Sunday, December 30, 2012

El misterio de las mutilaciones de ganado
















El misterio de las mutilaciones de ganado
Por Tommy Roy Blann
Revista SAGA UFO – Abril 1980
Traducción por Scott Corrales, Arcana Mundi


“Si se trata de depredadores, entonces serán depredadores con superpoderes”.
-Gabe Valdez, Policía Estatal de Nuevo México


Pocos sospechaban al comienzo de la primera oleada de mutilaciones de ganado a finales de 1973 que aún seguirían tomando lugar hoy, sin el arresto de ni un solo sospechoso culpable por estos horrendos actos. Sin embargo, con el paso de los años, y con el aumento de los casos de mutilaciones de cientos a miles, los incidentes se producen en casi todos los estados de la unión americana, y el enigma sigue en pie.
Se sugirieron más y más teorías durante la oleada de mutilaciones de ganado, y mientras que estas se regaban como pólvora en los estados del medio oeste y el oeste, se suscitaron controversias entre ganaderos y funcionarios sobre la causa de estos crímenes. Los funcionarios del gobierno estaban determinados a convencerse no sólo a sí mismos, sino a los ganaderos también, de que no había motivos para alarmarse y que toda la evidencia apuntaba las acciones de depredadores. El mismo viejo cuento resonaba en los páramos y las regiones montañosas: “bien es sabido que los depredadores mastican la región anal, el hocico, el abdomen, y las ubres – todas las partes blandas y expuestas del animal”. Pero los rancheros y granjeros eran más listos, y la cantidad de agentes del orden público e investigadores que participaron en la búsqueda de pistas que desentrañaran el misterio de las mutilaciones iba en aumento, junto con la evidencia sorprendente. Los pequeños depredadores de los campos y de los cielos ya no cargarían con la culpa. Quedaba claro que había participación humana en estas espeluznantes mutilaciones. El ganado aparecía con sus lenguas, ojos, orejas, aparato reproductivo, cuero, dientes y befos eliminados con precisión quirúrgica, sin mencionar el vaciado total de la sangre de estos animales sin derramar una sola gota. Casi daba miedo pensarlo, mucho menos contemplar los restos.
Pocos sabían en aquel momento que muchos ovnilogía avezados ya estaban expuestos al fenómeno de las mutilaciones, puesto que muchos incidentes parecidos figuraban en la literatura ovni del pasado. El conocido investigador ovni John A. Keel escribió sobre estas mutilaciones, algunas de ellas idénticas a las actuales en todos sus aspectos, en el libro Strange Creatures from Time and Space.

¿Podemos hacer caso omiso del hacho de que estas raras y confusas mutilaciones tomaron lugar años antes del comienzo de la oleada actual en 1973? ¿Es una coincidencia, acaso, que la gran oleada de actividad ovni en los EE.UU. comenzó el mismo año? ¿Es también coincidencia que la literatura OVNI está repleta de casos de animales que desaparecen de sus encierros, esferas de luz brillantes y extrañas visibles en las zonas de las mutilaciones, y un tropel de eventos paranormales asociados con estas mutilaciones? En definitiva, alto raro está tomando lugar y no creo que podemos desecharlo como puro sensacionalismo. La conexión entre los ovnis y las mutilaciones puede ser real, tal vez demasiado real, y no significa necesariamente que naves metálicas de origen extraterrestre estén volando a nuestro mundo desde algún sistema solar lejano para abrir nuestros animales en canal. Es posible que los ovnis no sean extraterrestres, y puede haber mucho más oculto de lo que se cree.

El incidente que trajo el fenómeno ovni a colación en el marco de las mutilaciones se produjo a mediados de diciembre de 1974 con la mutilación de una vaca en la granja de Frank Schifelbein, cerca de Kimball, Minnesota. A la misma vez, se produjo una oleada de avistamientos ovni en todo el estado. Después de una investigación rápida de uno de los focos de mutilaciones, un aficionado de los ovnis llamado Terry Mitchell sentenció que un ovni había disparado un rayo de energía contra la vaca. Mitchell dedujo que las ramas rotas en un árbol cercano había sido destruidas por el ovni durante su descenso, y que las extrañas marcas en el hielo habían sido producidas por el tren de aterrizaje del plativolo. Existían, además, raros círculos en la nieve que sugerían el punto de aterrizaje del aparato. Esta investigación baladí ignoró los hechos del caso.

Mitchell llegó a afirmar que los ovninautas “disfrutaban de los bistecs tanto o más que los estadounidenses”. El cuento fue creciendo, y los medios estaban ansiosos de encontrar un nuevo ángulo para las mutilaciones. La noticia recorrió la nación de un extremo al otro.

Fue en este momento que el Dr. J. Allen Hynek del Center for UFO Studies solicitó que Donald E. Flickenger, uno de los investigadores del centro, además de ser agente del negociado de alcohol, tabaco y armas de fuego del Departamento de Hacienda, tomase cartas en el asunto.

Flickenger se desplazó hasta Kimball, entrevistó a Schifelbien y desmoronó la hipótesis OVNI. Las marcas hechas por el ovni en el hielo resultaron ser perforaciones realizadas por el mismo granjero. Las ramas del árbol habían sido destruidas por el viento y por Schiefelbien. Las “marcas de aterrizaje” no eran más que montones de forraje ensilado, cubiertos de nieve.

Después se produjo el affaire Bankston-Dugan, que trajo a colación la teoría de las sectas satánicas como responsables de las mutilaciones. El hombre mayormente responsable de esto fue Jerome Clark, el conocido investigador y escritor de temas ovni, quien había investigado el tema de las mutilaciones en su estado natal de Minnesota desde 1973. Durante este tiempo, había hablado con Ross Doyen, senador del estado de Kansas, víctima de un caso de mutilación en su propia granja. Doyen le dijo a Clark que había sido contactado por un sujeto llamado Albert K. Bankston, condenado a prisión por asaltar un banco y sirviendo su condena en la penitenciaría estatal de Leavenworth, Kansas. Bankston le contó a Doyen que las mutilaciones eran la obra de un grupo satánico acaudalado. Esto llevó a Clark a mantener una relación epistolar con Bankston, que posteriormente llevaría a Clark a comunicarse con el investigador Donald Flickenger en enero de 1975.

Clark informó a Flickenger sobre todo lo que había aprendido en su correspondencia con Bankston, quien había sido trasladado a la penitenciaría estatal de Marion en Illinois. Flickenger solicitó que Clark prolongase su correspondencia con Bankston, y este siguió suministrando detalles horripilantes sobre los asesinatos y mutilaciones tanto de humanos como ganado. Bankston insistió a la misma vez que se le trasladase a una cárcel en Minnesota donde estaría a salvo de los recluidos que pudiesen tratar de matarle por su conocimiento de las mutilaciones.

Flickenger se puso en contacto con el fiscal de distrito de los EE.UU. en Minneapolis, quien a su vez se comunicó con el juez federal Myles Lord. Cuando el prisionero Bankston se enteró que el juez Lord se había interesado en sus declaraciones, manifestó su temor al traslado a una cárcel en Minneapolis, temiendo a una ganga de motociclistas, profundamente involucrada en las mutilaciones, cuya base era precisamente esa ciudad. Manifestó su preferencia por una pequeña cárcel rural en algún sitio apartado.

El prisionero Bankston pidió entonces que un compañero de cárcel – Dan Dugan - recluido en la correccional La Tuna del estado de Texas, fuese interrogado, puesto que Dan Dugan había sido integrante de la sociedad satánica y había tomado parte en sus ritos. El juez Lord emitió entonces una orden para traer tanto a Bankston como Dugan, posteriormente, a la cárcel del condado de Dugan en Hastings, Minnesota, para el interrogatorio.

