Tuesday, April 15, 2014

Alguien nos vigila: Los misteriosos hombres de negro



ALGUIEN NOS VIGILA,
LOS MISTERIOSOS HOMBRES DE NEGRO

El caso que hoy les voy a presentar (extraído de una revista extranjera especializada), sucedió en la ciudad de Victoria, B.C. en la provincia más occidental del Canadá, el 2 de octubre de 1981.
Tuvo como protagonistas a dos jóvenes desconocidos entre sí, que observan -y uno de ellos logra fotografiar-, la presencia de un Objeto Volador No Identificado.
Pero ahí no terminaba todo. Ya que en este incidente actuaron nuevamente los Hombres de Negro (esos seres que tanto dan que pensar) pero no sólo "molestaron" a los testigos, sino también a quien los investigó.
Las consecuencias que sufre uno de ellos, señala constantes en otros hechos.
Prestemos atención a las declaraciones de los protagonistas, para entender aún más los hechos acontecidos.
Un incidente -sin duda- extraño, muy extraño...

-- Guillermo Daniel Giménez



EL INCIDENTE DE VICTORIA
Por P.M.H. Edwards

La ciudad de Victoria B.C. está ubicada en la extremidad sur de la Isla Vancouver, y es la Capital de British Columbia, la provincia más occidental del Canadá, sobre el Océano Pacífico. Esta área ha sido muy poco frecuentada por OVNIs en el pasado, y muy pocos incidentes han sido reportados desde aquí, a comparación de muchas otras regiones. Aproximadamente 65 millas al norte de Victoria B.C., pero sobre el continente, está el puerto de Vancouver B.C., terminal de los ferrocarriles y autopistas transcontinentales del Canadá. La ciudad; de más de un millón de habitantes, no debe ser confundida con la mucho más pequeña ciudad pesquera de Vancouver, Washington (EE.UU.), que queda cruzando el río Columbia, al norte de Portland, Oregón.

El 2 de octubre de 1981, dos importantes incidentes ocurridos en Victoria, B.C., envolvieron a dos jóvenes desconocidos entre sí. El testigo principal es Grant Breiland (16 años, 1507 Winchester Road, Victoria, B.C. V8N 2B6, Canadá); él ha suministrado en efecto toda la información. El segundo testigo (19 años) no desea ser públicamente identificado, y se ha negado a ser entrevistado prefiriendo "olvidar todo acerca del asunto", lo que es lamentable. En este informe se le darán las iniciales N.B.; su nombre real, dirección y número de teléfono están, no obstante, archivados.

Grant Breiland cursa sus estudios en el Mount Douglas Highs¬chool; el segundo testigo, N.B., trabaja en una estación de servicio en la ciudad, ambos viven en la zona norte de Victoria, cada uno a un par de millas de distancia de la casa del escritor. Grant es un joven poco común, puesto que tiene un coeficiente mental superior, es un sutil observador de detalles, y dirige sus negocios (actividades en su tiempo libre) conocidos como "J.R. Security", que incluye la dedicación de un equipo de amigos a vigilar las casas de personas ausentes, y en resguardar la luz y el orden. (El otro día, por ejemplo, ayudó a arrestar a un hombre que estaba tratando de entrar ilegalmente a un auto estacionado en el estacionamiento de Woodwards; Grant lo esposó, y lo llevaron a la estación de policía). No sólo lleva consigo una radio walkie-talkie CB, sino que también tiene dos radios en la oficina de su casa, las que usa para hacer sus negocios. También he notado que es meticuloso para guardar artículos importantes siempre bajo llave; y ha probado ser digno de confianza de varias formas, además. Esas son varias de las razones por las que me sentí inclinado a creer su historia. También me contó que la única literatura de OVNI que había leído, fue un libro (cuyo autor no recuerda) llamado UFOs and IFOs; leyó sólo una parte del libro; en ese entonces, cursaba el 7mo. grado y tenía alrededor de 12 años de edad. No ha leído nada más sobre nuestro tema.

