Friday, November 26, 2010

Por si les interesa: El enigma de “Mothman”
















Por si les interesa: El enigma de “Mothman”
Por Richard D. Siefried, MUFON Ohio
Traducción de S. Corrales

A comienzos de 1980, la Liga de Investigadores Ovni (UFO Investigators League) de Charlie Wilhem celebró una conferencia importante en un espacioso motel de la ciudad de Cincinnati. Se le exigía a los participantes matricularse y proporcionar nombre y apellido, así como la afiliación a cualquier organización que representasen, si había.

Durante la última noche del congreso, que cayó en un sábado, un grupo nuestro de Dayton regresaba de cenar. El hombre encargado de la matriculación se acercó a nosotros para decir que dos hombres se habían negado a firmar sus nombres y la organización que representaban. Se me pidió que me sentase cerca de ellos para ver si podía averiguar algo sobre sus identidades.

Elegí un asiento en la fila detrás de los sospechosos, un asiento a la derecha. Desde ese punto, me era posible observar gran parte de lo que hacían. Uno de los hombres, a quien tomé por líder, mediaba los cuarenta años de edad. El otro aparentaba treinta. Ambos estaban en muy buenas condiciones físicas. Vestían trajes oscuros y conservadores y estaban bien cuidados. Sin embargo, parecían llevar calzado de gala de la Fuerza Aérea.

El mayor sacó una pequeña libreta de argollas y comenzó a hacer apuntes. El contenido de la libreta era precioso, con mapas, cartas, y comentarios escritos en lápices de distintos colores. Al ver que yo le miraba, hizo algo notable. Viró la cabeza y cambió el lápiz a la mano izquierda, y siguió escribiendo.

Cuando susurraban entre ellos, se tapaban las bocas con la mano.

Cada uno de los conferenciantes de la tarde tenía un tema distinto, todos ellos relacionados con los ovnis. Los dos hombres se mofaban y ridiculizaban el tema, informando a los presentes a su alrededor que pensaban que los temas eran una estupidez.

Uno de los últimos conferenciantes era Ron Schaffner, de Ohio, y su tema era el hombre polilla (“Mothman”), la mítica figura vista en la región donde el puente Silver Bridge se derrumbó en las aguas del Ohio en Point Pleasant, Virginia Occidental, el 15 de diciembre de 1967.

La conducta de ambos hombres cambió enseguida. El hombre más joven abrió su chaqueta para que la gente no pudiese ver lo que estaba haciendo, pero yo sí le vi.

El mayor de los dos sacó una cámara diminuta, atornillando una lente telescópica pequeña y angosta al cuerpo de la cámara. Cada vez que Ron mostraba una diapositiva, ellos la retrataban. También tomaron apuntes. En ese momento me di cuenta que el Mothman representaba un verdadero enigma. Ellos habían visto algo que ajustaba a su descripción, y que la historia era real.

Al finalizar el congreso, entre cinco y seis de los que veníamos desde Dayton nos reíamos al caminar por el pasillo que llevaba al estacionamiento. Nos dimos cuenta que los dos hombres nos llevaban la delantera por unos cincuenta pies de distancia.

Se voltearon, nos vieron, y se apresuraron a doblar la esquina. Apretamos el paso, llegamos a la misma esquina, y encontramos otro pasillo muy largo. Los hombres se habían esfumado. El pasillo no tenía habitaciones ni puertas de servicio que estuviesen abiertas. Algunos de nuestro grupo corrieron hasta la puerta que abría hacia el estacionamiento. No había nadie. Los hombres sencillamente desaparecieron.

Bill Jones (director de MUFON Ohio) escribió una carta a Ron en fechas recientes para conocer su parecer sobre el incidente, y esta fue su respuesta:

“Sí, aquel fui yo. Mi tema era “Criaturas extrañas del valle del río Ohio” y presenté algunos de esos asuntos en la presentación que hice para Donnie Blessing hace algunos años en un congreso en el norte de Kentucky.

“[El suceso ocurrió] en 1979 durante el Congreso OVNI Nacional de Jim Moseley. Recuerdo que el congreso fue un fracaso fenomenal en cuanto a asistencia. El grupo OUFOIL le sacó buena cobertura periodística, pero el impacto financiero fue duro. Hablé sobre Mothman porque había realizado varios viajes a Point Pleasant con el paso de los años.