Dugan expresó que había sido un drogadicto durante su estadía en Texas, y que mediantes tales contactos, fue reclutado por la secta satánica. Dugan afirmó haber presenciado mutilaciones humanas en Cozad, Nebraska (EE.UU.) en 1969. Afirmó que cuatro adolescentes habían sido adormecidos con una pistola tranquilizadora por miembros de la secta mientras que se hallaban acampados cerca un lago. Posteriormente se les administraría grandes cantidades de la droga PCP, conocida popularmente como “polvo de ángel”. Murieron dos horas después; se les mutiló, exsanguinó y sus cuerpos se utilizaron en ritos inmencionables. Bankston agregó que la secta utilizaba este poderoso sedante con el ganado, para tranquilizarlo. Los miembros de la secta – según Bankston – caminaban sobre pedazos de cartón para no dejar huellas (Kevin Randle se valió de estas mismas declaraciones durante su ponencia en el congreso de mutilaciones de Fort Smith, Arkansas, en 1975), y en la nieve se valían de sopletes para derretir las huellas en torno a los animales. Expresó que esto se hacía para “hacer que todo pareciese cosa de extraterrestres”.

El interrogatorio sacó a la luz muchos incidentes sobre mutilaciones de humanos y animales. Existía un “listado de la muerte” redactado por la secta para matar a ciertos famosos y líderes políticos en los EE.UU. y una gama de actividades terroristas con miras a atentar contra la seguridad nacional.

El affaire Bankston-Dugan hizo que muchos funcionarios federales y estatales realizaran investigaciones secretas de numerosas sectas e individuos, a raíz de las declaraciones aparentemente sensibles hechas por ambos presidiarios. Por ejemplo, todas las personas mencionadas por Bankston y Dugan existían y habían tenido trato con la policía por algún motivo u otro. También se les conocía por su interés en la brujería, en mayor o menor grado.

Fue en este momento que algunas de las organizaciones ovnilogicas principales se apresuraron por informar a los medios que las mutilaciones no guardaban conexión alguna con el fenómeno ovni. En marzo de 1975, NICAP declaró que” tras investigaciones minuciosas en seis regiones distintas del país, no se encontró evidencia directa que enlazara a los OVNI con las mutilaciones. Al contrario toda la evidencia indica que las mutilaciones fueron realizadas por miembros de grupos esoteristas o estudiantes bromistas”.

APRO divulgó que muchos de los integrantes y líderes de grupos satánicos responsables habían sido detenidos por las autoridades federales. El Center for UFO Studies manifestó que “no existe ni un solo informe documentado en que se demuestre la conexión directa entre un avistamiento OVNI y un caso de mutilación. Se han hecho pesquisas al respecto y un informe confidencial del gobierno ha comprobado que una secta satánica es la responsable de algunas mutilaciones. EL informe debe permanecer en la confidencialidad, puesto que aún no se han realizado arrestos en todos los casos, y existe la necesidad de proteger las fuentes informativas”.

Lo que estas organizaciones OVNI no sabían al momento es que algunos de los sospechosos nombrados por Bankston y Dugan ya estaban encarcelados para cuando la historia los colocaba en el lugar de los hechos de mutilación. Existían también aseveraciones hechas por los dos hombres que no se podían corroborar tras investigaciones minuciosas. A finales de la primavera de 1975, los funcionarios federales optaron por no seguir la investigación, determinándose que todo había sido un intento por los confabulados en fugarse de la cárcel a la que habían sido trasladados.

Bankston logró fugarse de la cárcel en Chaska, Minnesota, el 31 de mayo de 1975. El día después de la fuga, Dugan también logró escaparse de una cárcel en Texas. Fue capturado el 19 de junio de 1975 durante el asalto a un banco en Glenwood Springs, Colorado.

Las mutilaciones prosiguieron, sin embargo, a pesar de los mejores esfuerzos por nuestras agencias del orden público. La pregunta era ahora: Si los ovnis no están directamente vinculados, ¿qué hacían en las zonas de mutilaciones? ¿Se trataba de identificaciones erróneas, posiblemente de los sistemas de navegación de helicópteros sin marcar que fueron vistos en estas regiones?

La respuesta a estas interrogantes surgió el 19 de octubre de 1975, cuando agentes de la base aérea Malmstrom de la USAF en Montana, y la misma NORAD, confirmaron que el avistamiento ovni por agentes de la comisaría de Shelby durante sus investigaciones de las mutilaciones no había sido un aparato convencional. Durante este momento se produjeron avistamientos ovni por parte de los agentes de la comisaría del condado de Cascade en el transcurso de sus propias pesquisas.

Los documentos oficiales de NORAD – obtenidos mediante la Ley de Libertad de Información – indicaron que cierta cantidad de ovnis habían sido identificados visualmente y por radar en zonas de Montana, a la par que se producían mutilaciones en tierra. Los documentos oficiales de NORAD no hacían mención alguna de las mutilaciones, pero los plazos de tiempo y las zonas geográficas de actividad ovni estaban bien correlacionados con los casos de mutilaciones. ¿Otra coincidencia? Algunos escépticos dirían que nadie ha visto un ovni sobrevolando un animal, ni en proceso de mutilarlo. Cierto, pero si los informes constantemente indican que casos ovni genuinos tomaron lugar sobre el sitio inmediato donde estaban los animales mutilados, ¿podemos negar categóricamente la existencia cualquier tipo de conexión?
Otro informe del Mando Aéreo Estratégico, fechado el 7 de noviembre de 1975, manifestaba: “A las 1327 hora zulu, personal de la USAF L-1 informa que el objeto al noreste [al noreste de la base Malmstrom] parece estar expulsando un objeto negro de configuración tubular. La vigilancia no ha podido detectar trayectorias sino para el transito aéreo conocido”. Este informe guarda cierto parecido con el objeto avistado por el comisario Harry L. Graves en el condado de Logan, Colorado, durante su investigación de las mutilaciones ocurridas en ese sitio) cuando un OVNI de gran tamaño expulsó objetos de menor tamaño que posteriormente descendieron en lugares distintos, ascendiendo posteriormente hacia el OVNI que los esperaba.

El 17 de junio de 1978, testigos fiables vieron un número de ovnis sobre Elsberry, Missouri, cuando se producían mutilaciones. John Livengood, jefe de policía de Elsberry, me dijo había visto algunos de estos ovnis y consideraba que, en cierto modo, estaban vinculados con las mutilaciones que investigaba en ese momento.
Ya estamos en 1980, y las mutilaciones siguen causando estragos con los agentes de la policía local. A mi leal saber y entender, y el de numerosos policías y senadores, no se han realizado arrestos de ningún tipo – ni de satanistas ni ningún otro.
En diciembre de 1978, Harrison Schmitt, senador de Nuevo México y astronauta del proyecto Apolo, escribió una misiva al fiscal Griffin B. Bell solicitando que “el departamento de justicia de los Estados Unidos examinara nuevamente su competencia en este asunto, posiblemente reanudando sus investigaciones”. El senador Schmitt también manifestó al fiscal Bell que su estado natal de Nuevo México “había sido víctima de una serie de mutilaciones de ganado”, algunas de ellas producidas en las reservas nativoamericanas.

El 20 de abril de 1979, el senador Schmitt y el fiscal R.E. Thompson auspiciaron vistas públicas sobre las mutilaciones de ganado que han venido sucediendo en Nuevo México y otros estados durante años recientes. La conferencia tomó lugar aquella mañana en la Biblioteca Pública de Alburquerque, N.M. ante un público de 200 personas, entre ellas agentes del orden público, científicos, investigadores y periodistas de distintos estados de la unión.

En el acto de apertura, el senador Schmitt expresó: “Durante los últimos cinco años, como mínimo, y tal vez más, se han producido matanzas de animales en 15 estados, con mutilaciones sistemáticas sin ningún fin aparente, realizadas por personas desconocidas. Existen pocas actividades tan peligrosas como un patrón de criminalidad sin resolver. Siempre existe el potencial de que dichos crímenes aumenten tanto en frecuencia como intensidad si permanecen sin resolver y sin castigar…estos crímenes prosiguen a pesar de los grandes esfuerzos por la policía local y estatal, y la creciente atención prestada a los casos de mutilaciones”.

El senador Schmitt estimó que las pérdidas económicas causadas por las mutilaciones ascendían a USD $2.5 millones en toda la nación. Afirmó que quienquiera fuese el responsable, había demostrado “disciplina sin precedentes” en el hecho de que no se habían producido “ni fugas ni colaboradores que pudiesen ayudar a la uniformada”.
Schmitt, a la vez que atribuía la responsabilidad por las mutilaciones a un grupo organizado pero desconocido de personas, expresó que existía un factor que estorbaba a los investigadores: la ausencia de leyes federales sobre casos parecidos de destrucción de propiedad en distintos estados.