El viernes 2 de octubre de 1981, era un día de viento, frío y húmedo. Sin embargo, aproximadamente a las 21.30 hs. la mayor parte de las nubes se habían ido hacia el Oeste a través de Sooke Hills, en dirección al Océano Pacífico, dejando despejado el cielo sobre la ciudad. A esa hora la hermana mayor de Grant, quien había ido a visitarlos, se apostaba a irse en su auto, así que él y su madre salieron al camino adelante de la casa, donde el auto de su hermana estaba estacionado. Cuando salía de la casa, él casualmente miró hacia las estrellas, y de pronto observó una sumamente grande y brillante "estrella", mucha más grande que una estrella normal, aunque mucho más pequeña que la luna llena. Parecía estar muy alta en el cielo, y supuso que estaba aproximadamente a la misma altura que las nubes que hasta entonces habían cubierto el cielo y tapado las estrellas. Al mismo tiempo de su visión, muchas estrellas eran visibles. La luz blanca del objeto tenía un matiz amarillento alrededor del borde.

Ni su hermana ni su madre podían verlo y un chico que pasaba en su bicicleta, al ver a Grant mirando al cielo, paró para mirar lo que fuera que hubiera allá arriba. Al no ver nada, el chico movió la cabeza (presumiblemente creyendo que Grant era tonto), montó su bicicleta y se fue. Entonces Grant tomó su radio walkie-talkie CB, y preguntó si había algún escucha sobre el Mount Tolmie, a 3 millas de su casa, un lugar desde el cual se podía tener una vista de los alrededores sin obstáculos. Un hombre joven de aproximadamente 19 años, contestó y dio su nombre (Ese fue nuestro segundo testigo, de iniciales N.B.). El confirmó que estaba mirando una gran luz blanca, a la que describió a Grant como "¡una estrella a punto de disparar!". Entonces, N.B. sacó sus binoculares e informó que en verdad podía ser un objeto, pero que no había otras luces a su alrededor. Entonces exclamó: "¡Todo lo que puedo ver ahora es una enorme luz roja, y está apuntando exactamente hacía mí!"


Entonces Grant entró a buscar su cámara y trípode (Ricoh KR 5, 35 mm. Pentax; Tripod VELBON VGB 3 adjusted to 5'8"; film ASA 100 – colour), colocó una lente Tel-Sor Super-zoom 2 x 22 convertida a 400 mm. a la cámara, y apuntó hacia arriba en un ángulo de 45º. Mirando a través del visor, pudo ver que el objeto no era una estrella. Semejaba un objeto invertido, porque la cúpula estaba abajo. En el centro del OVNI había una pequeña luz roja en forma de diamante, que se movía hacia adelante y atrás a lo largo del ancho del objeto, y luego hacia abajo, hacia el botón de la cúpula y siguiendo en redondo por el lado invisible de la nave, y finalmente por encima del borde superior, y nuevamente hacia abajo por el frente, en continuo movimiento circular. Cada vez que esta pequeña luz roja llegaba al centro del objeto, se detenía por un instante, antes de reanudar sus vueltas.

En las posiciones 12 en punto, 3 en punto, 6 en punto y 9 en punto alrededor del objeto, y a cierta distancia del mismo, Grant vio cuatro hadas luces blancas bastante más grandes que la pequeña luz roja, pero más pequeña que el objeto principal. Estas permanecían a una distancia constante de la nave; cuando ésta se movía, se movían con ella, como si estuvieran adheridas a ella por un eslabón invisible. Sobre estas cuatro luces blancas que Grant describe como circulares, él pensó haber visto muchos puntos oscuros, y creyó que se trataba -posiblemente- de ventanas; éstas son mostradas en un dibujo, en el diagrama adjunto del 0VNI. También se notará que las partes centrales de estas cuatro luces no presentaban puntos; estos últimos estaban agrupados en las dos "puntas" de cada luz circular, más que en el medio. Desde la otra nave había muchos rayos de luces amarillas que apuntaban hacia cada una de esas cuatro luces; en ningún otro lugar había semejantes rayos amarillos aparentemente. Luego Grant tomó una foto, que aún no ha sido revelada.