“Recuerdo que se personaron unos tipos supuestamente de la Fuerza Aérea, pero no recuerdo si eran los mismos que menciona Dick en su artículo. Al paso que envejecemos los años se combinan en uno solo. Recuerdo también que se hablaba de otros individuos raros que hicieron acto de presencia. Dennis Pilichis afirmó que había gente rara en su puesto de venta de libros y mostrador de revistas.

“Y eso da pie forzado a la pregunta - ¿por qué se aparecerían dos sujetos de la Fuerza Aérea a un congreso de ovnis vestidos de tal forma? Comprendo que no hayan querido ir de uniforme, para no alarmar a los ufólogos, pero ¿por qué en trajes y no en ropa civil normal?

“Individuos extraños acudieron al congreso de MUFON en Dayton el año anterior. Len Stringfield recibió amenazas de muerte y tuvimos que sacarlo del congreso a toda prisa. A Earl Jones le robaron materiales, y alguien forzó la puerta de mi coche. Me gustaría poder ayudarlos más, pero todo esto fue hace mucho tiempo. De hecho, la carta de Dick es lo que me hizo rememorarlo todo.”

Thursday, November 18, 2010

Regan Lee:La iglesia requiere más exorcistas















La iglesia requiere más exorcistas
Por Regan Lee

Las noticias que provienen hoy del Vaticano son interesantes de por sí, pero lo son también en el contexto de otros artículos noticiosos, como la aprobación del Opus Sanctorum Angelorum por parte de la Santa Sede (http://ufomary.blogspot.com/2010/11/vatican-and-opus-sanctorum-angelorum.html) y la declaración sobre la existencia casi segura de ETs/ extraterrestres en septiembre del 2010.

Leyendo las alertas noticiosas del día de hoy, nos topamos con este artículo sobre la capacitación de exorcistas potenciales aquí en los Estados Unidos:

Abrumados por la demanda por exorcistas, los obispos católicos de los EE.UU. están realizando talleres especiales en Baltimore este fin de semana para capacitar a los clérigos en este rito esotérico, según Catholic News Service.

La iglesia ha matriculado hasta 56 obispos y 66 curas para el taller de dos días de duración que comenzó el viernes, con la intención de fortalecer el pequeño grupo de tan solo cinco o seis exorcistas estadounidenses que actualmente están disponibles a la iglesia (http://news.yahoo.com/s/nm/20101112/od_nm/us_romancatholic_exorcists).

“Abrumados por la demanda por exorcistas”. Resulta interesante que haya habido un aumento en los eventos que hayan llevado a algunos a interpretarlos como posesiones demoníacas, y que requieren la intervención de exorcistas. El obispo Thomas Paprocki (Illinois) aseveró que “cada diócesis debe tener su propio exorcista”, agregando que ignoraba el motivo “por el aumento en la demanda de exorcistas, que se realizaban muy raras veces”. Y sin embargo, el Vaticano ha dado el visto bueno para capacitar más exorcistas, lo que implica, por fuerza, que se requieren más exorcistas. Lo que también implica que Satanás está más visible estos días.

El New York Times sugiere una razón que explica el aumento en la cantidad requerida de exorcistas en EE.UU.:

Con la llegada de numerosos inmigrantes católicos a los Estados Unidos, provenientes de países en los que el exorcismo se toma en serio, el puñado de exorcistas de la iglesia se ha visto abrumado.

La capacitación hace hincapié en la importancia de abordar la salud psicológica del poseído:

“...la persona posiblemente poseída debe ser reconocida por un psicólogo para asegurar que no padezcan trastornos mentales antes de que un obispo permita que se lleve a cabo el exorcismo”.

No me malinterpreten. A pesar de no ser cristiana, ni religiosa, ni creyente en cualquier dogma religioso prevaleciente, creo en la existencia de lo que algunos denominan o consideran como “Satanás” y “demoníaco”. Poniendo a un lado las etiquetas e interpretaciones enmarcadas dentro de estructuras religiosas específicas, hay energías negativas al acecho. Tal vez algunas de ellas sean los mismos ETs que la iglesia pretende recibir con los brazos abiertos.

