años) no desea ser públicamente identificado, y se ha negado a ser entrevistado prefiriendo "olvidar todo acerca del asunto", lo que es lamentable. En este informe se le darán las iniciales N.B.; su nombre real, dirección y número de teléfono están, no obstante, archivados.

Grant Breiland cursa sus estudios en el Mount Douglas Highs¬chool; el segundo testigo, N.B., trabaja en una estación de servicio en la ciudad, ambos viven en la zona norte de Victoria, cada uno a un par de millas de distancia de la casa del escritor. Grant es un joven poco común, puesto que tiene un coeficiente mental superior, es un sutil observador de detalles, y dirige sus negocios (actividades en su tiempo libre) conocidos como "J.R. Security", que incluye la dedicación de un equipo de amigos a vigilar las casas de personas ausentes, y en resguardar la luz y el orden. (El otro día, por ejemplo, ayudó a arrestar a un hombre que estaba tratando de entrar ilegalmente a un auto estacionado en el estacionamiento de Woodwards; Grant lo esposó, y lo llevaron a la estación de policía). No sólo lleva consigo una radio walkie-talkie CB, sino que también tiene dos radios en la oficina de su casa, las que usa para hacer sus negocios. También he notado que es meticuloso para guardar artículos importantes siempre bajo llave; y ha probado ser digno de confianza de varias formas, además. Esas son varias de las razones por las que me sentí inclinado a creer su historia. También me contó que la única literatura de OVNI que había leído, fue un libro (cuyo autor no recuerda) llamado UFOs and IFOs; leyó sólo una parte del libro; en ese entonces, cursaba el 7mo. grado y tenía alrededor de 12 años de edad. No ha leído nada más sobre nuestro tema.

El viernes 2 de octubre de 1981, era un día de viento, frío y húmedo. Sin embargo, aproximadamente a las 21.30 hs. la mayor parte de las nubes se habían ido hacia el Oeste a través de Sooke Hills, en dirección al Océano Pacífico, dejando despejado el cielo sobre la ciudad. A esa hora la hermana mayor de Grant, quien había ido a visitarlos, se apostaba a irse en su auto, así que él y su madre salieron al camino adelante de la casa, donde el auto de su hermana estaba estacionado. Cuando salía de la casa, él casualmente miró hacia las estrellas, y de pronto observó una sumamente grande y brillante "estrella", mucha más grande que una estrella normal, aunque mucho más pequeña que la luna llena. Parecía estar muy alta en el cielo, y supuso que estaba aproximadamente a la misma altura que las nubes que hasta entonces habían cubierto el cielo y tapado las estrellas. Al mismo tiempo de su visión, muchas estrellas eran visibles. La luz blanca del objeto tenía un matiz amarillento alrededor del borde.

Ni su hermana ni su madre podían verlo y un chico que pasaba en su bicicleta, al ver a Grant mirando al cielo, paró para mirar lo que fuera que hubiera allá arriba. Al no ver nada, el chico movió la cabeza (presumiblemente creyendo que Grant era tonto), montó su bicicleta y se fue. Entonces Grant tomó su radio walkie-talkie CB, y preguntó si había algún escucha sobre el Mount Tolmie, a 3 millas de su casa, un lugar desde el cual se podía tener una vista de los alrededores sin obstáculos. Un hombre joven de aproximadamente 19 años, contestó y dio su nombre (Ese fue nuestro segundo testigo, de iniciales N.B.). El confirmó que estaba mirando una gran luz blanca, a la que describió a Grant como "¡una estrella a punto de disparar!". Entonces, N.B. sacó sus binoculares e informó que en verdad podía ser un objeto, pero que no había otras luces a su alrededor. Entonces exclamó: "¡Todo lo que puedo ver ahora es una enorme luz roja, y está apuntando exactamente hacía mí!"


Entonces Grant entró a buscar su cámara y trípode (Ricoh KR 5, 35 mm. Pentax; Tripod VELBON VGB 3 adjusted to 5'8"; film ASA 100 – colour), colocó una lente Tel-Sor Super-zoom 2 x 22 convertida a 400 mm. a la cámara, y apuntó hacia arriba en un ángulo de 45º. Mirando a través del visor, pudo ver que el objeto no era una estrella. Semejaba un objeto invertido, porque la cúpula estaba abajo. En el centro del OVNI había una pequeña luz roja en forma de diamante, que se movía hacia adelante y atrás a lo largo del ancho del objeto, y luego hacia abajo, hacia el botón de la cúpula y siguiendo en redondo por el lado invisible de la nave, y finalmente por encima del borde superior, y nuevamente hacia abajo por el frente, en continuo movimiento circular. Cada vez que esta pequeña luz roja llegaba al centro del objeto, se detenía por un instante, antes de reanudar sus vueltas.