Entonces la nave comenzó a moverse lentamente hacia la izquierda y a la derecha; luego, lentamente hacia arriba y hacia abajo, exactamente como las manos de un cura haciendo la señal de la Cruz. Las cuatro luces grandes y blancas se mantuvieron a la misma distancia del objeto central, la pequeña luz roja continuaba su movimiento regular hacia la izquierda, hacia la derecha y luego hacia abajo, arriba y abajo nuevamente, todo alrededor de la gran nave. No obstante, en un punto, la pequeña luz roja paraba por 2 segundos en el centro, y apuntaba una luz roja directamente a los OJOS de Grant; luego reanudaba sus movimientos. A las 21,59 hs. él miró su reloj pulsera, y nuevamente al OVNI; y, precisamente a las 22 hs. todo estaba apagado, como una bombita de luz eléctrica extinguida.

Siete horas después de esto, a las 5 de la mañana del sábado 3 de octubre de 1981, Victoria B.C. experimentaba una muy extraña tempestad (o tormenta) eléctrica: solo un enorme trueno, seguido un poco más tarde por un diluvio. A pesar de que las luces de las calles no habían sido afectadas, la única luz ubicada exactamente enfrente a la casa del escritor estaba apagada; pero, después de uno o dos minutos, comenzó a encenderse lentamente, pasando por varios tonos de verde además del blanco (en esta parte del mun¬do, las tormentas eléctricas son muy raras). Ese día, N.B. fue a ver a Grant, ya que previamente se habían intercambiado sus direcciones -a pesar de que nunca se habían visto antes-; solamente discutieron sobre lo que habían visto cuando estaban parados en la puerta del frente de la casa de Grant. Ambos estaban sufriendo un fuerte dolor de cabeza, que no se aliviaba con aspirinas.

Al día siguiente, sábado 4 de octubre, N.B. fue otra vez en su camión, para discutir nuevamente el tema con Grant, ya que éste parecía muy excitado y perturbado; también quería mostrarle a Grant la nueva radio que había comprado para su camión, e invitó a Grant a dar una vuelta en el mismo. Aparentemente, N.B. manejaba tan alocadamente, que Grant estuvo contento de volver sano a su casa; me contó además que, durante el recorrido, N.B. estuvo hablando violentamente, renegando por personas y cosas que evidentemente le fastidiaban. Si ése era su comportamiento habitual, o si estaba sufriendo los efectos posteriores a su experiencia, es imposible de determinar.

El lunes 5 de octubre, Grant salió del colegio a las 15,15 hs. y caminó por la Mackenzie Avenue hasta la intersección con Shelbourne Street; él deseaba conseguir su repuesto para su radio que había encargado "Radio Shack", en el K-Mart negocio Mall. Como el repuesto no había llegado aún, caminó a través de la gran Sección de un gran almacén, con la esperanza de encontrar a su amigo, Len, en las puertas de la entrada principal que da a la playa de estacionamiento de autos, a lo largo de Shelbourne Street. Sin embargo, Len no estaba allí, así que Grant usó el teléfono público automático (a monedas) del vestíbulo que se encuentra entre los dos juegos de puertas de vidrio transparente, en la entrada principal al almacén. En ese vestíbulo, cerca del único teléfono público, hay unas máquinas de dulces que generalmente están rodeadas de chicos; y todo el vestíbulo es escenario de una gran actividad -gente que entra o sale del negocio, o que espera encontrarse con amigos, o que aguarda a que lleguen sus autos a la puerta, o se protege de la lluvia, etc.-

Grant marcó el número de teléfono de Len, y la hermana de Len contestó; su hermano no podría ir pues acababa de quebrarse un brazo. Grant se despidió y colgó el tubo, se dio vuelta, y vio que dos "hombres" de apariencia muy extraña estaban parados sumamente cerca uno del otro, aparentemente a la espera de hablar con él. Primero pensó que debían ser de la policía. Pero su apariencia era tan extrañamente no humana que se asustó mucho.

Otra cosa que le causó miedo, fue -en ese momento- la total ausencia de gente pasando por el vestíbulo mientras él estaba con esos "hombres". Sin embargo, recordó claramente haber visto mucha gente caminando dentro del almacén, y también en la vereda, dado que todas las puertas son transparentes.