El mundo ha enloquecido sobremanera en años recientes, y nadie puede negarlo. Son de esperarse las preguntas de nuestros propios temores, confusiones y ansiedades, externalizadas como la causa de estas señales en nuestro mundo. Esto da lugar a discusiones metafísicas y esotéricas de toda índole. Pero, ¿son acaso estos temores, confusiones y ansiedades respuestas al mal que encontramos día a día? Lo más seguro es que sean un poco de los dos. No es tan simplista ni exacto decir, como lo haría el racionalista-escéptico-secularista-humanista, que estamos desasociando o etiquetando patologías como manifestaciones religiosas de demonios. Tampoco es algo tan literal, por ejemplo, como decir “Sí, Virginia, hay un diablo.” No lo es. Pero es debatible. Existe el mal, y la mezquindad, y las energías negativas, y entidades con intenciones malévolas, y nuestros propios miedos externalizados, coagulándose en una masa hirviente que somos incapaces de controlar.

El Vaticano sabe esto, y algunos dentro de su infraestructura abovedada de aparente bondad global lo creen, y otros no. Pero todos convienen en las afirmaciones básicas que son los componentes innatos de dicha estructura: control, poder, y la manipulación del saber.

(Traducción (c) 2010 Scott Corrales, Arcana Mundi, con agradecimiento a Regan Lee, UFO Mary)

Saturday, November 13, 2010

John Keel: Los Años Perdidos















Los años perdidos
Por John A. Keel
Traducción de Scott Corrales

¡Que no salga nadie del planeta! ¡Faltan diez mil años!

Existe un intrigante vacío en el conocimiento científico de los años que van entre 15.000 a.c. y 25.000 a.c. Es como si jamás hubiesen existido. Los métodos modernos pueden fechar las reliquias antiguas y las osamentas con un grado de certidumbre relativamente bueno. Los Leakeys en África han puesto el reloj marcha atrás hasta cinco millones de años, cuando hallaron huesos humanos que indicaban que nuestros antepasados ya andaban por éstos parajes en aquel entonces. Los arqueólogos han descubierto habitaciones y herramientas toscas de treinta mil años de edad, pero los hallazgos se detienen alrededor del 25.000 a.c. Las estratas de la tierra se vuelven vacías hasta que alcanzamos el nivel de quince mil años. Los humanos de cinco millones de años de edad parecen haberse ausentado por buen tiempo.

¿A dónde se fueron las personas? ¿Se acabó la vida humana por 100 siglos? ¿En todo caso, como volvió a resurgir?

Existen cuantiosas teorías sobre ésta situación. Los creyentes en la leyenda de la Atlántida insisten que ése continente, el centro de la civilización antigua, fue destruido entre 12.000 y 15.000 a.c. Algún tiempo después, aparecieron civilizaciones nuevas en el valle del Indo en la India y en Egipto.

¿Será que la época cuaternaria--la era glacial--arrasó con una antigua civilización? Si la vida inteligente existió hace cinco millones de años, hubo bastante tiempo para que creciese y floreciese antes de que el planeta se congelara hace tres millones de años. Debido a algún cambio inexplicado en las mecánicas orbitales, la tierra se volvió fría y más de una cuarta parte de la superficie terrestre quedó sepultada bajo el hielo glacial.

Los hielos se retiraron hacia el año 35.000 a.c, pero nuestros problemas no se acabaron ahí. Expertos como el Profesor Charles Hapgood nos dicen que la tierra sufrió otra calamidad alrededor del año 12.000 a.c. Posiblemente la tierra se inclinó sobre su eje, y sobrevinieron enormes cambios de clima y topografía. Los fósiles, conchas de mar, etcétera que se hallan en medio del desierto del Sahara indican que una vez se halló bajo el mar. Los ricos depósitos petrolíferos y carboníferos de la Antártida nos prueban que dicha región en una época albergó todos tipos de vida vegetal.

Mientras que se desarrollaban estos desastres, ¿estaban nuestros antepasados ocultos en sus cuevas o frenéticamente saltando de un árbol a otro? ¿O acaso se les transportó a un sitio más seguro--tal vez otro planeta--hasta que pasó la crisis?

Existen muchas señales hoy día que vamos hacia un nuevo desastre mundial. El hielo polar se está licuando en proporciones alarmantes. El movimiento de rotación de la tierra se ha reducido considerablemente, y el eje planetario ha comenzado a oscilar irregularmente. Cambios climatológicos dignos de atención han comenzado a tomar lugar. Los campos magnéticos naturales de la tierra han comenzado a fluctuar incontrolablemente. Hasta el sol comienza a comportarse de una manera distinta: los ciclos de las manchas solares están cambiando y las explosiones en el sol han sido tan enormes que han puesto en jaque a algunos de nuestros vuelos espaciales.