Con la ayuda del fiscal R.E. Thompson de Nuevo México, consideró que había llegado el momento de involucrar al FBI en el asunto, con base a dos factores: “el uso ilegal de helicópteros sin marcar que parecen estar vinculados a las mutilaciones, y el hecho de que algunas mutilaciones se han producido en las reservas nativoamericanas, constituyendo un delito a nivel federal”.

Schmitt pasó a presentar 11 ponentes, solicitando de los asistentes cualquier otro que pudiese agregar su voz al proceso. A continuación se presenta un breve resumen de lo que se dijo:

• David Perkins, sociólogo y director de Animal Mutilación Probe (AMP) en Farasia, Colorado, dijo que las mutilaciones “representan un asalto frontal a nuestro concepto de la realidad”. Dijo que la investigación de las mutilaciones refleja la presencia del fenómeno OVNI y que “la respuesta bien puede tener algo que ver con la supervivencia de la especie humana en nuestro planeta”.
• Manuel Gomez, ganadero por más de 20 años en Dulce, N.M., clasificó el asunto de las mutilaciones como un “Cattlegate”, acusando a funcionarios estatales y federales de encubrir el grado de alta extrañeza del fenómeno. “Si los predadores tienen la culpa, ¿por qué utilizan instrumentos cortantes para llevarse las mejores partes, dejando lo demás para el almuerzo de mañana?” Preguntó también el motivo de los niveles de radiación más alto de lo normal en los focos de mutilaciones.
• El policía Gabe Valdez de la policía estatal de Nuevo México, que ha investigado más de 30 mutilaciones desde 1975, afirmando que: “los agentes de la policía están perplejos”. Valdez rechazó la sugerencia de los depredadores. “Si se trata de depredadores, entonces serán depredadores con superpoderes”.
• Raleigh Tafoya, jefe de la policía apache de Jicarilla, N.M. dijo que los indios que han sido víctimas de mutilaciones de ganado han recibido amenazas. Sin embargo, el jefe se negó a comentar sobre las amenazas ni su procedencia. “Mis agentes han visto ovnis y no tengo motivos para no creer en ellos. Comienzo a preguntarme si comenzarán a cobrar vidas humanas en el futuro.”
• Carl Whiteside, director adjunto del Colorado Bureau of Investigation, instó que cualquier investigación de las mutilaciones se rigiese por hechos científicos y no por “hipótesis personales”, advirtiendo: “No niego ni me opongo a la existencia de los OVNI, pero como representante de una agencia que ha pasado por esta situación, creo que lo mejor es limitar la investigación a los hechos. Además de eso, no sé qué decirles. Tienen una labor tremenda en sus manos”.

¿Qué significa todo esto? No solo tenemos que lidiar con el fenómeno de las mutilaciones, sino también con el hecho de que los secuestros ovni han aumentado en su frecuencia. La gente descubre lesiones, quemaduras y punzaduras en sus cuerpos tras los secuestros. Si tenemos que aceptar lo que ya existe en nuestros archivos, existen buenas razones para sospechar la existencia de algún tipo de experimentación biológica sobre humanos y animales en todo el mundo por seres desconocidos. Y si este no es el caso, alguien ha hecho un gran esfuerzo para que parezca ser así.

Sunday, December 23, 2012

Entrevista con John A. Keel por Peter Blum
















Entrevista con John A. Keel por Peter Blum
Revista Saga UFO Report (Noviembre 1977)
Traducción de Scott Corrales

John Keel es muy trabajador. Desde que abandonó su hogar a los 16 años para dirigirse a Nueva York, se mantuvo gracias a su don como escritor. Ha sido autor de numerosos artículos para revistas y se ha desempeñado como guionista de comedias por algunos años. En la actualidad dirige la revista “Pursuit” (La ciencia es la búsqueda de lo inexplicado) y de un boletín titulado”Anomaly – A Journal of Forteana”. EL Sr. Keel es también uno de los investigadores y autores más prolíficos dentro del tema de los ovnis.

Keel considera que ha entrevistado “miles y miles de personas” que alegan haber tenido avistamientos o experimentado contactos con los ovnis. Un listado parcial de sus obras incluye: Operation Trojan Horse, Our Haunted Planet, The Mothman Prophecies, y su obra más reciente, The Eighth Tower, fue publicada en enero de 1976. Comenzamos nuestra conversación preguntándole si no se cansaba de corretear por el campo entrevistando miles de personas que afirmaban haber visto ovnis, u hombrecitos verdes….


John Keel: Te cansas. Te juro que hace tiempo me cansé de escuchar amas de casa que describen luces que han visto en el cielo…algo que sucede muchísimo todo el tiempo. Es increíble. La gente que no le sigue la pista al asunto no conoce la abundancia [de los informes].

Peter Blum: ¿Consideras que ha ido en aumento en los últimos 20 años?

John Keel: Bueno, la divulgación ha mejorado considerablemente en los pasados 10 años, pero se ha mantenido al mismo nivel durante los últimos 100 años o más. Lo que pasa es que nos hemos fijado en los últimos años. Y en los últimos cinco u ocho años ha sido que la gente lo viene tomando en serio.

PB: Ese “aquello” que abordamos…hay que matizar, porque parece, a raíz de la lectura de tus libros, que parece que tratas de ponerlo en una perspectiva más amplia. Todo lo contrario de un “platillero loco” que se preocupa por la fenomenología del asunto: fulano vio una luz, zutano percibió un olor raro, etcétera.

JK: Sí. Ciertamente, es algo inevitable…comienzas a meterte en cuestiones filosóficas y otras cosas, como los fenómenos psíquicos. Estuve interesado en los fenómenos psíquicos mucho antes de los ovnis, y siempre pensé, como la mayoría de las personas, que los OVNIS eran extraterrestres, si es que existían del todo. Luego, al meterme de lleno en el tema, investigándolo a primera mano, me di cuenta que estaba investigando un fenómeno psíquico, aunque fuese una variante. Y por supuesto, la gente que cree en extraterrestres se molestó mucho con esa conclusión.

PB: Eres un hereje entre los herejes.

JK: Me han atacado, pero por suerte tuve mucha experiencia de antemano con los fenómenos psíquicos, y pude ver las similitudes entre los casos ovni y…dentro de unos seis meses de haberme metido en el tema, tuve que dejar a un lado la cuestión extraterrestre y seguir otro derrotero.

PB: Este espectro energético que has confeccionado en tu último libro (La octava torre) me parece interesante.

JK: He tratado de buscar una teoría general.

PB: ¿Cómo la teoría unificada de campo?

JK: Mientras más me meto en el asunto, más obvio parece que tienen una causa central. Ya sean ovnis o monstruos. Me interesan mucho los monstruos. Recibimos muchos informes sobre monstruos.

PB: De eso iba tu libro anterior, “Las profecías del hombre polilla”

JK: Sabes que en enero de este año vieron el equivalente del hombre polilla en Texas. Fueron muchas personas, incluyendo policías, los que vieron este pájaro gigante. También lo vieron algunos maestros que lo describieron como un pterodáctilo – un ser prehistórico. Ha causado furor en Texas. Sale en los titulares de prensa de todo el país. Los antecedente de esta criatura se remontan hace décadas entre los hispanos que viven en Texas, mayormente en comunidades aisladas…tienen poco contacto con la policía y afirman haber visto cosas desde hace 20, 30 años, y que la cosa ha atacado a los vecinos y todo eso.

PB: Algo que me vengo preguntando desde que leo sobre esto, porque mayormente te doy la razón, es que tanto los platillos como los seres peludos son formas creadas por la mente humana para distintas energías que operan en nuestro medio.

JK: Es demonología fundamental. En la demonología se puede manifestar casi cualquier cosa, si crees en ella lo suficiente. O aunque no creas, se puede producir en una atmosfera determinada.

PB: Y esto se aproxima al núcleo de lo que te iba a preguntar. Parece que alguna gente es más susceptible que otra a la hora de crear o percibir estas cosas.

