Thursday, June 30, 2011

Una Entrevista en la Revista Argosy, 1976


Una Entrevista en la Revista Argosy, 1976

Me pregunto a veces si existe otra disciplina en la que resulta necesario “reinventar la rueda”, como suele decirse, debido a la amnesia total que abarca a los interesados en el tema de los ovnis y lo paranormal en general. Se nos olvidan las conclusiones alcanzadas, los argumentos que ya se han esgrimido, los hallazgos que se dieron por falsos y un sinfín de cosas más. El desaparecido John A. Keel insistía que la comunidad ovni no eran más que unas 5000 o 6000 personas que se iban turnando, con sangre nueva reemplazando a los que se daban de baja del tema por desilusión, hostigamiento o frustración. Los nuevos reclutas del misterio no tenían ni idea de los debates que se habían dado antes de su interés por el tema.

Hace más de treinta años, la revista Argosy – respetada en el campo de la investigación ovnilógica de aquella época – publicaba una entrevista con el autor Brad Steiger sobre el tema ovni que debería ser de lectura obligatoria para los interesados en el tema en esta segunda década del siglo XXI. Así que la máquina del tiempo vuelve a 1976 para darnos la entrevista que le hiciera David Graham a Steiger:

A Case for New UFO Sightings
By Glenn McWane and David Graham
(Traducción de Scott Corrales)

David Graham: Brad, has estado investigando y escribiendo sobre OVNIS durante varios años, y mientras que tus libros y artículos han permanecido a nivel objetivo, estoy seguro que has formado tus propias opiniones sobre este asunto misterioso.

Brad Steiger: Pues sí, Dave. Resultaría imposible ser objetivo al grado que uno no puede sacar sus propias conclusiones:

DG: Muy bien. A qué atribuyes el repentino aumento en actividad OVNI? Me refiero a la oleada que hemos tenido desde octubre.

BS: En primer lugar, Dave, no hay ningún aumento repentino en actividad OVNI. El fenómeno OVNI se ha mantenido estable por muchos años. Aunque bien es cierto que la oleada actual es la que más publicidad ha recibido desde 1966. Pero los ovnis no se han ausentado del escenario para nada.

DG: Es cierto. Estoy seguro que nuestros expedientes aquí en “Other Dimensions” lo corroborarían. Que crees que ha causado el letargo por parte de los servicios de cable, radio y televisión de nuestro país en fechas recientes?

BS: Como sabes, Dave, la prensa de los pueblos pequeños lleva un buen control de la actividad OVNI, y claro, publicaciones como National Enquirer, Saga, y Male incluyen artículos adicionales y noticias de actividad platillera, pero los servicios de cable atravesaron un período de inactividad. Es muy posible que hayan interpretado el informe sobre los OVNI de la Fuerza Aérea y la Universidad de Colorado en 1968 como prueba de que el fenómeno no representa amenaza alguna al gobierno, que no hay forma de sacarle dinero, y que sencillamente deben ignorar los miles de informes presentados por sus agencias noticiosas.

DG: A propósito del Informe Condon, ¿no fue Condon quien dijo que cualquier maestro de ciencias que hablara de ovnis debería recibir azotes?

BS: Ese mismo. Lo investigadores OVNI siempre han ocupado el papel de locos, desquiciados y maniáticos. Ahora, después de Condon, se les hizo sentir que sus actividades minaban la moral, la salud mental y el bienestar social de toda la nación.

DG: Este libro comenzó con el informe OVNI basado en las afirmaciones de dos pescadores de Misisipí que supuestamente fueron llevados a bordo de un platillo volador. ¿Crees que decían la verdad?

BS: Dave, tu trabajaste en la industria de la música country por algún tiempo, y seguramente recuerdas el tema “What is Truth?” de Johnny Cash. Te puedo contestar diciéndote que estos hombres contaron la verdad según la entendían. Sus experiencias, después de todo, no son únicas en los expedientes del ovnilogía, puesto que se conocen casos de personas que afirman haber subido a naves espaciales y haber recibido reconocimientos médicos de una forma u otra. Muchos lectores se acordarán del caso de Betty y Barney Hill, el caso de Antonio Villas Boas y otros. Pero los que hemos pasado años investigando el tema conocemos muchas otros que nunca llegaron a primera plana.

DG: Crees que pasa algo que va más allá de las alucinaciones y la imaginación?

BS: Sí, y tengo que decir que se realiza alguna clase de interacción con una inteligencia desconocida. He escuchado a demasiados hombres cuerdos y sobrios relatar experiencias de esta clase. Hombres y mujeres que no tienen nada que ganar con estas narraciones, y en ciertos casos, tienen mucho que perder. Si, alguna fuerza externa o inteligencia ha interactuado con esta gente para aprender más sobre ellos, o para comunicarle ciertos conceptos al homo sapiens.

DG: ¿Cómo pueden los investigadores verificar las afirmaciones de personas que dicen haber subido a una nave espacial o haber hecho contacto con los ovninautas?