El escritor pasó algo más de un minuto en el mismo lugar, el viernes 16 de octubre, precisamente a la misma hora -15,30 hs.-; durante ese sólo minuto, no menos de 48 personas pasaron a través del vestíbulo. Es verdad que hay algo más de actividad en la mayoría de los negocios los viernes a la tarde que los lunes a la tarde; y también es cierto que estaba lluvioso el 5 de octubre, mientras que estaba seco el 16 de octubre. No obstante, el K-Mart es una sección extremadamente activa a toda hora; por ende, es difícil reconciliar este hecho con un vestíbulo de entrada principal, sumamente desierto, como Grant cuenta que estaba, durante su interrogatorio. (¡Se debe recalcar, también, que durante ese corto tiempo, él recordaba haber visto mucha gente, tanto dentro del almacén como afuera, en la vereda!).

Los "hombres" permanecían inmóviles, brazos y piernas rigídos y "atentos". El cuenta que vestían de azul marino, casi negro; éste era el color de sus trajes, sus camisas y sus zapatos. No llevaban corbata, y las camisas estaban "abotonadas" hasta el cuello, aunque no vio señales de botones en las camisas ni en los sacos. Estos últimos eran más largos que las camperas, pero más cortas que los sacos de traje, y estaban abiertos; no había cinturones a la vista. No vio anillos en sus dedos, y no llevaban relojes pulsera. El tenía la impresión de que carecían de uñas. Sus labios no eran rojizos, sino exactamente del mismo color que su piel, que estaba bronceada "...como después de unas vacaciones en Hawai". Sus OJOS eran muy negros y peculiares, sin reflejos de luz; sólo opacos, no brillosos. Sus caras estaban totalmente exentas de expresión; al igual que sus voces. Nunca pestañeaban, no se movían. No llevaban sombrero, y sus cabellos eran negros (o posiblemente castaños muy oscuro), el cabello cubriendo sólo la mitad inferior de sus frentes. Aparentemente tenían pestañas, pero no cejas (como las orejas de la hermana menor de Grant sobresalen un poco, él automáticamente mira las orejas de la gente, según nos dice, y se asombró de ver que los lóbulos de las orejas de esos hombres no eran redondeados, sino "cuadrados”). El "hombre" Nº 1 mantenía su boca continuamente entreabierta como un rectángulo, mientras que la boca del Nº2 era algo más "normal". Ambos tenían dientes regulares, y perfectos. No movían sus labios en absoluto cuando hablaban, y no se dirigían a él por su nombre.

Cuando Nº 1 empezó a hablarle con una voz dura, monótona, como de robot, Grant imaginó que tal vez le hablarían en francés u otro idioma.

EI Nº 1 le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?"
Grant contestó: "No se los voy a decir". (Después de esto, Nº 1 no volvió a hablar más.)
Entonces, Nº 2 dijo: "¿Dónde vives?".
Grant replicó: “'Yo no se los voy a decir”.
N0 2 continuó: "¿Cuál es tu número?" (no dijo número de teléfono).

Grant permaneció en silencio, y no le hicieron más preguntas. Se quedaron parados allí por aproximadamente 5 segundos más, mirándolo. Luego, como si fueran un sólo hombre, giraron automáticamente sobre sus talones, y se fueron por las puertas principales que daban a la vereda. La cruzaron, bajaron tiesamente a la calle por la corta bajada en declive (esta bajada es una ayuda para los clientes que andan en sillas de ruedas), y giraron rígidamente, en completa sincronización; hacia la izquierda, como en un ejercicio militar, y caminaron por la calle paralela a la vereda, hacia el extremo norte del área de estacionamiento. En el borde del campo arado, se tomaron un corto descanso bajo la densa lluvia.

Grant los había seguido muy de cerca a una distancia de, unos dos pies, y cuenta que no hablaron ni se dieron vuelta para mirarlo otra vez. Lo extraño, ahora, era que mientras que en el vestíbulo que Grant había visto claramente mucha gente, caminando para un lado y otro por la vereda, y autos que pasaban, sin embargo cuando salió por la entrada principal para seguir a los "hombres" no había signos de vida en ninguna parte, y ningún auto en movimiento (sólo vio unos autos estacionados, a cierta distancia). Ahora, Grant se estaba empapando por la lluvia. Se paró junto a una fila de arbustos decorativos a lo largo de la pared del almacén (ver dibujo) y esperó hasta ver qué harían los "hombres" en el borde del lodoso potrero arado (este potrero ha sido removido desde entonces, preparado para la construcción de nuevos edificios). En el lado más alejado del potrero, aproximadamente a una distancia equivalente al largo de 9 autos, hay una robusta cerca de madera, y detrás de la misma, tres casas blancas. Pero, el 5 de octubre, los removedores no habían comenzado aún a trabajar, y el potrero estaba simplemente fangoso, y lleno de pequeños charcos, prácticamente sin pasto a la vista.