La historia se vuelve a repetir

¿Que tan a menudo ha sucedido esto antes? La tierra tiene una edad de aproximadamente tres billones de años. Tres billones. Nuestros registros sobre la vida caótica del hombre sobre nuestro mundo se extienden solo unos 5000 años. Más allá de este número todo se vuelve especulación por parte de los arqueólogos y antropólogos. El Dr. Leakey halló un cráneo humano que tenía por lo menos dos millones de años, Es probable que habían formas inteligentes de vida hace diez millones o hasta veinte millones años atrás. Pudieron haber atravesado todas las etapas por las cuales hemos pasado nosotros en treinta mil años, desde las cavernas hasta la exploración del espacio. Solo tenemos que medir nuestro progreso en los últimos quinientos años. Hace cinco siglos, la mayor parte del mundo era desconocida. Los pueblos de Asia, África y Sudamérica no sabían nada sobre Europa y viceversa.

Aun cuando los Hermanos Wright, Ford y Edison laboraban para cambiar nuestra civilización por completo, todavía existían millones de personas en Africa, Asia y Sudamérica viviendo en condiciones primitivas. Es posible que hace cinco millones de años, hasta hace treinta mil años, tal vez, la vida humana existía en varias fases de evolución a la misma vez. Los dioses de los cavernícolas viviendo al filo de los glaciares pudieron haber sido terrícolas adelantados, sobrevivientes de una civilización anterior, que intentaban alcanzar las estrellas entonces, mientras que sus congéneres aún trataban de inventar la rueda. Entonces alrededor del año 25.000 a.c., sucedió algo terrible: la cultura adelantada desapareció por completo. Los pocos sobrevivientes, abrumados por el enorme número de cavernícolas, se esmeraron en preservar millones de años de conocimientos al enseñarles a los primitivos los rudimentos de la astrología, la alquimia y las leyes de la magia (que en realidad no es más que la física adelantada). La catástrofe del año 12.000 a.c. liquidó a la supercultura, y el hombre de piedra heredó el mundo.

¿Somos robots?

Todas las grandes religiones nos enseñan que somos robots controlados misteriosamente por una fuerza sobrenatural, hechos a imagen y semejanza de nuestro dueño. Mientras que la teoría de la evolución de Darwin explica satisfactoriamente lo que pasa con la vida después de que se crea, no explica el hecho de la creación en sí. Muchos científicos han descartado el concepto de la evolución, admitiendo a regañadientes que las formas de vida más adelantadas en éste planeta parecen ser el producto de un diseño más que el de un azaroso proceso natural.

Usted se encuentra programado desde el momento de nacer de un modo muy parecido a la programación de una computadora. Un código genético determina sus características fundamentales. Millones de personas en cada generación encuentran que sus mentes quedan reprogramadas por éste sistema sobrenatural. Conlleva el uso de un rayo de alta frecuencia transmitido en la misma frecuencia de las ondas cerebrales del sujeto. En muchas ocasiones, el rayo es visible y parece ser un rayo de luz proveniente del cielo o de un objeto en el cielo. Este fenómeno se ha observado plenamente y está cuidadosamente documentado. En la religión, este fenómeno se conoce como la «iluminación».

Hoy día relacionamos al fenómeno de los ovnis con éstos rayos de luz y sus efectos sobre los seres humanos. Cada año, miles de personas son el foco de atención de estos rayos y, a menudo, desarrollan cocientes de inteligencia superiores y experimentan cambios de personalidad repentinos. Este proceso de reprogramación, que en una vez fue poco común, se ha vuelto relativamente normal en los últimos treinta años.

Esta misteriosa fuerza, ¿controlaba a los hombres y sus acciones hace cinco millones de años? ¿Se trata de una fuerza espacial? ¿O será una fuerza desatada hace millones de años por una supercultura que una vez tuvo la capacidad de crear robots biológicos? ¿Todavía existe dicha supercultura?


El Monolito


El producto final de la evolución no será un superhombre sino una máquina, una supercomputadora. La tecnología de los ordenadores se está desarrollando de tal manera que dentro de unos cuantos años indudablemente perfeccionaremos un cerebro mecánico superior al humano. La miniaturización y los transistores nos permitirán construir este cerebro de manera compacta. Parecerá un cubo de metal de unos pies al cuadrado.