En las posiciones 12 en punto, 3 en punto, 6 en punto y 9 en punto alrededor del objeto, y a cierta distancia del mismo, Grant vio cuatro hadas luces blancas bastante más grandes que la pequeña luz roja, pero más pequeña que el objeto principal. Estas permanecían a una distancia constante de la nave; cuando ésta se movía, se movían con ella, como si estuvieran adheridas a ella por un eslabón invisible. Sobre estas cuatro luces blancas que Grant describe como circulares, él pensó haber visto muchos puntos oscuros, y creyó que se trataba -posiblemente- de ventanas; éstas son mostradas en un dibujo, en el diagrama adjunto del 0VNI. También se notará que las partes centrales de estas cuatro luces no presentaban puntos; estos últimos estaban agrupados en las dos "puntas" de cada luz circular, más que en el medio. Desde la otra nave había muchos rayos de luces amarillas que apuntaban hacia cada una de esas cuatro luces; en ningún otro lugar había semejantes rayos amarillos aparentemente. Luego Grant tomó una foto, que aún no ha sido revelada.

Entonces la nave comenzó a moverse lentamente hacia la izquierda y a la derecha; luego, lentamente hacia arriba y hacia abajo, exactamente como las manos de un cura haciendo la señal de la Cruz. Las cuatro luces grandes y blancas se mantuvieron a la misma distancia del objeto central, la pequeña luz roja continuaba su movimiento regular hacia la izquierda, hacia la derecha y luego hacia abajo, arriba y abajo nuevamente, todo alrededor de la gran nave. No obstante, en un punto, la pequeña luz roja paraba por 2 segundos en el centro, y apuntaba una luz roja directamente a los OJOS de Grant; luego reanudaba sus movimientos. A las 21,59 hs. él miró su reloj pulsera, y nuevamente al OVNI; y, precisamente a las 22 hs. todo estaba apagado, como una bombita de luz eléctrica extinguida.

Siete horas después de esto, a las 5 de la mañana del sábado 3 de octubre de 1981, Victoria B.C. experimentaba una muy extraña tempestad (o tormenta) eléctrica: solo un enorme trueno, seguido un poco más tarde por un diluvio. A pesar de que las luces de las calles no habían sido afectadas, la única luz ubicada exactamente enfrente a la casa del escritor estaba apagada; pero, después de uno o dos minutos, comenzó a encenderse lentamente, pasando por varios tonos de verde además del blanco (en esta parte del mun¬do, las tormentas eléctricas son muy raras). Ese día, N.B. fue a ver a Grant, ya que previamente se habían intercambiado sus direcciones -a pesar de que nunca se habían visto antes-; solamente discutieron sobre lo que habían visto cuando estaban parados en la puerta del frente de la casa de Grant. Ambos estaban sufriendo un fuerte dolor de cabeza, que no se aliviaba con aspirinas.

Al día siguiente, sábado 4 de octubre, N.B. fue otra vez en su camión, para discutir nuevamente el tema con Grant, ya que éste parecía muy excitado y perturbado; también quería mostrarle a Grant la nueva radio que había comprado para su camión, e invitó a Grant a dar una vuelta en el mismo. Aparentemente, N.B. manejaba tan alocadamente, que Grant estuvo contento de volver sano a su casa; me contó además que, durante el recorrido, N.B. estuvo hablando violentamente, renegando por personas y cosas que evidentemente le fastidiaban. Si ése era su comportamiento habitual, o si estaba sufriendo los efectos posteriores a su experiencia, es imposible de determinar.

El lunes 5 de octubre, Grant salió del colegio a las 15,15 hs. y caminó por la Mackenzie Avenue hasta la intersección con Shelbourne Street; él deseaba conseguir su repuesto para su radio que había encargado "Radio Shack", en el K-Mart negocio Mall. Como el repuesto no había llegado aún, caminó a través de la gran Sección de un gran almacén, con la esperanza de encontrar a su amigo, Len, en las puertas de la entrada principal que da a la playa de estacionamiento de autos, a lo largo de Shelbourne Street. Sin embargo, Len no estaba allí, así que Grant usó el teléfono público automático (a monedas) del vestíbulo que se encuentra entre los dos juegos de puertas de vidrio transparente, en la entrada principal al almacén. En ese vestíbulo, cerca del único teléfono público, hay unas máquinas de dulces que generalmente están rodeadas de chicos; y todo el vestíbulo es escenario de una gran actividad -gente que entra o sale del negocio, o que espera encontrarse con amigos, o que aguarda a que lleguen sus autos a la puerta, o se protege de la lluvia, etc.-

Grant marcó el número de teléfono de Len, y la hermana de Len contestó; su hermano no podría ir pues acababa de quebrarse un brazo. Grant se despidió y colgó el tubo, se dio vuelta, y vio que dos "hombres" de apariencia muy extraña estaban parados sumamente cerca uno del otro, aparentemente a la espera de hablar con él. Primero pensó que debían ser de la policía. Pero su apariencia era tan extrañamente no humana que se asustó mucho.

Otra cosa que le causó miedo, fue -en ese momento- la total ausencia de gente pasando por el vestíbulo mientras él estaba con esos "hombres". Sin embargo, recordó claramente haber visto mucha gente caminando dentro del almacén, y también en la vereda, dado que todas las puertas son transparentes.