JK: Bueno, al principio de mis investigaciones ovni, me quedé sorprendido al descubrir que la mayoría de los testigos presenciales de los ovnis era gente con dotes psíquicas muy elevadas. Podía detectarles a las millas. Posteriormente, descubrí que gente sin facultades psíquicas también podía ver estas malditas cosas.

PB: Así que dos personas pueden estar a un lado de la otra…

JK: Si están lo suficientemente cerca, entonces la persona sin dones paranormales lo puede ver. Y creo que es cuestión de auras, ¡si es que quieres hablar de auras! Creo que si te acercas a un psíquico…

PB: ¿Su “campo de creencia” te inunda?

JK: Bueno, sea lo que sea. Pero he estado con grupos de personas, y algunos de nosotros podíamos ver esta cosa que nos sobrevolaba, y los demás preguntaban:” ¿dónde, dónde? No veo nada...”

PB: Es como hipnotizar a alguien y decirles que no hay una silla frente a ellos. Siempre conseguirán desviar la vista y no ver la silla aunque la tengan en frente…y viceversa.

JK: Así que este componente psíquico es muy importante. Y en las pruebas, he tenido mucho trato con contactados – contactados de los ovnis – posiblemente más que ningún otro investigador en los EE.UU….y todos estos contactados era gente con facultades psíquicas latentes o activas. Cuando me sentaba con ellos para repasar la historia de sus vidas, me contaban incidente tras incidente en el que habían tenido una experiencia psíquica. Entonces, por supuesto, la experiencia ovni constituye tan solo otra experiencia psíquica. Naturalmente, los creyentes a ultranza en los extraterrestres no comulgan con esto. Parece existir un proceso selectivo, además. La gente no ve estas cosas por accidente…algunas personas parecen haber sido seleccionadas…

PB: Los elegidos…

JK: Sí…y esto tratando de averiguar el sistema mediante el cual se les elige, y no ha sido fácil. He intentado realizar estudios estadísticos sencillos. Por ejemplo, los católicos y judíos ven estas cosas muy pocas veces, pero si eres un católico no practicante, es decir, alguien que ha renunciado al catolicismo, eres más propenso a verlas. La gente con sangre nativoamericana es más propensa a verlas que aquellos sin esa ascendencia. O la gente de sangre gitana. Estos son los dos factores importantes que he descubierto. Así que si tienes un tatarabuelo que se casó con una chica india, eres más propenso a ver ovnis que aquellos sin ese factor en sus antecedentes. Naturalmente, esto es sumamente controvertido, y muchos de los “creyentes” en los ovnis están gritando a todo pulmón. Pero cuando van y revisan mis cifras, siempre encuentran que tengo la razón.

Hemos descubierto otros factores. Que los ovnis se manifiestan en ciertas épocas del año y hasta en determinados días. Aquí tengo algo que recibí por correo hace unos días de investigadores en Michigan u Ohio. Tomaron un montón de avistamientos del año 1897. En 1897 hubo una oleada tremenda en los Estados Unidos, y los periódicos contenían toda suerte de historias sobre aterrizajes y la naturaleza de estas cosas raras. Tomaron 49 de estos avistajes básicos y los calcularon según los días de la semana, descubriendo que el miércoles era el día más importante de las emana. Así que de 49 avistamientos, d deberías tener un promedio de siete al día – y creo que los miércoles tenían exactamente el doble. Así que este fenómeno del miércoles es muy interesante. Repasando los viejos textos de ocultismo, encontramos que la antigüedad la gente refería cosas que veían en el cielo, particularmente los miércoles y los sábados. Así que viene sucediendo desde siempre. Aunque no tengo ni idea de por qué tiene que ser el miércoles.

PB: Lo único que se me ocurre es que es la mitad de la semana.

JK: Cualquier estudio de esta naturaleza tiene que tener un pico. Hay un hombre llamado David Saunders en la Universidad de Colorado que ha alimentado 50,000 avistamientos en una computadora para someter esto a la prueba. Al comenzar pensó que eran tonterías mías, porque utilicé tan solo 700 casos en mi muestra. Y ahora, con 50,000 casos, ha llegado a la misma conclusión. Seguimos sin saber por qué. Además, el día 24 de cada mes, desde el 21 al 24 de cada mes. Hay investigadores que intentan elaborarlo con los ciclos lunares y todo eso. Naturalmente, en mese distintos, en años distintos, tienes distintas fases de la luna en momentos determinados. Así que es un rompecabezas.

PB: También es la cúspide – según la efeméride – cuando el sol parece cambiar de una constelación a otra, pero no es así, porque como tal vez sepas, la efemérides ya no reflejan fielmente lo que sucede en el cielo.

JK: Tenemos enormes oleadas [de ovnis] durante el solsticio de verano y de invierno. La oleada ovni de 1896, cuando realmente comenzó, tuvo lugar en la zona de Boston alrededor de las navidades, menguando poco después. También hemos tenido enormes oleadas en junio, alrededor del solsticio de verano comenzando el 23 y el 24.

PB: ¿Existen teorías?

JK: No, en absoluto. A menos que estén relacionadas de alguna forma con las manchas solares – y hay gente que investiga ese aspecto también. Naturalmente, esto también molesta a los creyentes, porque seguimos hallando explicaciones para algunos avistamientos. Y las explicaciones “mundanas” no son gratas para los “creyentes verdaderos”.

PB: ¿Dirías que la mayoría de la gente que se considera ufólogos desperdician su tiempo?

JK: Sí. Creo que sí. Creo que se está convirtiendo en un campo de estudio sumamente sofisticado, y no se trata de un estudio para los novatos. Hubo un momento que viejitas con zapatillas iban de un lado a otro entrevistando gente y haciendo preguntas de tal manera que obtenían las respuestas que deseaban obtener. Y ahora hay un grupo nutrido de científicos participando en el asunto. Algunos de ellos son muy buenos.






PB: Entonces, John, ¿cuál sería la meta, hablando grosso modo?

JK: Bueno, creo que es evidente que sin importar la naturaleza de estas cosas, han producido grandes cambios en nuestra forma de pensar. Directa e indirectamente. Muchos se han visto influenciados por el concepto de los extraterrestres. Muchos ciertamente han meditado sobre “cuestiones cósmicas” que no habían pensado antes. Así que el concepto extraterrestre no es malo, desde esta perspectiva. Pero hay un grupo de personas que son como “evangelistas”, yendo de un lado del país al otro, dictando conferencias, diciendo cosas como “Los hermanos vienen del espacio a salvarnos,” y no estoy de acuerdo con ello. No me sorprendería, sin embargo, que todo lo que ha sucedido en NASA se debe a los ovnis, y el interés por ellos. Y esta gran búsqueda de la vida extraterrestre a la que se ha comprometido la NASA pudo haber comenzado porque algunos de los titulares de la NASA fueron grandes aficionados de los ovnis en la década de los ’50.

PB: De vez en cuando escuchamos, junto con las narrativas de “los hermanos cósmicos que nos vienen a salvar”, el corolario de que han estado en contacto con las potencias mundiales con ofertas de paz, y que se les ha ignorado o rechazado. ¿Crees que hay algo de cierto en esto?

JK: No. Creo que de haber sucedido, nos hubiésemos enterado. Creo que tratarían de contactarnos como civilización. No se comunicarían con individuos.

PB: Así que nada de tácticas de “golpear y correr”.

JK: Al igual que si encontrásemos vida en Venus, no creo que buscaríamos un solo individuo con quien hablar, sino que daríamos nuestra presencia a conocer y entonces…

PB: …enviaríamos a los corredores de bienes inmuebles.

JK: Sí. O les lanzaríamos una bomba atómica. Pero esto lleva demasiado tiempo, y hay muchas sutilidades de por medio. Gran parte del fenómeno ovni parece ser el encubrimiento de otra cosa, al igual que muchas de las cosas que suceden en la demonología encubren otras cosas. Así que esto ha llevado a los religiosos, durante siglos, a creer que se nos manipula…por el diablo, por Dios, o lo que sea, y existen creencias parecidas en la ovnilogía. Hay una creencia arraigada en que algunos de los altos jerarcas vienen del espacio.

PB: Aliens. Bueno, son del “espacio” pero vienen de la tierra.