De pronto, a Grant le pareció oír a alguien que lo llamaba por su primer nombre desde unos 20 pies atrás suyo; se volvió, pero no había nadie detrás de él. Volvió a mirar a los HDN (Hombres de Negro, así conocidos en los reportes de encuentros cercanos de ovnilogía y sus presencias. Ellos son 5'9" -5'10"de altura), y vio que aún estaban esperando en el borde del áspero potrero, bajo la densa lluvia. Le pregunté si había notado si sus cabellos (de los HDN) mostraban evidencias de estarse empapando; pero no lo recuerda. Otra vez miró hacia atrás para asegurarse de que nadie lo estaba llamando, pero no había nadie ahí. Miró una vez más hacia los HDN y vio que habían empezado a caminar a través del barro, en dirección al cerco de madera. Nuevamente le pareció ser llamado por su primer nombre desde atrás, a corta distancia, y nuevamente se volvió. No había nadie a la vista. Para entonces, los HDN estaban a 3/4 de camino a través del potrero; entonces parecieron esfumarse en el aire.

No hay árboles ni arbustos detrás de los cuales se podrían haber escondido en tan corto tiempo.

Grant corrió hacia ese lugar, pasando exactamente por la misma área por donde había visto a los HDN. Sus zapatos se llenaron de barro bien pronto, y observó que los HDN no habían dejado ninguna huella en absoluto. Eso lo asustó enormemente, así que se volvió, corrió hacia la parada de colectivos y tomó el colectivo a Gordon Head, dirección norte, para llegar rápidamente a su casa; estaba preocupado, y no sabía qué diablos estaba pasando.

La corrida desde el centro del campo hasta la parada, no pudo haber llevado más de un minuto, y él me contó que estaba "seguro" de haber tomado el ómnibus de las 16 hs. (pasan cada diez minutos a esa hora del día), aunque advirtió que no lo había controlado con su reloj pulsera. Lo más extraño de este viaje, de regreso, fue el hecho de que recién arribó a su casa unos pocos minutos antes de las 17, justo cuando su padre estaba llegando del trabajo, a la hora de costumbre. Ahora el viaje en ómnibus desde la parada de la intersección de Shelbourne y Mackenzie hasta la esquina de Cedar Glen Road, donde Grant tenía que bajar, sólo toma, como mucho, 5 minutos; desde la parada de dicha esquina, al camino cuesta arriba hasta Winchester Road lleva probablemente menos de 10 minutos (y creo que, a pesar de que él, cree que tomó el colectivo de las 16, es posible que recién haya tomado el de las 16,40; su única objeción a esta tesis es el hecho de que el colectivo de las 16,40 normalmente debería haber llevado muchísima mayor cantidad de gente que el de las 16).


EL SUEÑO


Esa noche, del 5 de octubre, Grant afirma haber tenido una pesadilla. Dice que soñó que 'llegó a la mitad del potrero, y que, los "hombres" estaban allí aún, esperándolo". En su sueño, lo agarraron por las muñecas y luego desaparecieron; de pronto se encontró asímismo dentro de un interior circular y muy blanco (¿nave espacial?), por donde lo llevaron (ver flechas en el dibujo), y luego lo amarraron a una silla, y repitieron su interrogatorio. En este sueño, vio al interior (¿de la nave espacial?) como si estuviera iluminado, pero no pudo ver ninguna fuente de esa luz. Aún en su sueño, él se negó, como antes, a darles respuestas. El "hombre" Nº 1 se sentó en una silla ante un escritorio, y empezó a escribir una nota mientras mantenía fijos sus ojos sobre Grant; como Grant continuaba negándose a divulgar información, el "hombre" solamente dijo: "Te arrepentirás". Grant pudo recordar lo que "vio" en aquel cuarto circular. Una cosa que lo impresionó fue un gran globo de esta Tierra, en colores, convencionales; era grande, y estaba parado sobre un alto pedestal negro, lustrado. Luego, aun en el sueño, él pareció recordar que en su llamada telefónica a Len desde el vestíbulo del almacén, había estado discutiendo con Len. Grant le demandaba que, el día anterior, él había telefoneado a Len para acordar un encuentro en la entrada de K-Mart, y que Len no había ido. Len repetía; en este sueño, que él nunca había recibido ningún llamado telefónico de Grant el día anterior. Luego, Grant soñó que colgaba el tubo, se daba vuelta y "veía" a los dos "hombres" parados detrás de él, esperando para hablarle.