Recién estamos descubriendo el potencial del cerebro humano. Los experimentos en percepción extrasensorial y los fenómenos psíquicos vuelven a confirmar lo que ya sabían los antiguos: que el cerebro humano es capaz de manipular la materia física y a la realidad misma, con ciertas limitaciones. Nuestra supercomputadora tendrá ésta capacidad también, pero a un grado muy adelantado. Sus sensores le informarán de todo lo que sucede en la tierra. Será capaz de de leer las mentes de los sobrevivientes del próximo cataclismo, y tal vez hasta controlarlos. Sus descendientes le adorarán, al haber perdido todo conocimiento de nuestra civilización. Tal vez construyan un templo alrededor de la computadora para protegerla sin saber por qué.

Esto puede sonar un poco estrafalario, pero es la dirección en que va nuestra cultura. Nuestro programa espacial ha perdido el impulso. Cuando el desastre económico de veras suceda, olvidaremos por completo nuestro deseo de colonizar los planetas. El desarrollo de la supercomputadora, una especie de dictador para el planeta entero, recibirá prioridad. Hace cuarenta años, el rudimentario UNIVAC llenaba un edificio entero, y era inferior a la calculadora de bolsillo que se compra hoy en día en cualquier tienda. La supercomputadora gobernará al mundo de una manera más eficiente y objetiva de lo que podría hacerlo una sola persona.

La película 2001: una odisea espacial, del director Stanley Kubrick, visualizaba semejante ordenador. Un monolito en forma de lápida, que influenció a los simios para convertirlos en hombres, apareció en nuestro mundo por medio de los habitantes de otro, para velar sobre nosotros y guiarnos.

Tal monolito puede ya existir en la tierra. Puede haber sido construido hace millones de años y está poniéndose viejo y lento, así que nos está guiando a un punto en el cual podríamos sustituirle con un modelo nuevo. Entonces desapareceremos, y los arqueólogos del futuro se preguntarán por qué la historia humana parece acabarse después del año 3000 d.c.. Entonces, cerca del año 13.000 d.c., un cavernícola estará caminando sobre los glaciares cuando un rayo de luz le dará de frente, motivándolo a inventar la rueda.

Hace unos dos mil años, un cubo metálico de color negro fue hallado en las arenas del desierto de Arabia, y los que lo encontraron quedaron asombrados. Llegaron a construir una ciudad alrededor del cubo y la han guardado tan bien que cualquiera que no fuese árabe e intentase penetrar en el recinto sería ejecutado. Mil años más tarde, el cubo--se le conoce como la Kaaba--se volvió parte de la religión islámica y el objeto más querido de los musulmanes. Aún existe, y todavía está bajo guardia en La Meca. Los científicos escépticos que jamás le han visto lo descartan como un simple meteorito. Pero millones de fieles creen que el cubo gobierna el mundo de algún modo.

¿De dónde vino la Kaaba? Según la tradición, un ser sobrenatural se la dio a Abraham. ¿Sería un ser del espacio, un sobreviviente de una civilización desaparecida, o una ilusión transmitida por la misma Kaaba?


¡Tiene vida!

Individualmente, las hormigas son bastante tontas, pero si reunimos mil hormigas, forman una sola mente colectiva con capacidades increíbles. Formulan estratagemas militares y llegan a ejecutar formidables obras de ingeniería. Una hormiga individual es una autómata biológica sin cerebro; como parte de un grupo, es parte íntegra de un organismo inteligente más grande.

Existen otros ejemplos en el mundo animal. Pequeños animales submarinos que se unen para formar organismos mayores que son capaces de atrapar peces grandes para así alimentar a la colonia entera. La microscopica pulga africana forma una pequeña bola junto con miles de sus congéneres en la punta de una hoja de hierba. Cuando un animal pasa por ahí, la bola se le pega y las pulgas se esparcen sobre el cuerpo del animal. Cuando llegan a cierta posición, una señal pasa entre ellos y todas muerden al animal simultáneamente. El animal cae gritando de la agonía de mil pequeñas mandíbulas mordiéndole a la vez.

El sicólogo Carl Jung especuló que la humanidad es muy parecida a las hormigas y a las pulgas. En su opinión, las mentes inconscientes de todos los humanos pueden estar unidas colectivamente por ondas de energía parecidas a las de la radio. Por ende, el inconsciente colectivo de la humanidad formaría un gigantesco cerebro independiente de nosotros pero capaz de manipular nuestra realidad y a nosotros también, lo mismo que nuestras mentes individuales pueden soñar y recrear nuestro ambiente inmediato, con limitaciones estrictas.