JK: Lo que pasa es que…como te digo, he hablado con muchos contactados…las entidades que entran en contacto con los humanos les dan profecías de su propio futuro y tratan de ayudarles, hasta que creen a pies juntillas en que dichas entidades proceden del sitio cuya procedencia han pregonado, y aceptarán cualquier cosa que les digan estos seres. Luego los seres comenzarán a darles propaganda: “Sabes que el Ministro de Defensa es uno de nosotros”, cosas por el estilo. Y naturalmente, se lo creen, ya que lo demás resulta ser cierto. Y así comienzan a circularse estas narraciones…

PB: Esto implicaría que el fin que persigue todo esto es lúdico.

JK: Un propósito malicioso. Una buena analogía sale en la Biblia, que nos advierte a cuidarnos de los embaucadores que pretenden representar potencias y principados, o lo que sea. La Biblia te advierte que debes resguardarte contra los ángeles disfrazados, y te advierte de los ángeles falsos. De cierto modo, estos seres son lo mismo. A menudo, un contacto se traga el cuento entero y acaba en apuros. Su esposa le abandona, pierde el trabajo, y a menudo acaba loco. Hay muchos casos de eso.

PB: ¿Has conocido personas que han atravesado una “fase psicótica” desatada por el contacto, y que hayan logrado sobreponerse a ella, siendo capaces de obtener perspectivas sobre ello?

JK: Algunos pocos lo han logrado. Uno de ellos es un hombre que se volvió muy famoso en la década de los ’50. Su nombre era Howard Menger, y era un pintor de letreros en Nueva Jersey. Afirmaba que estas cosas aterrizaban en su granja en Nueva Jersey, adquirió fama en la radio y la televisión, y salió en todos los periódicos. Después de varios años de pasar por dificultades horrendas, incluyendo la disolución de su matrimonio y la muerte de su hijo, que padecía de cáncer, descubrió que todo había sido un engaño, y retiró todo lo dicho. Pero es poco común que alguien haga eso. A menudo se van al extremo y ahí se quedan. También ha habido suicidas, y ha sido funesto. Sé que muchos añoran en secreto que los ovnis se comuniquen con ellos…y no es cosa de jugar.

PB: Sospecho que los contactados tenían esa añoranza, tal vez en secreto, o que no estaban conscientes de ello. O tal vez si no era directamente con los ovnis, algún sendero que les llevase a la fama y el poder.

JK: Bueno, tienes una situación casi análoga en la religión, cuando el fanático desea comunicarse directamente con Dios…y en cierto momento cree haberlo logrado. Oye voces, ve apariciones, y luego sucumbe al fanatismo total, lo que le arruina la vida. Dedica la vida a ello totalmente, sin importar la naturaleza de la causa. Algunos contactados ovni han hecho lo mismo. Creen plenamente en lo que le dicen sus sentidos, creen que han visto estas personas – es posible que hayan visto alguna clase de ser – y han recibido comunicaciones telepáticas que consideran sumamente importantes: que el Ministro de Defensa es un extraterrestre malvado, o lo que sea. Estos seres platilleros siempre se aprovechan de los miedos predominantes. En la década de los ’50 era la bomba atómica. Luego vinieron los mensajes sobre Vietnam durante la guerra vietnamesa. Si nos remontamos a 1897, descubrimos un gran número de aterrizajes, y en aquellos tiempos el gran tema era Cuba, y con el tiempo nos vimos luchando contra España por Cuba. Estos seres diseminaron muchos mensajes sobre Cuba, así que se trata del mismo viejo juego que se repite una y otra vez, como un disco rayado.

PB: Durante la etapa durante en la que se dieron numerosos casos de posesión demoniaca y cosas así, una de las teorías propuestas es que se trataba a menudo de energía sexual sublimada. Si estas enlazando la energía sexual con la energía psíquica, entonces muchas de las mujeres y chicas sexualmente reprimidas…aquello se manifestaba en esa forma. ¿Crees que existe alguna relación?

JK: Bueno, existen varios psiquiatras que están interesados en el tema de los ovnis y uno de los aspectos que les intriga es el de los contactados, y han buscado esto sin encontrar evidencia real de ello. Tenemos varios casos de índole sexual en los que la gente afirma haber sido llevados a bordo de platillos voladores, y si se trataba de mujeres, fueron violadas por los ovninautas, y si eran hombres, se vieron obligados a someterse a los deseos de una alienígena. Hay varios casos de este tipo que no han sido publicados. Acaba de salir un libro nuevo, escrito por Hanz Holzer, quien se ha topado con algunos casos de este…mira, tengo el libro aquí mismo…se llama “The Ufonauts” …y Hans cree en la hipótesis extraterrestre a ultranza. Ofrece varios casos sexuales en este libro. Así que están promocionando ese aspecto, y detesto ver eso, porque cuando la gente lee esas experiencias, comienza a padecer dichas experiencias, al igual que sucedió cuando fueron al cine y vieron “El Exorcista”, y comenzaron a creer que estaban poseídos.

PB: Hay tener cuidado con lo que introducimos en los medios masivos.

JK: Y tienes que analizar a esta gente con cuidado, para detectar semejantes influencias. Averigua lo que han leído y las películas que han visto. Gran parte de lo que consideran parte de sus experiencias realmente han surgido de su inconsciente de una forma u otra.

PB: ¿Nunca te has topado con el caso de alguien que ha recibido lo que clasificarías como una enseñanza verdaderamente profunda o significativa, o aprendizaje, o verdadera sabiduría, nada por el estilo?

JB: No. A menudo se trata de una filosofía pueril. Hay casos que han sido investigados por otros que parecen ser un poco más profundos de los que he investigado yo, pero han sucedido en América del Sur, o en Europa – en España o Francia. Se han producido varias cosas – entre ellos un caso que se producido en Francia por algunos años ya. Le sucedió a un hombre mayor que era un campesino humilde y de repente, comenzaba a discurrir sobre conceptos estilo Einstein. Hablaba de cosas que no pudo haber imaginado por sí mismo…tampoco sabe leer, así que, ¿de dónde vienen estos conceptos? Pero son ideas mucho más refinadas que lo ofrecido por los contactados estadounidenses. Siempre, en mis casos, he ido en pos del caso perfecto. Al principio consideré que si los ovnis son verdaderos, entonces no se requieren 10,000 casos. Basta con tener uno que tenga suficiente evidencia como para comprobar la cuestión entera. He recorrido 20 estados de la unión y hablado con sabrá Dios cuanta gente – miles de personas – y sigo sin encontrar un caso que sea lo suficientemente sustancial como para afirmar: “esto lo comprueba todo”. Creo que la USAF pasó por esto en los primeros tiempos, en los ’40 y ’50, con muchos de los militares afiliados al Proyecto Libro Azul, que era su unidad investigativa, y que creían en la hipótesis extraterrestre. Pero después de todas sus experiencias e investigaciones, cambiaron de parecer. Hay un hombre que trabaja con la NASA llamado Al Chop, creyente en los extraterrestres, afiliado la USA en aquellos tiempos. En 1966 me dijo: “Bueno, también creí en Papa Noel”. Estaba totalmente desilusionado con el tema.

PB: ¿Qué clase de trato recibes por el gobierno cuando te pones el contacto con ellos?

JK: Cooperación total. Se habla tanto de las conspiraciones del gobierno y todo eso, pero nunca me he topado con interferencia de ninguna clase, y si crees que van a callar a alguien, yo estaría entre los primeros. He esperado a que me sobornen o algo así, pero no he recibido una sola oferta. Puedo acercarme a la fuerza aérea, al Pentágono, pedirles cualquier cosa, y obtenerla. Me han invitado a ver instalaciones radaricas secretas…y cualquier cosa que les he pedido.

PB: ¿Lo que nos lleva a pensar aún más firmemente en que [los ovnis] no son una conjura del gobierno?