El escritor pasó algo más de un minuto en el mismo lugar, el viernes 16 de octubre, precisamente a la misma hora -15,30 hs.-; durante ese sólo minuto, no menos de 48 personas pasaron a través del vestíbulo. Es verdad que hay algo más de actividad en la mayoría de los negocios los viernes a la tarde que los lunes a la tarde; y también es cierto que estaba lluvioso el 5 de octubre, mientras que estaba seco el 16 de octubre. No obstante, el K-Mart es una sección extremadamente activa a toda hora; por ende, es difícil reconciliar este hecho con un vestíbulo de entrada principal, sumamente desierto, como Grant cuenta que estaba, durante su interrogatorio. (¡Se debe recalcar, también, que durante ese corto tiempo, él recordaba haber visto mucha gente, tanto dentro del almacén como afuera, en la vereda!).

Los "hombres" permanecían inmóviles, brazos y piernas rigídos y "atentos". El cuenta que vestían de azul marino, casi negro; éste era el color de sus trajes, sus camisas y sus zapatos. No llevaban corbata, y las camisas estaban "abotonadas" hasta el cuello, aunque no vio señales de botones en las camisas ni en los sacos. Estos últimos eran más largos que las camperas, pero más cortas que los sacos de traje, y estaban abiertos; no había cinturones a la vista. No vio anillos en sus dedos, y no llevaban relojes pulsera. El tenía la impresión de que carecían de uñas. Sus labios no eran rojizos, sino exactamente del mismo color que su piel, que estaba bronceada "...como después de unas vacaciones en Hawai". Sus OJOS eran muy negros y peculiares, sin reflejos de luz; sólo opacos, no brillosos. Sus caras estaban totalmente exentas de expresión; al igual que sus voces. Nunca pestañeaban, no se movían. No llevaban sombrero, y sus cabellos eran negros (o posiblemente castaños muy oscuro), el cabello cubriendo sólo la mitad inferior de sus frentes. Aparentemente tenían pestañas, pero no cejas (como las orejas de la hermana menor de Grant sobresalen un poco, él automáticamente mira las orejas de la gente, según nos dice, y se asombró de ver que los lóbulos de las orejas de esos hombres no eran redondeados, sino "cuadrados”). El "hombre" Nº 1 mantenía su boca continuamente entreabierta como un rectángulo, mientras que la boca del Nº2 era algo más "normal". Ambos tenían dientes regulares, y perfectos. No movían sus labios en absoluto cuando hablaban, y no se dirigían a él por su nombre.

Cuando Nº 1 empezó a hablarle con una voz dura, monótona, como de robot, Grant imaginó que tal vez le hablarían en francés u otro idioma.

EI Nº 1 le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?"
Grant contestó: "No se los voy a decir". (Después de esto, Nº 1 no volvió a hablar más.)
Entonces, Nº 2 dijo: "¿Dónde vives?".
Grant replicó: “'Yo no se los voy a decir”.
N0 2 continuó: "¿Cuál es tu número?" (no dijo número de teléfono).

Grant permaneció en silencio, y no le hicieron más preguntas. Se quedaron parados allí por aproximadamente 5 segundos más, mirándolo. Luego, como si fueran un sólo hombre, giraron automáticamente sobre sus talones, y se fueron por las puertas principales que daban a la vereda. La cruzaron, bajaron tiesamente a la calle por la corta bajada en declive (esta bajada es una ayuda para los clientes que andan en sillas de ruedas), y giraron rígidamente, en completa sincronización; hacia la izquierda, como en un ejercicio militar, y caminaron por la calle paralela a la vereda, hacia el extremo norte del área de estacionamiento. En el borde del campo arado, se tomaron un corto descanso bajo la densa lluvia.

Grant los había seguido muy de cerca a una distancia de, unos dos pies, y cuenta que no hablaron ni se dieron vuelta para mirarlo otra vez. Lo extraño, ahora, era que mientras que en el vestíbulo que Grant había visto claramente mucha gente, caminando para un lado y otro por la vereda, y autos que pasaban, sin embargo cuando salió por la entrada principal para seguir a los "hombres" no había signos de vida en ninguna parte, y ningún auto en movimiento (sólo vio unos autos estacionados, a cierta distancia). Ahora, Grant se estaba empapando por la lluvia. Se paró junto a una fila de arbustos decorativos a lo largo de la pared del almacén (ver dibujo) y esperó hasta ver qué harían los "hombres" en el borde del lodoso potrero arado (este potrero ha sido removido desde entonces, preparado para la construcción de nuevos edificios). En el lado más alejado del potrero, aproximadamente a una distancia equivalente al largo de 9 autos, hay una robusta cerca de madera, y detrás de la misma, tres casas blancas. Pero, el 5 de octubre, los removedores no habían comenzado aún a trabajar, y el potrero estaba simplemente fangoso, y lleno de pequeños charcos, prácticamente sin pasto a la vista.