El zoólogo Iván Sanderson fue un paso más allá. Percibió nuestro mundo como un organismo viviente con su propia mente y designios ocultos. Muchos científicos respaldan este punto de vista en nuestros días. Hablan de la «biósfera», el planeta considerado como un solo organismo. Las fuerzas ecológicas de nuestro mundo forman parte del conjunto: las aguas y el viento son algo así como las arterias del cuerpo humano, cada sistema apoyando al otro. Si se interfiere con un sistema, se interrumpe el funcionamiento debido de los demás. Desde 1848 hemos estado destruyendo muchos de estos sistemas entrelazados. La tierra grita de dolor y tal vez la gran mente, el inconsciente colectivo, esté tratando de comunicarse con nosotros desesperadamente a nuestro propio nivel.

Sobre los últimos veinte años, los ovninautas vienen diciendo dos frases repetidamente a los contactados (que ahora son miles): «Somos uno», es una de sus expresiones preferidas. «Están haciendo peligrar el equilibrio del universo» es su advertencia. Se hallan iracundos sobre nuestros experimentos atómicos (más de 1000 bombas nucleares han sido detonadas en la atmósfera terrestre desde 1945), diciendo que no solo ponemos en peligro a nuestro planeta, sino que «a muchos otros» también.

Cuando Thor Heyerdahl cruzó el Atlántico en una balsa de papiro, se fijó que el océano entero estaba contaminado de manchas de aceite y desperdicios humanos. La mayor parte del oxígeno en nuestro planeta es producido por pequeñas algas que crecen en el mar. La contaminación ambiental está destruyendo las algas en cantidades alarmantes. Como todos los organismos inferiores tienen un instinto nato de auto preservación, podemos pensar que la tierra tiene uno parecido. Cuando la tierra es vista como un organismo viviente, la humanidad de vuelve una especie de enfermedad--billones de gérmenes o parásitos esparciéndose y destruyendo los ecosistemas entrelazados.

Los Vigilantes han aumentado sus patrullas a medida que la crisis planetaria se acelera. Los cielos nocturnos están llenos de miles de ojos cósmicos. Cada vez más y más personas son detenidas en carreteras solitarias por fuerzas extrañas que reprograman sus mentes con la facilidad que reprogramamos un ordenador. Los humanos reciben etiquetas al igual que les ponemos etiquetas a los animales salvajes para seguir sus movimientos y hacer gráficas sobre sus costumbres. Los ovnis no parecen ser parte de un lejano sistema intergaláctico después de todo, sino algo relacionado estrechamente con la humanidad y el mundo en sí.

En un comienzo, la tierra necesitaba al hombre, pero ahora no hemos convertido en una plaga que amenaza al organismo entero. Las señales y prodigios de nuestros días quizás sean los sutiles comienzos de las convulsiones planetarias que han de seguir--convulsiones que surgirán de la necesidad del planeta de protegerse de nosotros y de destruirnos.

La tierra no está habitada. Está infestada.

Thursday, November 11, 2010

USA: EL fenomeno ovni y el cine












El fenómeno OVNI y el cine
Por Scott Corrales


En la actualidad, el cine de corte extraterrestre o vagamente “ufológico” se limita a proyectos mayormente palomiteros como “District 9” o “Skyline”, pero hubo una época en la que se utilizaba el cine de ficción para abordar aspectos del fenómeno de forma más seria, aunque tal vez no tan entretenidos. De hecho, este antiguo cine de ovnis, por darle nombre, puede ser responsable de muchos casos e informes que se han dado por buenos.

Entre estas películas olvidadas figura “The Disappearance of Flight 412” (La desaparición del vuelo 412) protagonizada por nada menos que Glenn Ford, un gigante del cine de los ’50 y ’60, y con un jovencísimo David Soul antes de que el éxito le convirtiera en el personaje Kenneth Hutch de la detectivesca “Starsky y Hutch”

Dado que la memoria humana no es infalible, es muy posible que aquellos que hayan visto esta película de 90 minutos de duración durante su estreno en 1974 hayan creído que se trataba de un documental, a juzgar por la voz del narrador que aparece en momentos críticos del largometraje.