JK: No. De hecho, trabajé para el gobierno hace años y sé cómo funciona. No puedo darles crédito por haber sabido llevar una conspiración por 20-25 años. Es posible que pudiesen salirse con la suya por cuatro o cinco años…pero con el paso del tiempo, la gente se retira del programa y escriben libros. Mira lo que está pasando con la CIA. Es imposible guardar un secreto. Nixon trató de guardar sus secretos, y no puede ocultarse nada así – el secreto es demasiado grande para ocultarlo. Si los ovnis fuesen reales, y Washington los ignora, aterrizarían en Paris o en Londres. ¿Podemos acusar a todos los gobiernos del mundo de tomar parte en esta enorme conjura? Si es así, es lo único en que han podido trabajar conjuntamente en la historia.

PB: Un aspecto en el que te concentras es el seguimiento “cuasi-oficial” que reciben los avistajes y contactos, aparte de lo que pasa en el cielo. ¿Quieres hablar de eso un poco?

JK: Sí, los denominamos “hombres de negro”, porque a menudo visten trajes negros. Al comienzo, cuando me encontré con estos casos, creí que eran agentes del gobierno. Pero al profundizar en los casos, descubrí que era imposible que fuesen agentes. Por ejemplo, un granjero en Ohio me dijo que había visto algo aterrizar en su granja una noche. No llamó a la policía ni alertó a sus vecinos ni nadie…pero al día siguiente, un Cadillac negro se detuvo frente a su casa – y casi siempre prefieren Cadillacs negros – y salió un hombre vestido con uniforme de la USAF que le dijo que no hablara con nadie de lo que había visto la noche anterior. El granjero se puso furioso por el atrevimiento de que alguien le mandara a callarse, y mandó al sujeto a salir de su propiedad enseguida. Cuando describen a los uniformados de la USAF, los describen como asiáticos de estatura corta, que es la misma manera que se ha descrito a muchos ovninautas. Cuando ven aterrizar un ovni, o si sale algún tripulante, a menudo se trata de alguien de 5-5 ½ pies de estatura y de tipo asiático. Así que era obvio para mí, que estos tipos viajaban en Cadillacs y en platillos voladores. Lo reconstruí todo paso a paso, paulatinamente. Dos hombres recorrieron Long Island [Nueva York] en 1966-67 haciéndose pasar por oficiales de la USAF. Acudí directamente a la USAF con los nombres de estos hombres y todo, y realizamos una indagación de los nombres y números de matrícula de sus vehículos, pero nunca los identificamos No estaban con la fuerza aérea.

PB: En La Octava Torre hablas de tu intento cabal por encontrarte con ellos, o rastrearlos…

JK: Sí, algunas veces me los perdía por 10 minutos. Llegué 10 minutos después de que se habían ido.

PB: ¿Dirías que se trata de una manifestación del mismo fenómeno?

JK: Resulta difícil afirmarlo. Algunos de estos hombres parecían ser muy reales. Has oído hablar el Dr. Heinrich, el astrónomo que ahora vive en Chicago. Bueno, él también se ha encontrado con casos semejantes en sus investigaciones ovni. Y algunos parecen ser muy reales mientras que otros son fantasmales. Si son de verdad, me gustaría saber para quién trabajan, porque estoy convencido de que no trabajan para la CIA, la USAF o cualquiera de ellas. No veo cómo pueden disponer de la información que tienes a manos que la CIA sea responsable del fenómeno ovni, que tiene antecedentes demasiado largos para que eso sea posible. Pero como ya he dicho, rechacé el concepto extraterrestre y luego volví a los casos de Hombres de Negro, pensando: “nunca vas a atrapar un ovni, pero tal vez puedes atrapar a uno de estos sujetos”.

Tengo muchos amigos en distintos departamentos de policía en todo el país, y mi plan consistía en encarcelar a uno de estos personajes en alguna parte y averiguar exactamente qué eran, aunque me tomara tres meses lograrlo. Pero nunca pude hacerlo…parecen anticipar mis movimientos. Y eso es otro aspecto que me dejaba atónito. En una ocasión, llegué a un motel en Long Island que había seleccionado aleatoriamente. Comenzaba a oscurecer y pensé que lo prudente era buscar alojamiento. Al matricularme, me pidieron que escribiera mi nombre y luego me pidieron mi identificación, algo que no se acostumbra en los moteles. Y luego me entregaron una serie de mensajes. Alguien había estado llamando a la centralita y dejando mensajes sin sentido para John Keel. Esto les ha sucedido a otros. Le pasó a Brad Steiger, un conocido investigador de lo esotérico.

PB: Así que si tuvieses en tu propia psiquis, en tu propio componente psicológico, una tendencia hacia la paranoia, estas cosas te pueden llevar al extremo…

JK: Este es uno de los factores. Esta clase de paranoia ha destruido varios grupos de investigación ovni en todo el país. Después de cada oleada, ya sabes, se reúnen grupos de personas que dicen “¡vamos a formar un club ovni!” y se lanzan a investigar estas cosas, y en menos de nada acaban en rivalidades mortales. Comienzan a recibir llamadas telefónicas misteriosas y piensan: “Charlie me está haciendo una jugarreta” – y claro, no se trata de Charlie en absoluto. Mientras tanto, Charlie recibe la misma clase de llamada y piensa: “¡Por Dios! George me está haciendo una jugarreta” – y ambos dejan de hablarse. Luego suceden otras cosas terribles que realmente acaban con la dislocación del grupo, y con todos sus integrantes odiándose mutuamente. Lo mismo pasa con los grupos de “investigadores de asesinatos”, gente que investiga los asesinatos de John F. Kennedy y Bobby Kennedy por cuenta propia. Por eso pensé por mucho tiempo que la CIA era la responsable, pero ahora que sé más sobre la CIA, lo dudo mucho. Pueden ser responsables de algunas de estas cosas, pero no es posible que sea responsable de todas. Ciertamente no tiene sentido intervenir los teléfonos de ancianas y adolescentes, ni causar el hostigamiento de tantos ciudadanos que no han hecho nada para merecerlo. El FBI se ha interesado en estos casos y sus funcionarios parecen estar intrigados. En varias ocasiones me he topado con agentes del FBI, y parece que están verdaderamente preocupados por la situación.

PB: Los avistamientos en China y Japón -- ¿sabes algo sobre avistamientos ovni en las naciones asiáticas?

JK: Sí, hay grupos muy activos en Japón y mis libros se han publicado en japonés. Tengo contacto con personas en Japón y en Hong Kong. Existen grupos en ---

PB: ¿Acaso ven caucasianos de seis pies de alto salir de los platillos?

JK: No, la tendencia es ver seres de corta estatura, como sería de esperar. Al igual que en América del Sur – bueno, se ve de todo en América del Sur – pero los seres de corta estatura son los predominantes. El doctor Vallée tiene algunas teorías interesantes sobre ello.

PB: Pensé tal vez que se trataría de algún tipo de xenofobia, el temor a personas de otra cultura o país…ya sabes, si nuestra proyección es la de asiáticos diminutos…tal vez ellos verían…

JK: Howard Menger, mencionado antes, vio seres que eran equivalentes a los dioses griegos. Hasta llevaban corazas. La portezuela de la nave espacial se abrió y salió un dios griego de cabello dorado –algo así como los personajes en “The Day The Earth Stood Still”…Michael Rennie, una persona de ese tipo. Por lo general las descripciones son fidedignas…existe una semejanza, y son las facciones orientales.

PB: ¿Me pregunto si te sería posible resumir el concepto de esta realidad extradimensional que se combina o está entretejida con la nuestra?

JK: Nuevamente, se trata de un concepto antiquísimo en la religión y en el ocultismo. Parece ser que existe otro nivel de energía que puede coexistir con nosotros ahora mismo en el espacio que ocupamos en este momento, y que los seres en esa otra dimensión pueden pasar a la nuestras con cierta libertad, y son la causa de muchos de los informes sobre fantasmas, y otras cosas raras que han sucedido. Y de ser cierto, si es cierto que esas cosas vienen de ahí, entonces están más allá de nuestro alcance, tal vez para siempre. Significa que pueden jugar con nosotros cuando les plazca. Pero percibo esta “cuarta dimensión” no como un mundo sino como un estado de la energía, y que estas formas de energía son capaces de adoptar la forma que quieran en nuestro mundo. Es una idea muy antigua en nuestro mundo. He hablado con gente que recibido la visita de Abraham Lincoln, y juraron que se trataba de un ser físico. Hay gente que ha hablado con Jesucristo, que también era un ser físico. Y todos imparten el mismo mensaje, la misma filosofía – ya se trate de ovninautas, Cristo o Abraham Lincoln. No importa cuál sea tu marco de referencia. Por ejemplo he sido un entusiasta de la magia toda la vida, y de llegar a conocer uno de estos seres, seria Harry Houdini. No aceptaría ver un venusino ni Abraham Lincoln, pero si se personara Houdini, estaría encantado de hablar con él por varias horas. Si quieren comunicarse conmigo, esa sería la mejor forma de lograrlo.