BS: Los detectores de mentiras y la hipnosis son generalmente validos, pero tenemos que comprender que hay formas de eludir una prueba de detección de mentiras si se tiene el temple. La hipnosis tampoco es infalible. Tu mismo sabes que uno de los problemas de la hipnosis es que la persona sometida al proceso a menudo trata de complacer al hipnólogo, dándole las respuestas que inconscientemente piensa que se esperan de él o ella. No, no existen métodos infalibles de determinar la verdad, pero el detector de mentiras y la hipnosis son posiblemente los más exactos en este momento.

DG: Pero Brad, ¿que hay de los fraudes descarados?

BS: Bien. Supongamos que el incidente de la tripulación de ovninautas que examinó a los pescadores de Misisipí era una fraude, aunque NO un fraude urdido por los dos hombres. Lo que quiero decir es que pudo haber sido un fraude creado por los seres a bordo del OVNI. O mejor aún, supongamos que el OVNI en sí es la inteligencia que tiene la habilidad de influenciar la mente telepáticamente y proyectar lo que parecen ser imágenes tridimensionales a los testigos de la actividad OVNI. En otras palabras, no hay naves espaciales, no hay ovninautas, solo hay esferas de inteligencia pura que permiten que cada testigo percibe en la forma que le sea más aceptable.

DG: ¿Explicaría eso la variedad de descripciones que ofrecen las distintas personas?

BS: Ciertamente. Tal vez sea por eso que algunos testigos afirman haber tenido confrontaciones con “hermanos del espacio” de larga cabellera y otros hablan de monstruos de ojos desorbitados o pequeños astronautas. Tal vez todo depende de las ideas previas que tenga el testigo sobre la vida extraterrestre. Como puedes ver Dave, tiene que haber una imagen tridimensional con la que el testigo se pueda relacionar. ¿Cuantas personas conoces que se relacionarían con una burbuja brillante de inteligencia pura?

DG: Seguro que no hay muchas, Brad. Si los ovninautas son físicos o pura inteligencia, como has propuesto, existe sin duda una montaña de evidencia que sugiere que algo o alguien establece contacto con personas aquí en la Tierra. ¿Pero que interés tendrían estas inteligencias en nosotros?

BS: Esta pregunta parece obvia, pero contestarla puede ser muy difícil. Podrá tener ramificaciones sutiles y espeluznantes. Estoy convencido de que existe una especie de relación simbiótica entre los ovnis y la humanidad que opera a cierto nivel de conciencia. Creo que ellos nos necesitan tanto como nosotros los necesitamos a ellos. El misterio es por qué existe esta necesidad mutua, y el papel que jugamos nosotros en lo que yo he denominado el juego de la realidad. Verás, soy de la opinión que los ovnis provienen de otro nivel del tiempo-espacio y no son extraterrestres del todo. Podrá ser un juicio prematuro de mi parte, pero lo que quiero decir es que – en mi opinión – las inteligencias de otro tiempo-espacio, o fuentes extraterrestres, de vez en cuando intervienen en nuestro concepto estándar de la realidad, y tal vez se consideran a sí mismos como nuestros compañeros, guardianes o hasta nuestro pastores.

DG: Compañeros o guardianes tal vez, pero ¿nuestros pastores?

BS: Sí, existe esa posibilidad. Para abundar sobre el motivo por el cual estos seres tienen un interés en la humanidad, considera estos tres puntos:
1) Como nuestros compañeros, coexisten aquí con nosotros y están naturalmente interesados en el quehacer humano;
2) Como nuestros guardianes, quieren protegernos y vigilarnos;
3) Como nuestros pastores, quieren revisar el rebaño para ver cuales están listos para el progreso, para la graduación o – Dios no lo quiera – para llevar al mercado.

Es tétrico pensar que somos propiedad de algo, como dijo Charles Fort. En este momento en el tiempo-espacio, sabemos muy poco de este gran misterio.

DG: La tercera alternativa es alucinante y aterradora, por supuesto. ¿Estás de acuerdo con el estimado de que el noventa por ciento de los OVNIS pueden explicarse como fenómenos naturales o aparatos científicos como sondas meteorológicas, aviones y así por el estilo?

