Monday, May 22, 2006

Oklahoma: Definitivamente Hay Algo Alla Afuera

 

Definitivamente Hay Algo All� Afuera

por Ron Jackson, redacci�n

Peri�dico Oklahoman  07.08.2005

Oklahoma City, OK (USA)

Traducci�n (c) 2006 S. Corrales

 

HONOBIA � Las historias son tan atractivas como las Monta�as Kiamichi que les han dado origen.

 

Enormes pisadas embebidas en la tierra. Gemidos inusuales y gritos que salen de la profundidad de los bosques. Seres peludos y simiescos que corren de un lado a otro de las carreteras y los arroyos en sitios rec�nditos.

 

Narraciones contadas por le�adores veteranos, acostumbrados a una vida de cacer�a en las cordilleras que rodean sus hogares. Narraciones parecidas a las que cuentan le�adores de segunda y tercera generaci�n que son tan duros y resistentes como el terreno sobre el cual se desempe�an.

 

Muchos � aunque no todos � est�n poco dispuestos a contar sus experiencias. Nadie quiere ser el blanco de burlas por haber contado las cosas inexplicadas que han visto o escuchado. As� que muy pocos admiten haber tenido un encuentro cercano con Piegrande.

 

An as�, las historias de los encuentros cercanos con esta criatura legendaria siguen penetrando el retiro monta�oso de Honobia como un alud que nunca acaba.

 

�Hay algo all� afuera�, dice Harold Yates, vecino de Honobia que se jubil� la semana pasada despu�s de 30 aos de trabajo con los Servicios Forestales del estado. �No s� lo que pueda ser, pero definitivamente hay algo all� afuera�.

 

Yates escucha relatos de vecinos que conf�an en que no se burlar� de ellos. A Yates jam�s se le ocurrir�a mofarse. An sigue intrigado pro las experiencias que tuvo hace cinco aos mientras que edificaba una cabaa en Little River, un riachuelo que cruza el valle que contiene a Honobia.

 

Un buen da en que Yates cortaba tablas de madera con su sierra, escuchando el sonido chirriante del aparato al hacer contacto con el material, afirma que �algo� le contestaba con un sonido ensordecedor que se burlaba del ruido de su motosierra.

 

En otra ocasin, en el silencio de la noche, Yates pudo escuchar el sonido de grandes piedras chocando contra las aguas del ri�, justo por debajo de su cabaa. El sonido se extendi por 40 minutos y caus temor a su familia. �No s lo que pudo haber producido esos ruidos,� dice Yates, de 51 aos de edad. �Ah est el problema. No s de nada que fuese capaz de hacer esos sonidos�.

 

�S que un oso es incapaz de emitirlos�.

 

El leador Randall Wright, de 43 aos de edad, cuenta sobre las pistas que pudo ver en el bosque: Eran de 15 � pulgadas de largo y de 7 pulgadas de ancho�con cinco dedos. Estoy consciente de que Piegrande est� all� afuera�, dice Wright, quien naci y creci en Honobia. Agrega, con una sonrisa maliciosa: �Y si lo llego a ver, le voy a disparar, tambin�.

 

Wright no bromea. En su camin lleva un rifle cargado en todo momento.

 

A Yates solo le queda la especulacin y el asombro. Est muy lejos de ser el nico vecino de un valle en que los avistamientos de Piegrande y las experiencias anmalas han tomado lugar; se han recibido informes de comunidades vecinas como Nashoba, Octavia, Ludlow y Watson.

 

La organizacin BFRO, que mantiene una base de datos a nivel nacional de supuestos avistamientos, ha recopilado 58 informes parecidos en Oklahoma desde 1971. Diecinueve de esos testimonios presenciales provienen de las Montaas Kiamichi, que abarcan grandes regiones madereras en los condados de LeFlore, Pushmataha y McCurtain.