De pronto, a Grant le pareció oír a alguien que lo llamaba por su primer nombre desde unos 20 pies atrás suyo; se volvió, pero no había nadie detrás de él. Volvió a mirar a los HDN (Hombres de Negro, así conocidos en los reportes de encuentros cercanos de ovnilogía y sus presencias. Ellos son 5'9" -5'10"de altura), y vio que aún estaban esperando en el borde del áspero potrero, bajo la densa lluvia. Le pregunté si había notado si sus cabellos (de los HDN) mostraban evidencias de estarse empapando; pero no lo recuerda. Otra vez miró hacia atrás para asegurarse de que nadie lo estaba llamando, pero no había nadie ahí. Miró una vez más hacia los HDN y vio que habían empezado a caminar a través del barro, en dirección al cerco de madera. Nuevamente le pareció ser llamado por su primer nombre desde atrás, a corta distancia, y nuevamente se volvió. No había nadie a la vista. Para entonces, los HDN estaban a 3/4 de camino a través del potrero; entonces parecieron esfumarse en el aire.

No hay árboles ni arbustos detrás de los cuales se podrían haber escondido en tan corto tiempo.

Grant corrió hacia ese lugar, pasando exactamente por la misma área por donde había visto a los HDN. Sus zapatos se llenaron de barro bien pronto, y observó que los HDN no habían dejado ninguna huella en absoluto. Eso lo asustó enormemente, así que se volvió, corrió hacia la parada de colectivos y tomó el colectivo a Gordon Head, dirección norte, para llegar rápidamente a su casa; estaba preocupado, y no sabía qué diablos estaba pasando.

La corrida desde el centro del campo hasta la parada, no pudo haber llevado más de un minuto, y él me contó que estaba "seguro" de haber tomado el ómnibus de las 16 hs. (pasan cada diez minutos a esa hora del día), aunque advirtió que no lo había controlado con su reloj pulsera. Lo más extraño de este viaje, de regreso, fue el hecho de que recién arribó a su casa unos pocos minutos antes de las 17, justo cuando su padre estaba llegando del trabajo, a la hora de costumbre. Ahora el viaje en ómnibus desde la parada de la intersección de Shelbourne y Mackenzie hasta la esquina de Cedar Glen Road, donde Grant tenía que bajar, sólo toma, como mucho, 5 minutos; desde la parada de dicha esquina, al camino cuesta arriba hasta Winchester Road lleva probablemente menos de 10 minutos (y creo que, a pesar de que él, cree que tomó el colectivo de las 16, es posible que recién haya tomado el de las 16,40; su única objeción a esta tesis es el hecho de que el colectivo de las 16,40 normalmente debería haber llevado muchísima mayor cantidad de gente que el de las 16).


EL SUEÑO


Esa noche, del 5 de octubre, Grant afirma haber tenido una pesadilla. Dice que soñó que 'llegó a la mitad del potrero, y que, los "hombres" estaban allí aún, esperándolo". En su sueño, lo agarraron por las muñecas y luego desaparecieron; de pronto se encontró asímismo dentro de un interior circular y muy blanco (¿nave espacial?), por donde lo llevaron (ver flechas en el dibujo), y luego lo amarraron a una silla, y repitieron su interrogatorio. En este sueño, vio al interior (¿de la nave espacial?) como si estuviera iluminado, pero no pudo ver ninguna fuente de esa luz. Aún en su sueño, él se negó, como antes, a darles respuestas. El "hombre" Nº 1 se sentó en una silla ante un escritorio, y empezó a escribir una nota mientras mantenía fijos sus ojos sobre Grant; como Grant continuaba negándose a divulgar información, el "hombre" solamente dijo: "Te arrepentirás". Grant pudo recordar lo que "vio" en aquel cuarto circular. Una cosa que lo impresionó fue un gran globo de esta Tierra, en colores, convencionales; era grande, y estaba parado sobre un alto pedestal negro, lustrado. Luego, aun en el sueño, él pareció recordar que en su llamada telefónica a Len desde el vestíbulo del almacén, había estado discutiendo con Len. Grant le demandaba que, el día anterior, él había telefoneado a Len para acordar un encuentro en la entrada de K-Mart, y que Len no había ido. Len repetía; en este sueño, que él nunca había recibido ningún llamado telefónico de Grant el día anterior. Luego, Grant soñó que colgaba el tubo, se daba vuelta y "veía" a los dos "hombres" parados detrás de él, esperando para hablarle.

En el cuarto circular, él soñó que los "hombres" le preguntaban si le había contado la experiencia a alguien; él contestaba que no. Entonces ellos lo acusaban de estar mintiendo; ellos decían que lo habían estado observando, y que sabían que él había narrado su experiencia a la gente. Finalmente decían "Olvídalo, destrúyelo".

Ese fue el final del sueño. También hubo ulteriores sueños en sucesivas noches, pero éstos sencillamente repetían el interrogatorio en el vestíbulo del almacén.

El jueves 6 de octubre, mientras se estaba dando una ducha a la mañana, Grant observó que tenía dos nuevas manchas rojizas sobre su muslo derecho, aproximadamente 1/2 cm. de circunferencia, unas 9 puIgadas encima de la rodilla, y ligeramente en la parte interna del muslo. El afirma que no había estado ahí antes, y que no es precisamente un grano común. El ha sido urgido a comunicar cualquier cambio de esa mancha y ha prometido hacerlo.