BS: Sospecho que más del noventa por ciento pueda explicarse así. Lo que he observado sobre los objetos que he considerado como OVNIS era que los objetos no vinieron de ninguna parte, sino que repentinamente estaban ahí. Como recordarás, Dave, cuando tú, Glenn McWane – tu coautor y mi compañero de investigación de muchos años – y yo investigábamos el fenómeno de los círculos quemados en los sembradíos, se nos dijo que las manifestaciones de ovnis sobre una granja en particular eran tan comunes y regulares que los granjeros podían sincronizar sus relojes. Se nos dijo que volviésemos a cierta hora esa noche para comprobarlo. Y volvimos. Vimos que los ovnis eran muy puntuales. Ahora bien, lo interesante es que tan solo minutos antes de la aparición del primer OVNI, pudimos ver un avión de correos que se desplazaba por el cielo nocturno. Lo que quiero decir es que el avión vino de algún punto discernible en el tiempo-espacio, y fuimos capaces de observarlo a la par que salía de nuestro campo visual. Por otro lado, el OVNI, sencillamente apareció en el cielo nocturno desde algún punto afuera de nuestro campo visual. ¡Sencillamente estaba ahí! Se desplazaba a buena velocidad a cierta distancia en el cielo antes de desaparecer. Parecía como algo que entraba y salía del cielo por puertas invisibles. En cuestión de minutos apareció otro OVNI de la misma forma, pero este progresaba por todo el cielo a una velocidad tres veces mayor que la de un avión a chorro, según mis estimaciones.

DG: Pues bien, Brad, suponiendo que son naves alienígenas físicas que observan la Tierra, ¿de qué planeta vienen, o podrían ser de distintos planetas?

BS: Los astrónomos y científicos que se supone estén enterados de tales cosas dicen que hay 250 mil millones de soles en nuestra Vía Láctea. Además de esa cifra apabullante en nuestra propia galaxia, se nos dice que hay miles de millones de galaxias en el universo, cada una con su cantidad potencial de 250 mil millones de estrellas. Luego pasan a decirnos que la mitad de esas estrellas deben tener planetas a la distancia correcta de su sol para crear y sostener la vida biológica. Decir que no puede haber vida alienígena avanzada en alguno de esos millones de planetas sería el colmo de la arrogancia del homo sapiens. Decir que la Tierra genera tanto tránsito intergaláctico de otros mundos y otras galaxias también abusa de las leyes de la coincidencia. Por eso pienso que las cosas que denominamos ovnis son inteligencias de otras dimensiones que comparten nuestro terruño y que han estado con nosotros desde el Año Uno – y antes de eso.

DG: Suponiendo que existen seres de otras dimensiones o planetas, ¿cuándo piensan entablar un contacto serio con nosotros?

BS: Esto es, para mí, uno de los argumentos más grandes contra el origen de los OVNI como seres inteligentes de otro planeta en nuestro sistema solar o planetas en otra galaxia. Existen hipótesis que sugieren que son tan adelantados que no pueden comunicarse con nosotros, que no pueden interferir con nuestra evolución, que tienen que ajustarse a nuestra atmósfera y así por el estilo. Pero creo que si estos objetos fuesen, en verdad, naves de otro mundo que transportan vida mas o menos parecida a la nuestra, efectivamente aterrizarían y pedirían que “los llevásemos a nuestro líder”. Cada año, los avistamientos “duros” ascienden a miles. Es difícil pensar que uno de millones de planetas que albergan vida inteligente finalmente haga contacto con otros seres inteligentes de otro mundo (la Tierra) y se conformen con dar vueltas sobre nuestras cabezas en lo que sería una enorme escuadrilla. Por supuesto, podemos fantasear de lo lindo con un sinnúmero de imaginaciones sombrías dignas de la ciencia-ficción sobre la forma en que esparcirán enfermedades para enfermarnos a todos, y aguardando a que estemos muertos.

En mi opinión, los OVNIS que vemos son nuestro vecinos de otro plano de existencia. Creo que se contactaron con nosotros hace milenios. En alguna época prehistórica se les consideró dioses o hijos de los dioses. En la época bíblica tal vez se les haya denominado ángeles o mensajeros de Dios. En el medioevo, nuestro ancestros culturales tal vez los hayan considerado ángeles o demonios, según el testigo – recordemos que esta era una época que se concentraba en los sufrimientos y tentaciones del hombre en este valle de lágrimas.

A lo largo de la historia, en otras partes del mundo, han aparecido como maestros e instructores y guías sobrenaturales.

En nuestra época, tal vez se le haga difícil al testigo promedio aceptar la existencia de ángeles alados, pero aceptará las manifestaciones de hermanos del cosmos en trajes brillosos. El televisor en su salón le asegura que los astronautas verdaderamente existen. Si podemos llegar a la luna – razona el contactado – por qué no pudo haber venido de Alfa Centauri este bello hermano del cosmos? Así que creo que las inteligencias de los ovnis se han contactado con nosotros de formas muy sutiles durante siglos. Pero no podemos entender su juego, aunque creo que muchos investigadores han obtenido pistas valiosas, y eso es en gran medida lo explico en mi libro Mysteries from Time and Space.

[...]

En este momento desconocemos toda la verdad acerca de la misteriosa actividad de los platillos volantes, que bien pudo haber tenido su comienzo en la prehistoria. Pero parece que las cosas ocurren con más rapidez ahora, con cada vez más OVNIS avistados por más gente a diario. Bien puede ser que salgan a luz verdades al paso que entramos en lo que muchos denominan la Nueva Era, la tan alabada Era de Acuario.

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