 

Honobia descansa � literalmente � sobre la lnea condadal entre LeFlore y Pushmataha. �En un lado de la calle est el condado de Pushmataha�, explica Karen Pierce, de 41 aos, jefa de correos de Honobia. �Si cruzas la calle estas en LeFlore. �Gracioso, no? Pero me encanta vivir aqu�. Es precioso�.

 

La belleza de Honobia slo se compara con su lejana. Los vecinos, algunos de los cuales recibieron la luz el�ctrica por primera vez en 1952, comunicen 16 millas a la estacin de gasolina ms cercana y 20 millas al cajero automtico que ms cerca les queda. Un viaje al supermercado ms cercano puede tomar entre 55 a 70 millas de carretera, segn la direccin en que se vaya. Si conducen a lo largo de la Carretera Estatal 144, viajan sobre la nica carreteras sin pavimentar en todo el estado de Oklahoma.

 

�Hay tan solo una cosa mala sobre Honobia�, dice Garland Cogburn, un vecino de Honobia que reside en Little River. �y es que estamos tan lejos de todo. Pero fuera de eso, es un lugar perfecto�.

 

Honobia se encuentra en el seno del Honobia Creek Wildlife Management Area, que abarca 130,000 acres de bosque maderero comercial con cedro, roble, sauce y pinos. Jabales, osos, ciervos y gatos monteses son tan solo algunos de los animales que merodean este territorio. La tierra es propiedad de dos empresas privadas � Hancock Natural Resources Group y Renewable Resources, LLC � bajo la administracin del Departamento Estatal de Conservacin de Vida Silvestre en una asociacin nica.

 

Las dimensiones del bosque son alucinantes, lo suficientemente grandes como para que un hombre se interne en su inmensidad y quede extraviado para siempre. O como afirman algunos, suficientemente grande como para que una especie desconocida pueda vivir sin ser detectada.

 

�Un Piegrande Acribillado?

 

La fama de Honobia como �territorio de Piegrande� se acrecent en enero del 2000 cuando un leador local llamado Tim Humphreys afirm haber disparado contra un Bigfoot en la arboleda detrs de su hogar. El encuentro de Humphreys fue documentado por la Bigfoot Field Researchers Organziation (BFRO) que despach investigadores al lugar para entrevistar a Humphreys y para montar un sistema de vigilancia desde su hogar. Los investigadores descubrieron que el incidente era el punto culminante de dos aos de supuesto terror �por al menos un Piegrande� que merodeaba los predios por la noche.

 

El avezado cazador de Honobia dijo que le criatura robaba carne de ciervo de un congelador en una estructura dentro de la propiedad. Con el paso del tiempo, la osada de la criatura increment, llegando al extremo de golpear contra las ventanas y manipular los pomos de las puertas.

 

�Tim y su familia estaban verdaderamente aterrados por este Piegrande�, dijo Wright, el leador. �Y no tengo razn para dudarle...l lo vio y estaba armado hasta los dientes. Tena escopetas cargadas en el porche y dentro de la casa � en todos lados. Tena reflectores alrededor del exterior de su casa�.

 

�Era hora de decir ya basta�.

 

Humphreys manifest a los investigadores que apunt un reflector contra la cara de un Piegrande en plena embestida y que le dispar con su subfusil a una distancia de 70 yardas. El Bigfoot se retir al bosque, profiriendo aullidos espantosos.

 

Pronto comenzaron a escucharse sonidos parecidos de otros seres cercanos.

 

�Tim me dijo que parecan hablarse entre s con toda suerte de gruidos y jerigonza,� dijo Wright. �Tim tena miedo de perseguir a la criatura. Al da siguiente me dirig al lugar por dnde se meti el Piegrande y pude ver sangre desparramada sobre rboles de 9 pies de alto por un recorrido de 200 yardas. Ah fue que la criatura fue rescatada por los otros Piegrande�.

 

Otro leador informara posteriormente a Tim que se hallaba conduciendo por un camino en su camin cuando vio dos de estos seres cargando a un tercero de un lado de la carretera al otro. El testigo afirma haber dado vuelta a su camin seis veces en el mismo camino porque no daba crdito a lo que haba visto.