“La desaparición del vuelo 412” comienza con pietaje de un ovni grabado sobre la isla de Catalina, en el sur de California, seguido por fotos de objetos desconocidos de los eventos clásicos de los ’60, sacados de los expedientes del proyecto Libro Azul. Acto seguido, entrevistas en blanco y negro con ciudadanos comunes y corrientes describiendo los objetos desconocidos que les ha tocado ver. El narrador pasa entonces a describir los eventos que ocurrieron en la base aérea “Blanco Vista” – inexistente, pero se entiende por una de las grandes instalaciones militares californianas, como Twenty-Nine Palms o Edwards – y la forma en que cambiarían las vidas de los protagonistas.

Y sigue el guión. El capitán Bishop (David Soul) al mando de un avión tipo LearJet con fines militares, tiene la misión de probar un nuevo sistema de radar avanzado a miles de pies de altura. El radar avanzado no tarda en captar tres contactos invisibles a los ojos de los tripulantes, y se produce un intercambio entre los tripulantes y el control de tierra. Sin duda, el radar avanzado ha captado la presencia de objetos voladores no identificados, lo que resulta en el “scramble” de dos interceptores de la base Blanco Vista, cuya presencia también es captada por el radar del avión experimental.

En una película contemporánea, el espectador gozaría de los visuales de los artefactos desconocidos, las maniobras de los reactores militares y el inevitable intercambio de disparos entre aviones y naves alien. Pero no. Los tripulantes del avión experimental se limitan a clavar la vista en el radar de a bordo, como en aquella clásica escena de “Encuentros en tercera fase” de Spielberg.

Los interceptores ascienden hacia las nubes. Los ovnis repentinamente aceleran y desaparecen justo al momento en que los aviones penetran una nube...y desaparecen totalmente.

El proyecto verdaderamente comienza en este momento, cuando el avión pilotado por Bishop recibe la orden de cambiar sus comunicaciones a una frecuencia inusual (“Command Channel D”) para recibir instrucciones de un mando totalmente desconocido a los tripulantes: “Digger Control”. Las instrucciones son sencillas: mantenerse a cierta altura y seguir ciertas coordenadas que llevarán el artefacto a una instalación militar en desuso, en algún punto de la vasta geografía norteamericana.

¿Y qué hace un actor de la talla de Glenn Ford mientras tanto? Su personaje, el bondadoso coronel Pete Moore, preocupado la seguridad de sus hombres, comienza a percibir la forma en que el telón del encubrimiento comienza a descender sobre su base. El paradero del avión experimental se oculta, se produce el desmentido oficial de la desaparición de los interceptores y los ovnis son poco más que errores del radar. Poco convencido por las explicaciones, el coronel comienza a investigar por su cuenta.

El avión experimental toma tierra la instalación militar abandonada, y los pasajeros caen en manos no de los elegantes hombres de negro, sino de sus vulgares contrapartidas militares. Interrogadores cínicos con un solo propósito en mente, que consiste en hacer que el capitán Bishop y su tripulación renieguen haber presenciado los ovnis, y más importante, haber visto la desaparición de los interceptores.

Llegado este momento de la trama, la película se convierte en una especie de thriller psicológico, en la que el espectador llega a ver la forma en que los investigadores de inteligencia militar obligan a los tripulantes del avión a negar, sistemáticamente, la experiencia que han vivido – si es que quieren salir de la olvidada base. En años posteriores comenzaron a surgir narraciones de esta clase en la prensa ovni: pilotos llevados a cuartos secretos donde permanecieron por horas con individuos en atuendo civil que no les dejaban ir hasta que confesaran el “error” – como si del Santo Oficio se tratara – de haber visto algo que según la cúpula militar, no existe. Estos interrogatorios podían durar días, con una rápida sucesión de interrogadores que se mostraban ya bondadosos, ya malévolos, hasta obtener el resultado deseado. El punto culminante de la película es cuando el personaje de David Soul se enfrenta a gritos con su interrogador, diciéndole: “¡Soy un oficial de la fuerza aérea! ¡Deme una orden! ¡Dígame lo que quiere de mí! ¡Deme una orden!” y el interrogador sencillamente responde: “Siéntese”.

La acción descendente incluye la inverosímil visita del personaje de Ford para rescatar a sus hombres, la crisis nerviosa de uno de los radaristas, y el inevitable enfrentamiento entre el coronel Moore y su superior, un general de tres estrellas que está perfectamente enterado de todos lo sucesos, y le muestra a Ford la fotografía – contenida en el inevitable sobre de manila con el estampado TOP SECRET – de los restos destruidos de uno de los aviones. El encubrimiento es necesario, si los militares desean evitar la desmoralización de sus tropas y el pánico de la población en general.