En el cuarto circular, él soñó que los "hombres" le preguntaban si le había contado la experiencia a alguien; él contestaba que no. Entonces ellos lo acusaban de estar mintiendo; ellos decían que lo habían estado observando, y que sabían que él había narrado su experiencia a la gente. Finalmente decían "Olvídalo, destrúyelo".

Ese fue el final del sueño. También hubo ulteriores sueños en sucesivas noches, pero éstos sencillamente repetían el interrogatorio en el vestíbulo del almacén.

El jueves 6 de octubre, mientras se estaba dando una ducha a la mañana, Grant observó que tenía dos nuevas manchas rojizas sobre su muslo derecho, aproximadamente 1/2 cm. de circunferencia, unas 9 puIgadas encima de la rodilla, y ligeramente en la parte interna del muslo. El afirma que no había estado ahí antes, y que no es precisamente un grano común. El ha sido urgido a comunicar cualquier cambio de esa mancha y ha prometido hacerlo.

También se ha comprometido a comunicar acerca de cualquier incidente inusual, que pudiera sucederle a él o a su familia a partir de ahora, especificando fecha, horas y lugares. Cuando entró a su casa después de su experiencia en K-Mart, su hermana menor y su perro Sparky, le dieron la bienvenida como siempre y no mostraron ninguna alteración en su comportamiento, semejante al que frecuentemente es notado cuando una persona ha tenido un encuentro cercano.

El segundo testigo, N.B., informó a Grant que, alrededor del mediodía del 5 de octubre (lunes) o sea, unas tres ó cuatro horas antes del interrogatorio de Grant dos "hombres" delgados de cabellos "blancos", muy pálidos, que estaban vestidos exactamente como los dos que visitaron a Grant más tarde en el K-Mart fueron a la estación de servicio donde él trabaja (la ubicación está en nuestros archivos), a las 15,30-15,45 hs. le pidieron nafta (en el texto: "petrol" que equivale en inglés británico a la palabra "gasolina" en EE.UU.) para su auto, que probablemente estaba fuera del alcance de la vista, a la vuelta de alguna esquina. Encontró una lata vacía y la llenó de nafta, pero antes, él les preguntó qué tipo de auto conducían y qué tipo de nafta necesitaban. Uno de los "hombres" contestó "no sé", así que N.B. les dio nafta. Luego les preguntó sus nombres, para poderlos hacer firmar por la compra de la lata de nafta; pero el portavoz dijo que no podían dar ningún nombre. El otro "hombre" no dijo ni una sola palabra.

N.B. preguntó: "¿Cuánto tiempo se quedarán?" y el "hombre" dijo "quince minutos". N.B. señaló entonces que le debían $ 2.65; ellos le dieron una nota bancaria de $ 10, en pago. El les entregó el cambio en forma de varios billetes y unas pocas monedas, y notó en ellos dos cosas muy extrañas cuando tomaron el dinero; primeramente, la mano que recibió el cambio no tenía uñas; y segundo, miraron las monedas de una forma sumamente extraña, como si nunca hubieran visto tales cosas antes.

Entonces los "hombres" se dieron vuelta mecánicamente, y se fueron con la lata de nafta. El los miró irse calle arriba, hasta que doblaron por una calle lateral. Exactamente cinco minutos más tarde, volvieron con la lata, la dejaron en el suelo, miraron a N.B. y le preguntaron: “Dónde vivís en esta linda ciudad?”. El contestó: "En Gordon Head", y ellos lo miraron fijamente; luego se dieron vuelta y se fueron caminando rígidos.