PB: Parece estar conectado con lo que sabemos sobre el espectro electromagnético, un enlace de importancia, si pretendemos…

JK: Sí, muchas de esas cosas, muchas manifestaciones psíquicas, las conocemos ahora en términos del espectro electromagnético. Muchos de los testigos sufren quemaduras por la noche producidas por estos objetos. Han sido expuestos a rayos ultravioleta. A menudo estos objetos irradian calor, y eso es el infrarrojo. Producen efectos sobre los automóviles. Los detienen en seco. Sabemos que esto sucede con las ondas de muy baja frecuencia, y en las ondas de muy alta frecuencia, tenemos los rayos gamma y cosas parecidas, que pueden matarte. Tenemos un sinnúmero de casos en que personas han muerto poco después de haber visto un platillo volador. Han recibido quemaduras graves; otros han muerto de leucemia dos días después. Por lo normal, la leucemia requiere meses o años para matarte, pero en estos casos, gente que estaba perfectamente saludable el día que vieron el ovni sufrieron la leucemia al día siguiente y murieron a los tres días. Y los doctores se quedan estupefactos. Así que todos estos objetos despiden estas energías de distintos niveles del espectro electromagnético. A menudo se les ve cambiar colores, indicando que pasan del espectro visible al ultravioleta o infrarrojo.

Saturday, December 22, 2012

Alta Extrañeza: Descifrando los códigos ovni
















Alta Extrañeza: Descifrando los “códigos ovni”
Por Bruce Sonders – Revista SAGA UFO Report (Agosto 1976)
(Traducción de Scott Corrales)

¿Sera posible que los ovnis, mediante la transmisión de números aparentemente sin sentido, consideran que la humanidad es suficientemente lista como para recibir comunicaciones mediante las matemáticas, el lenguaje universal?

Ivan McConnell conducía a lo largo de la carretera Aylwin a una milla el este de Kazabazua, Quebec (Canadá) el 10 de octubre de 1969 cuando detectó un objeto blanco y troncocónico sobre su automóvil. El ovni, según declaraciones posteriores de McConnell, estaba a unos 200 pies sobre la tierra y tenía dimensiones de 8 pies de diámetro. No emitía sonido alguno y se desplazaba “a una velocidad prodigiosa”.
Estos detalles pudieron haber tenido su origen en cualquier avistamiento ovni, pero McConnell agregó un dato extraordinario: el objeto tenía un emblema en su costado. “Parecía tener la figura de un esqueleto. De hecho, pude ver lo que parecían ser un cráneo y huesos cruzados”.

Dicho de otra manera, el OVNI presentaba el “Jolly Roger”, la tradicional bandera de los piratas, que no guardaban respeto alguno por las aguas soberanas, y al parecer, tampoco los cielos.

El 15 de mayo de 1963, el astronauta Gordon Cooper realizaba su cuarta orbita de la tierra, pasando sobre Hawái en la capsula Faith 7. En dicho punto, la transmisión de la voz de Cooper se vio sustituida por la de alguien que “gritaba en una lengua desconocida” en el canal reservado para los vuelos tripulados de la NASA. La NASA grabó la transmisión, pero según la información disponible, nunca se pudo identificar su procedencia ni traducir el mensaje.

A eso de las 10:30 p.m. el 2 de abril de 1971, Morris Heflin observó una luz parpadeante en el cielo al viajar a lo largo del Crosstown Expressway de la ciudad de Oklahoma City. Se acercaba a la salida de la calle May cuando vio dos o tres destellos brillantes, y luego un haz de luz que se proyectaba sobre la carretera.
Aunque estaba prohibido detenerse en la carretera salvo por cuestiones de emergencia, Heflin se estacionó en la cuneta. Intrigado por la fuente de la misteriosa luz, el testigo pudo ver un objeto metálico y redondo con forma de platillo que dirigía un haz de luz contra el suelo, como si estuviese buscando algo.

Con base a la velocidad de los automóviles que se desplazaban por la autopista, estimó que el ovni se movía a 60 millas por hora. Heflin consideró que su altura estaba a unos 300 pies al norte de la carretera. De las claraboyas cuadradas provenía una luz verde, y lo mismo de dos ventanillas circulares más chicas. Heflin aseveró no haber podido ver el interior del objeto, pero pudo ver lo que parecían ser números de matrícula a lo largo de fondo curveado del fuselaje. “Llegué a ver los números 1X=1478 en estarcidos negros de gran tamaño”.

EL ovni se desplazó a lo largo de la autopista, explorando la oscuridad con su haz de luz, antes de perderse de vista 10 minutos después.

Cuando comunicó su avistaje a la policía, estos le dijeron que “seguramente había visto un helicóptero” pero esta respuesta no convenció a Heflin, ya que había visto helicópteros en el pasado, pero ninguno de ellos había tenido la forma de un platillo, ni capaz de moverse en el aire sin hacer ruido.

La sorpresa de Heflin no pudo haber sido mayor cuando el 8 de mayo de 1971, a eso de las 2:45 a.m., pudo ver el “1X-1478” de Nuevo mientras que viajaba a lo largo de la calle 15 SW, cruzando el Puente North Canadian River. El objeto apuntaba su ya conocido haz de luz hacia un grupo de árboles a 100 pies al sur del Puente. Heflin se estacionó y caminó hasta la mitad del Puente para poder ver el objeto mejor. En esta ocasión, estaba a menor altura, justo por debajo de las copas de los árboles. El objeto se cernía sin moverse y las claraboyas no estaban iluminadas, pero la luz verde revelaba los mismos grandes números negros: 1x-1478.

Heflin contempló el aparato mientras que se cernía sobre la ribera este del rio, apuntando su proyecto sobre sus aguas por unos cinco minutos. El hombre comenzaba a sentirse incómodo. Esta vez volvió directamente a su hogar y se comunicó por teléfono con Kietha Fish, directora del Kansas Oklahoma Newsletter. La Sra. Fish convino en reunirse con Heflin al día siguiente, acompañada por su hija, la Sra. Kietha Hewes.
“El Sr. Heflin nos mostró el lugar desde donde había presenciado el ovni y el punto explorado por el haz de luz del aparato,” escribió la Sra. Fish en su informe para el Newsletter. “Caminamos hasta el punto donde había brillado la luz y encontramos que el suelo estaba sumamente duro, mucho más seco que el resto de la tierra en la región”.

“Las cortezas de los árboles estaban chamuscadas, aunque no tenían olor a quemado. Lianas secas colgaban de las ramas, pero sin estar quemadas. El suelo estaba cubierto por lo que parecían ser cenizas, pero sin señal alguna de fuego en la zona”.
Imaginar una nave de “allá afuera” llegando a nuestro mundo con emblemas piratas o números de matrícula suena a fantasía. De hecho, lo primero que sugieren dichos emblemas es que las naves son de procedencia terrestre y que son “modelos de prueba” de la Fuerza Aérea, la CIA o alguna potencia extranjera. Pero ahora, la asociación de símbolos y números con los ovnis parece ir en aumento. He recibido informes que manifiestan que los tripulantes de los ovnis parecen ostentar números en sus pechos o sus hombros, en algunos casos.

Algunos hombres y mujeres que afirman estar en contacto con las inteligencias detrás del fenómeno dicen haber recibido códigos numéricos que, de poder ser descifrados, serian una fuente de grandes conocimientos para los terrícolas.
¿Sera posible que los ovnis, mediante la transmisión de números aparentemente sin sentido, consideran que la humanidad es suficientemente lista como para recibir comunicaciones mediante las matemáticas, el lenguaje universal?