El narrador aparece de nuevo al final de la película, informando al espectador de que todos los personajes recibieron un ascenso de rango y fueron destacados a lugares lejanos. El coronel, por otra parte, se vio obligado a jubilarse de la fuerza aérea “a la edad más temprana posible”.

En uno de sus libros sobre la historia del fenómeno ovni, el profesor David Jacobs incluye un verso supuestamente escrito en el muro de una base militar en su libro “The UFO Controversy in America”:

I saw a disc up in the air
A silver disc that wasn't there
Two more weren't there again today
Oh, how I wish they'd go away!


(“Arriba en aire un disco ví,
un disco plateado que no estuvo ahí,
Hoy vi dos más que tampoco estuvieron,
¡Que no daría yo por que se fueran!”)

Una rima ligera que refleja el temor muy real de “ver algo” que “no estaba bien visto” por las autoridades. Temor que persiste hasta nuestros días, para aquellos que desean hacer del servicio militar una profesión. Sin explosiones, ni maquillaje, ni luces de colores, películas como “La desaparición del vuelo 412” intentaron informar al público que en la mayoría de los casos, el mutismo de los profesionales de la aviación distaba mucho de ser un asunto voluntario.

Tuesday, November 09, 2010

CHINA: Granjero afirma haber sostenido relaciones sexuales con alienígena













Fuente: China Daily/ANN
Fecha: 9 Noviembre 2010


CHINA: Granjero afirma haber sostenido relaciones sexuales con alienígena

Un granjero chino afirma haber sostenido relacione sexuales con alienígena.

La extraterrestre tenía tres metros de estatura, doce dedos y llevaba trenzado el vello de sus piernas. Y quería hacerle el amor, dice Meng Zhaoguo.

Así que el granjero de Heilonjiang y la robusta seductriz tuvieron momentos íntimos – mientras que levitaban – por espacio de 40 minutos, dice Meng, quien es el protagonista del mejor conocido de los casos de rapto por aliens en China.

Meng afirma que estaba trabajando en Wuchang, en las afueras de Heilongjiang, en 1994 cuando percibió un resplandor metálico sobre las laderas de una montaña. Salió a investigar, creyendo que era un helicóptero estrellado, y perdió el conocimiento.

Al volver en sí, estaba confuso y se sentía incapaz de comunicarse con otras personas. Había desarrollado, también, un pavor a cualquier cosa hecha de hierro.

Más tarde esa misma noche, fue visitado por la alienígena.

“Yo no creía en alienígenas antes de haberlos conocido”, dijo a China Daily. “Pero ver es creer. No podemos explicar los OVNIS y los aliens porque nuestra tecnología no es lo suficientemente avanzada. Pero eso no significa que tales cosas no existan”.

El granjero salió airoso de una prueba de detección de mentiras administrada por la policía.

(Traducción (c) 2010, S. Corrales, Arcana Mundi, con agradecimiento a The Anomalist)

Friday, November 05, 2010

El 68% de los estadounidenses cree en lo paranormal








La noche del 4 Noviembre 2010 el programa Coast to Coast tuvo como invitados a Christopher D. Bader y Carson Mencken, profesores en sociologia de la universidad de Baylor (Texas, USA) para comentar sobre el nuevo libro “Paranormal America” – un tratado especializado pero de lectura facil sobre el grado de creencia en los temas de misterio en Estados Unidos. Los estudiosos recalcaron durante la entrevista que el estudio tiene como objetivo analizar “las personas que estudian o que creen en lo paranormal, y no el fenómeno en si”.

El sondeo realizado por Bader y Mencken arroja resultados muy interesantes: el 68% de los encuestados manifesta creer “al menos un aspecto de lo paranormal” (aliens, fantasmas, Mothman, reencarnación, etc.). Esto ha llevado a los estudios a la conclusión de que lo paranormal “ya puede considerarse como normal”.

En cuanto a las personalidades que se interesan por desvelar estos misterios, Bader y Mencken encontraron dos personalidades muy marcadas: las personas que sienten una fuerte atracción hacia la aventura (los investigadores de ovnis y los cazafantasmas) y una segunda categoría de individuos que van en pos de la iluminación o mejorarse como personas, que se interesan por los temas espirituales y las facultades ocultas de la mente. Según las afirmaciones de Bader en el programa, las mujeres están más interesadas en lo paranormal y los hombres manifiestan mayor interés por los ovnis.