También se ha comprometido a comunicar acerca de cualquier incidente inusual, que pudiera sucederle a él o a su familia a partir de ahora, especificando fecha, horas y lugares. Cuando entró a su casa después de su experiencia en K-Mart, su hermana menor y su perro Sparky, le dieron la bienvenida como siempre y no mostraron ninguna alteración en su comportamiento, semejante al que frecuentemente es notado cuando una persona ha tenido un encuentro cercano.

El segundo testigo, N.B., informó a Grant que, alrededor del mediodía del 5 de octubre (lunes) o sea, unas tres ó cuatro horas antes del interrogatorio de Grant dos "hombres" delgados de cabellos "blancos", muy pálidos, que estaban vestidos exactamente como los dos que visitaron a Grant más tarde en el K-Mart fueron a la estación de servicio donde él trabaja (la ubicación está en nuestros archivos), a las 15,30-15,45 hs. le pidieron nafta (en el texto: "petrol" que equivale en inglés británico a la palabra "gasolina" en EE.UU.) para su auto, que probablemente estaba fuera del alcance de la vista, a la vuelta de alguna esquina. Encontró una lata vacía y la llenó de nafta, pero antes, él les preguntó qué tipo de auto conducían y qué tipo de nafta necesitaban. Uno de los "hombres" contestó "no sé", así que N.B. les dio nafta. Luego les preguntó sus nombres, para poderlos hacer firmar por la compra de la lata de nafta; pero el portavoz dijo que no podían dar ningún nombre. El otro "hombre" no dijo ni una sola palabra.

N.B. preguntó: "¿Cuánto tiempo se quedarán?" y el "hombre" dijo "quince minutos". N.B. señaló entonces que le debían $ 2.65; ellos le dieron una nota bancaria de $ 10, en pago. El les entregó el cambio en forma de varios billetes y unas pocas monedas, y notó en ellos dos cosas muy extrañas cuando tomaron el dinero; primeramente, la mano que recibió el cambio no tenía uñas; y segundo, miraron las monedas de una forma sumamente extraña, como si nunca hubieran visto tales cosas antes.

Entonces los "hombres" se dieron vuelta mecánicamente, y se fueron con la lata de nafta. El los miró irse calle arriba, hasta que doblaron por una calle lateral. Exactamente cinco minutos más tarde, volvieron con la lata, la dejaron en el suelo, miraron a N.B. y le preguntaron: “Dónde vivís en esta linda ciudad?”. El contestó: "En Gordon Head", y ellos lo miraron fijamente; luego se dieron vuelta y se fueron caminando rígidos.

Durante esta visita, N.B. no ha informado que haya notado nada inusual con respecto a la activi¬dad en la calle sobre ninguno de los costados de la estación de servicio, que está ubicado en un ángulo entre dos importantes calles céntricas.

Levantó la lata de nafta, y para su sorpresa la encontró completamente llena de ese combustible. El le informó a Grant que estos "hombres" caminaban de una manera muy extraña, sin doblar sus rodillas.

En la tarde de ayer, 20 de octubre de 1981, telefoneé a Grant Breiland otra vez, para hacerle dos preguntas finales, y para averiguar si había tenido llamadas telefónicas extrañas, o si había visto gente mirándolo en las calles o colectivos, y lo urgió a informar cualquiera y todo suceso inusual que le llamara la atención. El informó que efectivamente había recibido unas pocas llamadas "en blanco" y/o inusuales llamadas telefónicas durante los últimos dos días.

El escritor recibió cuatro extrañas llamadas telefónicas anoche, cinco minutos antes de medianoche: la 1º, 3º y 4º eran en "blanco", mientras que en la 2da, se escuchaba una voz inusual que parecía provenir de muy lejos. En cada caso, el tubo había sido colgado a instante.

La actual familia Breiland está integrada por Papá, Mamá, hermano mayor, hermana mayor, Grant y una hermana menor. No obstante, antes del nacimiento de Grant, había existido otra hija; ella murió muy joven. Unos años atrás, Grant soñó que vio al bebé tirado sobre el suelo, en un pequeño traje de marinero. Cuando él le contó a su madre acerca de su sueño, sobre una hermana a quien nunca había conocido, su madre quedó aturdida, porque ese bebé había sido sepultado en su pequeño traje marinero (no era posible que Grant hubiera sabido esto).

Es satisfactorio poder informar sobre un suceso tan fresco y reciente. La mayoría de los informes tienen un año cuando son comunicados a los investigadores, y posiblemente dos años cuando son impresos en las revistas especializadas.

Postdata del autor: Aunque personalmente no es devoto de los libros acerca de los supuestos magos mexicanos Don Juan y Don Genaro, del autor Carlos Castaneda, el escritor no puede abstenerse de atraer la atención de los lectores hacía lo que debe ser una sentencia, en el libro Tales of Power (Pocket Books, New York; 1976). Los magos habían estado explicando a Castaneda la diferencia entre el "tonal" y el "nagual". Y, en la página 180 de esa edición, Don Juan cuenta a su discípulo Castaneda que ellos volverían a un monte de eucaliptos donde algo sobrenatural había ocurrido anteriormente, estando él presente. Castaneda preguntó: "¿No corremos el riesgo de ser vistos por gente?" y Don Juan responde: “No. El nagual va a mantener todo Interrumpido”. ¿Podría esto estar conectado con la aparente ausencia de todo indicio de movimiento o vida, durante la observación de un OVNI, o la visita de un HDN?