 

El leador, como gran parte de la evidencia fsica de aquella noche, despareci.

 

Una lluvia intensa borr todos los indicios de sangre, y los investigadores no encontraron nada ms que un ciervo mutilado en el sitio donde supuestamente cay el Piegrande. Hasta la familia Humphreys desapareci sbitamente, dejando atrs comida refrigerada y sus muebles.

 

Los vecinos no estaban de acuerdo sobre el paradero de la familia Humphreys.

 

�Tim se cans de que la gente se mofara de ellos y dej de hablar�, explic Carla Wright, la esposa de Randall. �Esto s s: La mujer de Tim estaba aterrorizada y no quera volver a la casa despus de lo que vio. Y yo le creo. Creo que vieron a un Piegrande�.

 

Equipos de televisin y periodistas no demoraron en hacer acto de presencia en Honobia, creando su propio legado con sus informes maltrechos o cmicos que causaron verg�enza a en la poblacin. �La gente se quiere burlar de uno�, dice Yates. �Nunca volver a salir ante las cmaras�.

 

Un Legado de Encuentros

 

La sensacional experiencia de la familia Humphreys era en realidad una nueva versin de una historia antigua en Honobia, donde los encuentros con Piegrande se remontan a cientos de aos. Los ancianos de la tribu choctaw que vivieron en esa regin han contado historias sobre los enormes seres peludos que desde generaciones pasadas rondan las Montaas Kiamichi.


Charlene Cusher, una nativa choctaw de la poblaci
n de Watson, recuerda haber escuchado un relato parecido de sus abuelos. Contaron que un nio se intern en el bosque y se perdi. �Pero cuando lo hallaron, estaba bien�, explica Cusher, de 54 aos de edad. �Dijo que �aquello� lo haba cuidado muy bien, refirindose a la criatura...en cuanto a m, tendra que verlo para creerlo.�

 

Billy Ludlow, otro choctaw de Honobia, se convirti en creyente de la existencia de Piegrande hace 54 aos, cuando a los once aos de edad, tuvo un encuentro con un bpedo gigante en Little River. Ludlow y dos compaeros jugaban un Domingo por la noche despus de ir a la iglesia cuando escucharon el sonido de vigas de metal que se partan en el puente sobre sus cabezas.

 

�Miramos hacia arriba y pudimos ver este gran animal peludo que caminaba en dos patas como un hombre�, dice Ludlow, de 65 aos de edad. �Debi haber tenido una estatura de 9 a 10 pies, con hombros anchos y cubierto de pelambre. Siempre fui el corredor ms lento entre todos mis amigos, pero esa noche me convert en el ms veloz�.

�Corrimos hasta la cabaa de mi abuela y cerramos la puerta de un tirn. Aquello nos persegua. Algo vino y empuj la puerta dos o tres veces antes de irse. S que estn all afuera�.

 

�La Evidencia?

 

La evidencia de la existencia de Bigfoot en estas montaas � o al menos la existencia de algn animal raro � puede estar a punto de llegar.

 

Odell Rose, un cazador del poblado de Ludlow, consigui� reunir muestras de cabello pardo muy fino en un �rbol. No pudo compaginar su hallazgo con el pelambre de ningn otro animal en la zona. El pelo apestoso intrig a Rose de tal manera que lo remiti a BFRO para someterlo a un anlisis de ADN.

 

Rose, de 65 a�os, no cree en Piegrande.

 

�Odell y yo hemos vivido aqu� por veinte a�os�, cuenta su esposa, Lavelle Rose, de 53 a�os. �Sol�amos cabalgar a mula y a caballos en estos montes sin haber visto ni escuchado nada parecido a Piegrande. Mi marido es uno de aquellos no que creen en nada. Es muy chapado a la antigua�.

 

�Pero jam�s ha visto pelos como estos antes. Le gustar�a saber de qu� son.� Rose se r�e. �A lo mejor le pertenecen a Piegrande�.

 

 

 

 

 

 
 
 

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