Tomemos en cuenta el siguiente caso que fue comunicado a mi despacho en octubre de 1971. Una joven a quien llamaremos Sally estaba preparando el presupuesto para la expansión de sus perreras en una granja del noreste de Iowa (EEUU) cuando repentinamente escuchó una fuerte voz masculina que gritaba: “56…24…83”.
Intrigada por la extraña interrupción, Sally se asomó a ver quién era, pero sin ver a nadie, aunque los perros en las perreras habían comenzado a ladrar. “44…56…38.”
Salió a la veranda a dar un vistazo, y luego miró hacia los pastizales. No había nadie.

“55…89…75”.

Los perros comenzaban a dar señas de nerviosismo extremo y angustia. Determinada a localizar la fuente de los números pregonados, Sally caminó hacia el tope de una colina que le daba una visión libre de obstrucciones de todos los campos y pastizales circundantes. Las voces – que eran dos, por lo menos – parecían estar cerca. No estaban siendo transportadas por el viento desde algún punto lejano.

A lo largo del día, las voces repitieron sus números sin sentido en determinados intervalos. El misterio dejó a Sally totalmente perpleja. Cuando su marido volvió a la casa, le ofreció la muy lógica explicación de que había escuchado las voces de agrimensores que realizaban su trabajo. Sally tuvo que conceder que los “agrimensores” representaban una solución muy agradable y racional. Pero con el paso del tiempo, comenzó a preguntarse si las voces guardaban alguna relación con los ovnis que había visto en noches anteriores, volando a baja altura.

Tuvo que conceder que no existía evidencia concreta que respaldara su teoría, pero tampoco existían pruebas fehacientes que corroboraran la existencia de los agrimensores que mencionaba su marido. No había visto a nadie cerca de la casa de granja, y se había desplazado una corta distancia para poder ver mejor, sin haber visto granjeros ni trabajadores de ninguna clase en las inmediaciones.
En su libro “Las profecías del hombre polilla” (The Mothman Prophecies), John A. Keel cuenta la historia de un hombre en el suroeste de EE.UU. que fue despertado varias noches seguidas por el sonido de una fuerte voz masculina que le exigía: “¡Despiértate, número 491!” Una mujer en Ohio escuchaba una voz que le decía que ella era el número “873”.

“¿Será que llevamos un número tatuado en el cerebro?” se preguntaba Keel. “Es inverosímil, puesto que somos tres mil millones de personas y alguien debe ostentar el número 2, 834,689,357. Pero todos los números que han llegado a mi conocimiento son de dos o tres cifras nada más”.

Una comunicación personal del Sr. D.A.K. que vive en Wallyford, Pennsylvania, narra el “sueño raro” que tuvo en el que la voz de una niña desencarnada le decía que, aunque nunca llegarían a conocerse, tenía un mensaje que impartirle: “4628.077”.
Mi corresponsal pasó a decir que la voz de la jovencita le era familiar, como si la hubiese conocido de toda la vida, a pesar de lo afirmado por ella. “Nunca he olvidado ni el número ni el sueño. Me infundió una sensación de gozo y estimulación que resulta difícil de explicar”. Pasó a explicar que su sueño describía un método para hacer contacto con los tripulantes de los ovnis.

El 20 de enero de 1972 recibí lo siguiente de T.M.C. de Winston-Salem, Carolina del Norte: “Mi amigo E.W.y yo escuchábamos la radio por la noche cuando de repente comenzó a producirse una claridad afuera de mi ventana. El sonido de la radio quedó distorsionado por una interferencia muy extraña. Al mirar por la ventana, vimos un disco muy pequeño, de unos tres pies en diámetro. Ambos llegamos a escuchar una voz clara y reconocible, de acento pronunciado, que pregonaba los siguientes números y que mi amigo llego a escribir: “1,976…4,481…3,032…7,625…6,234…2,637…3,801…1,809…1,591”.

“Había una pausa muy marcada entre cada serie de números. Todo se produjo en un lapso de tiempo de 1 minuto, tal vez. Nos daba miedo confesar lo que habíamos visto y escuchado, así que no lo comunicamos a las autoridades por temor a la publicidad”.
Cuando reproduje la carta de T.M.C. en un boletín que publicamos, T.P., vecino de Excelsior, Missouri (EE.UU) nos escribió para decir que el pequeño objeto pudo haber sido un dispositivo robot con una computadora altamente desarrollada que había sido enviada desde una “nave nodriza” para recaudar información sobre la tierra. Según T.P. los números escuchados por los dos hombres en Winston-Salem pudieron haber sido coordenadas cartográficas, incluyendo “altura, longitud y latitud, en ese orden. Suponiendo que T.M.C. haya estimado correctamente la altura del ovni, entonces el número 1,976, por su bajo valor numérico, puede representar unidades de medida desde el nivel del mar. El numero 4,481 puede representar los grados y minutos de las coordenadas de un mapa. La longitud primordial es al este de Winston-Salem, equivalente a nuestros 80 grados oeste. La cifra 3,032 equivaldria a nuestros 36 grados norte”.

“De ser así”, prosigue T.M.C., “entonces las otras coordenadas, serian 100 grados oeste, 26 grados norte, u oeste, de Linares, Nuevo León, México en la Sierra Madre (7,625; 6,235; 2,537). El tercer juego de coordenadas estaría al este de Barbados, o 50 grados oeste, 15 grados norte, sobre el Océano Atlántico (3,801; 1,809; 1,591).”
El investigador Lucius Farish me envió tres números atrasados de la revista FATE para localizar pruebas adicionales sobre el “juego de números” de los ovni. La primera de estas referencias (“The Number from Luna Earth” por G.D. Kaye) narraba las experiencias de un vendedor de coches de segunda mano cuyo disfrute de la radio se vio interrumpido por una voz metálica que repetía “El número de luna tierra – amarillo, azul, oro, marrón, pardo, azul y verde oscuro”. Fueron varios los que escucharon la extraña voz que repetía los números sin sentido. El director del Jackson Herald describió los sonidos como un “ark, ark, ark metálico”.

Una carta de seguimiento en otro número de la revista FATE sugería la posibilidad de que alguien hacía uso de transmisores desautorizados para transmitir un número telefónico secreto. Según el corresponsal Roger Lent:

“En el código de colores normalizado de la RTMA (Radio Television Manufacturers Association) los colores negro, pardo, rojo, naranja, amarillo, verde, azul, violeta, gris y blanco representan los números 0, 1,2,3,4,5,6,7,8 y 9 respectivamente. El color oro se utiliza en el tercer lugar en ciertas ocasiones, para multiplicar el número anterior por 1…”

El 24 de marzo de 1961, a las 8:00 a.m., la Sra. Sherman P. telefoneó a su vecina, la Sra. Daisy S., para preguntar por su salud. Justo cuando comenzaba su conversación, la línea se cortó como si se hubiese perdido la corriente, y la voz de un hombre surgió de la nada, diciendo: “Wake up down there!” (¡Despiertense allá abajo!).
La voz comenzó a hablar en español, pero después de decir “Sí, señor” tres veces consecutivas, guardó silencio cuando la Sra P. le pidió que se callara. La línea telefónica se reactivó y las mujeres pudieron reanudar su intercambio. Ambas se maravillaron ante el inusitado incidente.

El 25 de marzo, también a las 8:00 a.m., las mujeres sostuvieron otra comunicación telefónica cuando la misma voz repitió: “Wake up down there!” (¡Despiertense allá abajo!). Esta vez, ninguna de las mujeres dijo nada mientras que escuchaban el sonido: “25…25…25”.

Repentinamente, la Sra. P. declaró: “El número 25 al habla.”

La voz repuso: “Sí señor, Sí señor”.

Otra pausa. Luego los números: “25…25…25…40…40…40.”

La secuencia numérica estuvo seguida por varias oraciones en español, pronunciadas a un ritmo normal (aunque ninguna de las mujeres hablaba dicho idioma). Lo último que llegaron a escuchar fue la palabra “Señorita.”

La línea telefónica se normalizó y ambas mujeres comentaron el incidente, considerando que nadie en su comunidad (Prospect, Oregon) hablaba castellano. Ninguna de las mujeres llegó a asociar los números con nada que les fuese familiar.