Procedencia del Informe: FLYING SAUCER REVIEW, Volumen 27, Nº 4, (enero de 1982), desarrollado por el Dr. P.M.H. Edwards. Traducción del inglés: GUILLERMO DANIEL GIMÉNEZ]

[Me permito una pequeña nota adicional. El Dr. P.M.H. Edwards fue un amigo personal, y una figura clave en la investigación ovni. Corresponsal para la revista Flying Saucer Review, se distinguió no sólo como experto en linguística, sino como músico, habiendo ocupado la cátedra en la Universidad de Victoria, BC, con varias sinfonias a su nombre. "Max" Edwards no creía en extraterrestres ni las teorías tan simplistas que se circularon entonces y ahora. Defensor de las teorías de Keel, Creighton y Vallée, pensaba que había mucho más que pernos y tuercas en el asunto, y que era mayormente nocivo al ser humano. Mi agradecimiento al amigo Guillermo D. Giménez por haber traducido al castellano uno de los mejores escritos del fallecido Dr. Edwards -- S. Corrales]

Monday, April 07, 2014

Inexplicables desapariciones de proyectiles



Inexplicables desapariciones de proyectiles
Por Scott Corrales (c) 2014

El 24 de marzo de 2014 comenzó con el anuncio por parte del gobierno de Malasia de que el vuelo 370 – desaparecido de los radares dos semanas antes – “había terminado en el Oceano Indico”. La declaración puso fin a las esperanzas que albergaban los familiares de los 239 pasajeros que salieron de Kuala Lumpur a Beijing la noche de 8 de marzo. También se vinieron a tierra todas las teorías que se habían erigido sobre el amplio paisaje de la ignorancia – especulaciones que fueron desde la captura del aparato por terroristas, llevado a Somalia o Yemen para servir de bombardero contra Tel Aviv o Nueva York, hasta conspiraciones que implicaban agujeros negros, llamaradas solares y los sempiternos secuestradores extraterrestres. Sólo quedaba la ira de los familiares chinos, profiriendo injurias contra el gobierno malayo.

Don Lemon, presentador de la cadena noticiosa CNN, llegó a preguntar si "resultaba absurdo pensar" que la desaparición de vuelo 370 guardaba relación con lo paranormal. "¿Resulta absurdo considerar la posibilidad de un agujero negro?", incluyendo teorías interdimensionales en su mayoría relacionadas con series de ciencia ficción como LOST y The Twilight Zone (http://www.mediaite.com/tv/cnns-don-lemon-is-it-preposterous-to-think-a-black-hole-caused-flight-370-to-go-missing/). Es posible que el presentador Lemon hacía referencia a los mini agujeros negros que sería posible crear con el gran colisionador de hadrones (LHC), que a su vez servirían para confirmar la existencia de otras dimensiones más allá de las tres o cuatro que ya conocemos. Aunque la misma página web de la CERN nos advierte: "Averiguar más sobre cualquiera de estos asuntos abriría la puerta a posibilidades que aún desconocemos". (http://home.web.cern.ch/about/physics/extra-dimensions-gravitons-and-tiny-black-holes)

De haber sucedido en aguas del Atlántico, la tragedia del vuelo 370 pasaría a formar parte de las descartadas leyendas del Triángulo de las Bermudas (cuya forma podía mutarse a la de un poliedro irregular, abarcando las costas africanas y sudamericanas, según el escritor de turno), ocupando su propio pedestal al lado de otros aviones desaparecidos, como el Globemaster, el Star Tiger, Star Ariel y claro, el Vuelo 19.

Asociar la trágica pérdida de estas vidas con lo paranormal, con fines sensacionalistas, es de mal gusto.

No obstante, hay un enigma poco recordado que tiene que ver no con aviones militares o comerciales, sino con proyectiles. Se trata del extraño lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) de la serie Minuteman.

Durante un plazo de pruebas entre el 24 de diciembre de 1973 hasta el 4 de enero de 1974, se produjo el lanzamiento de uno de estos misiles desde la californiana base Vandenberg de la fuerza aérea estadounidense. El enorme proyectil, diseñado para transportar ojivas nucleares, despegó desde su plataforma envuelto en fuego y humo, cada etapa del ingenio militar separándose de la manera prescrita. La ojiva de reentrada múltiple se separó de la tercera etapa…y desapareció. La mortífera carga termonuclear desapareció de las pantallas de los radaristas.