Durante esta visita, N.B. no ha informado que haya notado nada inusual con respecto a la activi¬dad en la calle sobre ninguno de los costados de la estación de servicio, que está ubicado en un ángulo entre dos importantes calles céntricas.

Levantó la lata de nafta, y para su sorpresa la encontró completamente llena de ese combustible. El le informó a Grant que estos "hombres" caminaban de una manera muy extraña, sin doblar sus rodillas.

En la tarde de ayer, 20 de octubre de 1981, telefoneé a Grant Breiland otra vez, para hacerle dos preguntas finales, y para averiguar si había tenido llamadas telefónicas extrañas, o si había visto gente mirándolo en las calles o colectivos, y lo urgió a informar cualquiera y todo suceso inusual que le llamara la atención. El informó que efectivamente había recibido unas pocas llamadas "en blanco" y/o inusuales llamadas telefónicas durante los últimos dos días.

El escritor recibió cuatro extrañas llamadas telefónicas anoche, cinco minutos antes de medianoche: la 1º, 3º y 4º eran en "blanco", mientras que en la 2da, se escuchaba una voz inusual que parecía provenir de muy lejos. En cada caso, el tubo había sido colgado a instante.

La actual familia Breiland está integrada por Papá, Mamá, hermano mayor, hermana mayor, Grant y una hermana menor. No obstante, antes del nacimiento de Grant, había existido otra hija; ella murió muy joven. Unos años atrás, Grant soñó que vio al bebé tirado sobre el suelo, en un pequeño traje de marinero. Cuando él le contó a su madre acerca de su sueño, sobre una hermana a quien nunca había conocido, su madre quedó aturdida, porque ese bebé había sido sepultado en su pequeño traje marinero (no era posible que Grant hubiera sabido esto).

Es satisfactorio poder informar sobre un suceso tan fresco y reciente. La mayoría de los informes tienen un año cuando son comunicados a los investigadores, y posiblemente dos años cuando son impresos en las revistas especializadas.

Postdata del autor: Aunque personalmente no es devoto de los libros acerca de los supuestos magos mexicanos Don Juan y Don Genaro, del autor Carlos Castaneda, el escritor no puede abstenerse de atraer la atención de los lectores hacía lo que debe ser una sentencia, en el libro Tales of Power (Pocket Books, New York; 1976). Los magos habían estado explicando a Castaneda la diferencia entre el "tonal" y el "nagual". Y, en la página 180 de esa edición, Don Juan cuenta a su discípulo Castaneda que ellos volverían a un monte de eucaliptos donde algo sobrenatural había ocurrido anteriormente, estando él presente. Castaneda preguntó: "¿No corremos el riesgo de ser vistos por gente?" y Don Juan responde: “No. El nagual va a mantener todo Interrumpido”. ¿Podría esto estar conectado con la aparente ausencia de todo indicio de movimiento o vida, durante la observación de un OVNI, o la visita de un HDN?

Procedencia del Informe: FLYING SAUCER REVIEW, Volumen 27, Nº 4, (enero de 1982), desarrollado por el Dr. P.M.H. Edwards. Traducción del inglés: GUILLERMO DANIEL GIMÉNEZ]

[Me permito una pequeña nota adicional. El Dr. P.M.H. Edwards fue un amigo personal, y una figura clave en la investigación ovni. Corresponsal para la revista Flying Saucer Review, se distinguió no sólo como experto en linguística, sino como músico, habiendo ocupado la cátedra en la Universidad de Victoria, BC, con varias sinfonias a su nombre. "Max" Edwards no creía en extraterrestres ni las teorías tan simplistas que se circularon entonces y ahora. Defensor de las teorías de Keel, Creighton y Vallée, pensaba que había mucho más que pernos y tuercas en el asunto, y que era mayormente nocivo al ser humano. Mi agradecimiento al amigo Guillermo D. Giménez por haber traducido al castellano uno de los mejores escritos del fallecido Dr. Edwards -- S. Corrales]

1 Comments:

Blogger Contributing Bloguistas: said...

Aviso - mini-conferencia de Sci-Fi este miércoles en UC-Riverside. Gratis.
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