El lector se podrá imaginar – como nos han enseñado las películas de Hollywood – la confusión en el centro de mando, las exclamaciones de los técnicos y los exabruptos de los oficiales, y el típico general de tres estrellas al teléfono, exigiendo: “¡Conécteme con el Pentágono!”. Pero nada de esto ayudó a resolver el misterio, peor aun cuando se desarrollaba en un momento sumamente delicado de la historia, con las superpotencias casi enfrentadas durante el cese al fuego de la guerra del Yom Kippur.

Más sorprendente aún para la cúpula militar fue presenciar – tres días más tarde – la reaparición de la ojiva nuclear en sus pantallas y su caída en las aguas del campo de prueba en el Pacífico. No había duda de que se trataba del mismo aparato, con el mismo número de serie. Se barajaron teorías que recorrieron la gama desde armas antimisiles secretas de la URSS hasta el secuestro de del proyectil y ojiva – cómo no – por seres inteligentes de otro planeta interesado en vigilar nuestra carrera armamentista (recordemos también la oleada de avistamientos ovni en EE.UU. precisamente dos meses antes del incidente. Pero en este caso, los militares contaban con un testigo totalmente imparcial, uno que no se dejaba llevar por las corrientes políticas ni por teorías descabelladas. Se trataba del reloj de cesio.


Los relojes de cesio -- utilizados por el Negociado de Estándares de los EE.UU., el Pentágono y sobre todo, el Observatorio Nacional – se conocen comúnmente como “relojes atómicos” y su precisión es inigualada, producto de la empresa Hewlett-Packard. Uno de estos aparatos, colocado en la isla Kwajalein, llevaba el seguimiento de las pruebas balísticas con la precisión que se anticipaba del aparato, en plena sincronización con su homólogo guardado en los bosques de Maryland.

Sin embargo, sucedió lo imposible – o lo “imposible” según lo definido por los técnicos de Hewlett-Packard que crearon los relojes de cesio – en este momento: los militares detectaron que el reloj de cesio en Kwajalein estaba rezagado por tres décimas de milisegundo, un retraso que duró desde el 23 de noviembre de 1973 al 21 de diciembre de 1973, cuando ambos relojes, separados por miles de kilómetros, coincidieron de nuevo, recuperando el compás del vals cronométrico que caracterizaba sus respectivas vidas.

Pero los científicos seguían extrañados. Ambos cronómetros estaban localizados debajo de la superficie de la tierra, y el evento parecía sugerir que el tiempo en la superficie del planeta era distinta, de algún modo, del transcurso del tiempo bajo su superficie. Era como si el planeta experimentara dos “tiempos” distintos, manteniéndose en sincronía por tres días antes de que el “rezago en el tiempo” saltara a 1.1 milisegundos el 24 de diciembre de 1973 y a 1.2 milisegundos el 26 de diciembre de ese año, regresando a 1.1 el 4 de enero de 1974. No se observaron rezagos posteriores a esta fecha.


La investigación sobre el proyectil errante comprobó que el ICBM había desaparecido justo al producirse el rezago en el tiempo observado por el reloj de cesio. Algunos investigadores de lo paranormal en esta época, cuarenta años atrás, se atrevieron a sugerir que cuando se producía semejante rezago (“time lag” en inglés), cualquier objeto atrapado en su estela desaparecía para siempre. En otras palabras, se producía un cambio de dimensiones, concepto estrafalario en aquel momento, pero no tanto ahora con los conocimientos que se han ganado sobre física cuántica desde entonces.
Es posible que la aviación se haya visto afectada por este fenómeno mucho antes del 1973. Durante la 2da guerra mundial, cuando los pilotos británicos luchaban contra la Luftwaffe sobre el Canal de la Mancha, los aviadores que sobrevivieron a estas “peleas de perros” regresaban a sus bases en Kent y Anglia del Este con historias sobre aviones fantasma en los cielos – antiguos biplanos SE-5 utilizados durante la 1ra guerra por la aviación británica, canadiense y estadounidense. Lejos de tratarse de antiguallas, los biplanos cubiertos de lona parecían recién salidos de la fábrica, listos para unirse a la lucha contra los flamantes Messerschmitt B110 del Reich. Lo más probable es que – al igual que los ángeles de Mons durante la Gran Guerra – los biplanos fantasma representaban una forma romántica de dar ánimo a los combatientes, leyendas de combate circuladas durante un momento crítico de la historia mundial. Pero, con los conocimientos que tenemos ahora, ¿pudo haberse tratado de un escuadrón transportado por un instante al futuro, consecuencia de un rezago en el tiempo? Tristemente no tenemos datos de pilotos de la Gran Guerra afirmando haberse encontrado con aviones futuristas, y tampoco existían relojes de cesio en aquel entonces para comprobar cualquier anomalía. Tales encuentros quedan relegados a la leyenda y el misticismo.
Me tomo la libertad de reproducir otro dato curioso de uno de mis artículos anterior (Alas Negras: Los aviones del misterio, 2006):

El 8 de enero de 2006, un periódico electrónico en ingles titulado The Epoch Times – publicado en la república china – dio parte sobre un incidente sumamente curioso. Sin precisar fechas ni ubicaciones, la noticia informaba que seis pilotos del “Equipo Aerobático” de la fuerza aérea china habían sido testigos de una gran formación de aeronaves no identificadas que se abalanzaban contra ellos a alta velocidad, casi resultando en un choque en el aire, de no haber sido por los buenos reflejos de los pilotos involucrados. Uno de los pilotos aerobátas de mayor antigüedad, de nombre Feng Yi, con más de 3000 horas de vuelo a su nombre, abordó la alucinante experiencia que tuvo su grupo sobre el Mar de Bohai durante un programa de televisión.

Una vez que los pilotos chinos alcanzaron una altura de 21.000 pies en sus interceptores MiG, tuvieron que enfrentar una gran formación de aparatos que se dirigían justo a ellos desde el sudeste. Esta situación – altamente irregular – fue dada a conocer a los controladores de tránsito aéreo (no se especifica en qué ciudad), pero estos advirtieron que no podían confirmar la presencia de ningún otro aparato en los cielos aparte del escuadrón de aeróbatas.

No obstante, los seis pilotos estuvieron de acuerdo en que habían visto la masa de aviones que los obligó a tomar evasivas. El detalle de alta extrañeza en este encuentro, sin embargo, reside en el hecho de que los aviones intrusos “representaban aviones de distintos países y distintas épocas históricas; las formaciones incluían tanto aviones de hélice como de reacción a chorro”.

The Epoch Times propone la teoría de que los pilotos aeróbatas sufrieron una alucinación colectiva, o tal vez algo más inverosímil: que algún campo magnético con las mismas propiedades que una de nuestras videocaseteras estaba en operación, duplicando escenas de otros tiempos. Se barajaron otras posibilidades, inclusive que los aviones eran una “escena de otra dimensión o de otra época” que estaba siendo transmitida a los aviadores.

El autor Larry Fawcett en su libro Clear Intent menciona un incidente anterior al de Diciembre del ’73 que también resulta curioso. Involucra nuevamente un ICBM Minuteman de la Fuerza Aérea (USAF) encaminado al campo de pruebas de Kwajalein. De la nada, aparece un objeto volador no identificado cuyas medidas se estiman en 10 pies de largo (3.4 metros) de largo. La detección del intruso, que seguía de cerca la ojiva del misil, fue confirmada por dos radares distintos, que también percibieron tres objetos parecidos en la zona. El dictamen no apuntaba al largo brazo de los marcianos sino “la probabilidad de que se trataba de un vehículo soviético de tecnología avanzada, midiendo la reacción de los EE.UU. a tal tecnología.”

A veces resulta tan atrevido sugerir la existencia de tecnología puntera de tal magnitud, pero recordando que los “proyectos negros” están a la vanguardia de los “proyectos blancos”, siempre existe cierto espacio libre para reflexionar. A mediados de los ’70 comenzaba a hablarse de las armas electromagnéticas y escalares con la construcción de la instalación Tora en el campo de pruebas Sharyshagan de la URSS. Los servicios de inteligencia occidentales consideraban que se trataba de alguna especie de “instalación de energía dirigida” relacionada con la investigación sobre armamento escalar. Se hizo mención de un artículo en la revista sovética “International Live” sobre la guerra meteorológica, la desviación de la naturaleza de los relámpagos (incrementando su capacidad y dirigiéndolos contra objetivos concretos) y otros experimentos.

En febrero de 1975, el buque inglés Carmania de la línea Cunard observó en aguas del caribe una luz circular resplandeciente que se elevó a veinte grados sobre el horizonte, dejando una estela parecida a la de un cometa antes de desaparecer. El fenómeno se repitió cuatro veces la noche del 16 de ese mes, llevando a los analistas a concluir que se trataba de “una prueba de armas escalares soviéticas, tal vez un dispositivo montado en buque”.



Por ironías de la vida, el Carmania fue adquirido posteriormente por la Black Sea Shipping Company, basada en la URSS y rebautizado SS Leonid Sobinov. La fama no quiso dejar en paz a la nave que presenció el singular evento en altamar: en 1979, Liliana Glasinskaya, de 18 años, saltó de la nave en el australiano puerto de Sydney vistiendo poco más que un bikini rojo, exigiendo asilo político. El Glasgow Herald con fecha del 13 de mayo de 1969 anunció también que el Carmania chocó en Gibraltar contra un carguero soviético – el Frunze – de cuatro mil toneladas. Su destino parecía estar entrelazado con el oso ruso.

Los “kremlinologos” occidentales se quedaron perplejos en junio de 1975 cuando el primer ministro Leonid Brezhnev hizo un llamado a las naciones del mundo para frenar “el desarrollo de nuevas armas de destrucción masiva”. Su discurso de 50 minutos de duración advertía contra el grave peligro que representaba “el desarrollo de armas aún más terribles que las nucleares” – advertencia que reiteraría a un grupo de senadores estadounidenses que visitaron Moscú al mes siguiente, pero que “no sabían de lo que hablaba.” Dos meses tras el discurso, Boris Ponomarev, jefe del departamento internacional de comité central, repetiría la misma advertencia a otra delegación de occidentales. ¿Sería que los militares soviéticos se asustaron del éxito de sus propias pruebas?